El año próximo, el coste de las pensiones supondrá un incremento de 11.500 millones de euros a la Seguridad Social. El dato de inflación de noviembre, del 3,2% interanual, ha permitido aproximar el coste que supondrá al Estado revalorizar las pensiones contributivas el año próximo, una vez conocido que la inflación media de los últimos doce meses (diciembre de 2022 a noviembre de 2023) es de un 3,77%. Según explica a ON ECONOMÍA Miguel A. García Díaz, que fue director general de pensiones en el último gobierno de Mariano Rajoy y viceconsejero de Empleo en la Junta de Andalucía, con Juanma Moreno, cada punto de subida tendrá un coste de 1.900 millones de euros incluyendo no solo las pensiones que abona la Seguridad Social, sino también las clases pasivas de los funcionarios. Eso implica que revalorizar las pensiones contributivas con el 3,77% del IPC supondrá algo más de 7.200 millones de euros.

De media, las pensiones subirán unos 45 euros al mes, lo que suponen unos 630 euros. Un dato que confirmó este miércoles la nueva ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, que ha asegurado que la revalorización de las pensiones será del 3,8% en 2024. "Quiero lanzar un mensaje de seguridad y certidumbre al conjunto de pensionistas de nuestro país: las pensiones para el ejercicio que viene se van a revalorizar en torno a un 3,8%", dijo.

Pero a este dinero hay que añadir algunos otros conceptos por valor de otros 4.300 millones de euros, como explica García Díaz. Por un lado, hay que considerar que en plena jubilación de los baby-boomers, aumentará el número de pensiones contributivas, que este año está en 10,1 millones. En lo que va de 2023, el número de pensiones ha aumentado en 100.000, de 10 millones en enero, a 10,1 millones en noviembre. Según los cálculos de investigador de Fedea, el mayor número de pensiones estará en el entorno del 1,2%.

Además, hay que sumar el deslizamiento de las nóminas en lo que se conoce como efecto sustitución, que supone otro 1%. Porque los nuevos pensionistas cobran más que los pensionistas que se van dando de baja en el sistema por defunción. Así, los pensionistas que se han dado de alta en septiembre cobran de media 1.221 euros, frente a los 1.043 de los que se han dado de baja. Si nos centramos en las pensiones de jubilación, la mayoría de las contributivas, la media de los nuevos pensionistas se coloca en 1.472 euros, frente a los 1.172 euros de los que han dejado de recibir la prestación.

0,8% del PIB

“Dado que el gasto en pensiones en 2023 rondará los 193.000 millones, a los 7.200 millones hay que sumar otros 4.300 millones por estas dos condicionantes, lo que arroja un incremento de 11.500 millones para los presupuestos de la Tesorería de la Seguridad Social el año próximo”, señala García Diaz. Es decir, el equivalente a un 0,8% del PIB. En el mes de noviembre, la nómina de la Seguridad Social ascendió a 12.100 millones de euros, un 10,9% más que en el mismo mes de 2022, una subida que se deriva de la revalorización del 8,4% por el IPC del pasado año, más el aumento de beneficiarios y el deslizamiento de las pensiones medias.

Y, estamos hablando, exclusivamente de las pensiones contributivas, es decir, aquellas que se derivan de las aportaciones que empresas, trabajadores y autónomos hacen cada mes a la Tesorería de la Seguridad Social y que suponen el grueso del coste. Sin embargo, la Seguridad Social también abona prestaciones, indirectamente a través de las comunidades autónomas, que se reconocen a aquellos ciudadanos que, encontrándose en situación de necesidad protegible, carezcan de recursos suficientes para su subsistencia en los términos legalmente establecidos, aun cuando no hayan cotizado nunca o el tiempo suficiente para alcanzar las prestaciones del nivel contributivo.

Este tipo de pensiones, junto con las pensiones mínimas, que suman el 23% del total de las contributivas (2,15 millones del total) tendrán un incremento previsiblemente superior al 3,77%, pues en la reforma de la Seguridad Social, el Gobierno anterior se comprometió en subirlas las pensiones más bajas por encima de la media. Un coste que dependerá de qué porcentaje decide aplicar el nuevo Gobierno en los Presupuestos Generales de 2024.

Según la Seguridad social, las pensiones contributivas son prestaciones económicas de duración indefinida, aunque no siempre, cuya concesión está generalmente supeditada a una previa relación jurídica con la Seguridad Social (acreditar un período mínimo de cotización en determinados casos), siempre que se cumplan los demás requisitos exigidos. Su cuantía se determina en función de las aportaciones efectuadas por el trabajador y el empresario, si se trata de trabajadores por cuenta ajena, durante el período considerado a efectos de la base reguladora de la pensión de que se trate.

SMI

Previsiblemente, el 3,77% podría ser la subida que defienda este jueves el Ministerio de Trabajo en la mesa de diálogo social con empresarios y sindicatos para negociar el salario mínimo interprofesional (SMI) para 2024. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, aseguró la semana pasada que el SMI debe mantener el poder adquisitivo y subir en línea con la tasa media del IPC entre diciembre de 2022 y noviembre de este año, que estimó entonces que sería entre el 3,7% y el 3,8%.

La CEOE ha propuesto una subida del 3% para el año que viene (más otro 3% para 2025), considerada insuficiente por los sindicatos y piden que se tenga en cuenta la inflación de los productos básicos, como la alimentación, mucho más elevada.