El precio del gas en el TTF, el mercado de referencia en Europa, sigue sorprendiendo. En apenas doce meses, el hidrocarburo ha pasado por todas las fases posibles. El estallido de la guerra en Ucrania originado por la invasión de las tropas rusas ha sido una vertiente de problemas que, entre otras cosas, han incidido en los precios de las materias primas. El gas fue uno de esos bienes que vio como su valor crecía hasta máximos históricos debido al tensionamiento del mercado. Ahora, casi un año después, el precio del gas vuelve a situarse sobre los 70 euros por MWh.
La guerra en el este de Europa como escenario, y Rusia como uno de los protagonistas, llevaron al precio del hidrocarburo hasta su máximo histórico a finales de agosto. El país liderado por Putin, a sabiendas de la influencia que tiene en el mercado del gas, utilizó esa condición como escudo y arma arrojadiza, a partes iguales, para defenderse de las medidas de la Unión Europea. Rusia, hasta hace seis meses, era uno de los principales suministradores de gas del Viejo Continente. El suministro energético de países como Alemania, Dinamarca o Polonia, entre otros, depende del gas ruso.
Una escalada que acabó en 342,88 euros MWh
Con los cortes de suministro y la elevada demanda, el gas comenzó a emerger en el TTF. El pasado 21 de febrero de 2022, el valor de la materia prima en el mercado holandés era de 72,22 euros por MW/H. Tres días después, con la invasión de Rusia en tierras ucranianas, el precio del ‘combustible azul’ en el mercado holandés creció hasta los 127.66 euros por MW/h. Es decir, en tres jornadas, el precio del gas ascendió cerca de un 77%.
Tras ello, la dinámica del gas continuó siendo alcista hasta llegar a los 342,88 euros por MWh a finales de agosto de 2022, máximo histórico. Así, los Estados miembro de la Unión Europea comenzaron a moverse con mayor rapidez en busca de una solución para no hacer frente a los desorbitados precios y aprovisionarse de cara a invierno.
Con la escasez de gas generada por Rusia, y los elevados costes energéticos, el temor a pasar una temporada invernal más fría de lo normal creció entre las naciones europeas. Cabe destacar que el Nord Stream, uno de los gasoductos más importantes del Viejo Continente quedó inoperativo de forma permanente por una fuga en el mar Báltico a finales de septiembre.
Europa se ha buscado la vida
Ante esta situación, la mayoría de las naciones optaron por diversificar el suministro energético. Varios países han comenzado a potenciar las energías renovables a sabiendas de los problemas que genera la dependencia energética. Otros, han elevado la inversión en aquellas energías que, antes de la guerra, les daban resultado. Y el resto, que son la mayoría y entre los que se encuentra España, han optado por importar GNL procedente de China, Canadá o Estados Unidos, entre otros países exportadores.
Al mismo tiempo, la Comisión Europea ha proseguido lanzando medidas para rebajar el precio del gas en el TTF y, por supuesto, cercando las maniobras de Rusia. Una de ellas, y la más llamativa, fue el tope del gas que Europa impuso hace apenas tres semanas. La Comisión Europea acordó topar el precio del hidrocarburo en el TTF en 180 euros para no volver a vivir episodios como los de verano.
El buen tiempo, una ayuda inesperada
La temperatura se ha convertido en el aliado con el que Europa no contaba. “El clima templado en gran parte de Europa sigue lastrando los precios del gas natural”, comentan los analistas de ING. Y es que, pese a estar inmersos en la temporada invernal, las temperaturas no son tan frías como hace unos años en esta época. Esto ha hecho que los hogares no hayan hecho tanto uso de la calefacción como se podía prever hace dos meses. “El tiempo templado ha hecho que el almacenamiento no se esté agotando tan rápidamente como se esperaba en un principio”, explican desde ING.
La entidad financiera añade que “en los últimos días hemos visto aumentar el almacenamiento del gas europeo”, algo anómalo en la temporada actual. Según ING, las reservas de gas de la Unión Europea están actualmente por debajo del 84% de su capacidad, mientras que la media de los últimos cinco años en este periodo contaba con las reservas completas al 70%.
El tiempo más favorable ha hecho que las reservas de gas aguanten por más tiempo, algo que, a fin de cuentas, empuja a la baja el precio del gas debido a la menor demanda. Desde ING creen que “el buen tiempo ha aliviado las preocupaciones y parece que la región superará esta temporada de calefacción con holgura”.
Europa ha logrado dar un giro de 180 grados a la situación en apenas cuatro meses. Los Gobiernos se hacían cuentas de atravesar una temporada invernal difícil, con unos precios del hidrocarburo elevados y las reservas por debajo de la media en este periodo. Sin embargo, el Viejo Continente se encuentra en una posición ‘cómoda’. El precio del gas en el TTF ya se encuentra en torno a los 70 euros MWh, un nivel inferior a los momentos previos al estallido de la guerra en Ucrania. Pese a que aún existen riesgos, y los analistas no descartan nuevas alzas en el precio del gas, Europa vivirá un invierno tranquilo.