Teresa Ribera, vicepresidenta tercera del Gobierno de España y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, ha emitido un mensaje a través de una carta a las comercializadoras de gas españolas pidiéndolas que se desprendan del GNL procedente de Rusia. La petición que lanza la representante del Gobierno español va alineada con la hecha por Kadri Simons, comisaria de energía de la Unión Europea, quien solicitó a las compañías energéticas que dejasen de firmar contratos con los proveedores rusos. La medida responde a un nuevo intento de Occidente de inhibir el músculo financiero de Rusia. Y es que, pese a que el país presidido por Putin se ha visto mermado por las continuas sanciones de Europa y Estados Unidos, este sigue aprovechándose de su demarcación en el mercado energético para nutrir sus arcas.
La posición del estado ruso en el sector energético sigue siendo excepcional. Al fin y al cabo, la nación presidida por Vladímir Putin era, hasta hace unos meses, el mayor suministrado de gas del continente europeo. Tras el inicio de la guerra de Ucrania y el cúmulo de chantajes a los que Rusia tenía sometido a Europa, el Viejo Continente ha optado por buscar alternativas para desprenderse de la dependencia rusa. En esas, el GNL se ha convertido en la salvación de varios Estados miembro, entre ellos, España. La llegada de metaneros procedentes de Estados Unidos y de Argelia han ayudado a que el país ibérico pase un invierno no tan frío como estimaban el pasado septiembre.
Rusia sigue siendo el tercer mayor suministrador de gas de España
Pese a esto, Rusia sigue siendo determinante para las naciones europeas. Es por ello por lo que la petición realizada por Teresa Ribera a las comercializadoras de gas es, como poco, cuestionable. Se entiende que desde el Gobierno de España quieran reducir las compras de gas ruso, ya que es la única forma de cortar de raíz la principal fuente de ingresos del estado con capital en Moscú. Pese a esto, el mensaje de la ministra dista con el hecho de que Rusia haya sido en febrero el tercer mayor suministrador de gas.
Según el boletín estadístico de Enagás correspondiente al pasado febrero, Rusia suministró 5.456 GWh de gas, un 151,3% más que en febrero de 2022. Otro dato que refuerza que el estado liderado por Putin sigue siendo esencial para la entrada de gas en España es que Rusia ha aportado a España cerca de 12.000 GWh en los dos primeros meses de 2023. Es por ello por lo que el mensaje de Teresa Ribera podría perder fuerza de cara a las energéticas. La ministra para la Transición Ecológica ha querido enviar un mensaje similar al emitido por Europa.
“Si bien es cierto que no se han adoptado medidas sancionadoras por la UE que establezcan una prohibición legal a este respecto, considero que es necesario unirse en esta petición de la Comisión Europea y apelar a las empresas españolas del sector para que intensifiquen la diversificación de los contratos de suministro de gas natural licuado (GNL) y prescindan de los procedentes de Rusia”, ha expresado Teresa Ribera en una carta dirigida a las comercializadoras de gas.
Teresa Ribera alardea de los logros obtenidos hasta ahora
Pese a ello, resalta que el pasado febrero, Rusia fuera el tercer máximo suministrador de gas de España. Aunque es cierto que el país ibérico, como el resto de los Estados miembro, ha diversificado su suministro y ha potenciado las tecnologías renovables, el gas sigue siendo elemental, y en esas, Rusia tiene un rol crucial. Ribera no se ha querido olvidar de todo lo avanzado y todas las medidas conjuntas que han hecho.
“Los Estados miembro de la Unión Europea hemos trabajado de forma conjunta y coordinada para hacer frente a esta situación. Hemos adoptado medidas sancionadoras destinadas a apoyar a Ucrania y debilitar económica y financieramente a Rusia para detener su agresión. Simultáneamente, hemos trabajado para garantizar el suministro energético en nuestros países y procurar mitigar la crisis de precios y sus efectos en los hogares y las industrias europeas provocados por el chantaje de Putin”, expresa la vicepresidenta tercera.
Ribera solicita una mayor colaboración para rebajar la presión de Rusia
Pese a que Europa ha logrado rebajar la dependencia energética del estado ruso, este sigue siendo elemental para la producción eléctrica del Viejo Continente. Los Estados miembro han ido potenciando sus alternativas al gas. Alemania ha prorrogado la vida de sus centrales nucleares, en España se ve una mayor aportación renovable en la generación eléctrica, Francia mantiene a la energía nuclear como un pilar esencial en la producción de la electricidad… aun esto, el gas sigue siendo necesario.
Aunque los Gobiernos europeos han resaltado la necesidad de una mayor cooperación para dejar a un lado la aportación energética proveniente de Rusia, Teresa Ribera ha querido hacer énfasis en esto, y cree que “es preciso la máxima colaboración y el apoyo de las empresas energéticas de nuestros países”. La vicepresidenta tercera culmina destacando la necesidad de “seguir trabajando y esforzándonos para recuperar la paz en Europa y, al tiempo, asegurar que mantenemos cubiertas las necesidades energéticas de hogares y empresas en España”.
Está por ver si la petición del Gobierno de España tiene efecto. Por lo pronto, el Ejecutivo liderado por Pedro Sánchez pide a las empresas del sector energético que se desprendan del GNL que, hoy en día, aporta un 17% del gas en todo el país.