El Tesoro Público español ha celebrado este martes la última subasta del año de letras a seis y doce meses, de las que ha colocado 3.977 millones de euros, pero ha pagado por ellas una rentabilidad menor, que en el caso de las primeras ha tocado mínimos desde junio, y en las segundas, desde mayo.
Y ello, en un momento en el que el rendimiento de los bonos soberanos cotizan a la baja en el mercado secundario, después de que en el mes de octubre alcanzaran máximos en décadas.
En el caso del bono español a diez años, el de referencia, su rentabilidad llegó a superar el 4 % ante la previsión de que los bancos centrales mantendrían los tipos de interés altos durante más tiempo del previsto.
Actualmente, el rendimiento del bono español ha caído al entorno del 3,3 %, después del Banco Central Europeo (BCE) decidiera el pasado octubre, hacer una pausa en las subidas de los tipos, la primera desde julio de 2021, tras la reducción de la inflación.
Asimismo, el mercado espera que el alza de las subidas de los tipos de interés haya tocado techo y que los bancos centrales empiecen a reducir tasas en 2024.
En este contexto, y según los datos de la subasta, el Tesoro ha vendido hoy 2.817,8 millones de euros en letras a doce meses, a un interés marginal del 3,327 %, inferior al 3,630 % aplicado en la puja del pasado 7 de noviembre.
El interés marginal aplicado hoy a las letras a un año ha caído a niveles de mayo. De la misma manera, en letras a seis meses, el Tesoro ha pagado una menor rentabilidad, ya que ha sido del 3,620 %, frente al 3,747 % previo, la menor desde junio.
De este tipo de letras, el Tesoro ha colocado entre los inversores 1.159,5 millones. En total, España ha vendido esos 3.977 millones de euros en letras, un volumen que se ha situado en la parte media del objetivo previsto por el Tesoro, que oscilaba entre los 3.500 y 4.500 millones de euros.
La demanda por parte de los inversores ha alcanzado los 8.210 millones de euros, con lo que ha más que duplicado el importe colocado.
Fuentes del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa han explicado que en la subasta se ha mantenido el interés de los inversores minoristas, ya que como aproximación de su participación, las pujas no competitivas (aquellas en las que solo se indica la cantidad deseada, sin precio), que en su mayoría vienen de inversores particulares, han representado un 47 % del total.
Según el calendario oficial del Tesoro, tras la puja de hoy, este jueves, España volverá a apelar al mercado. Ofrecerá obligaciones del Estado a quince años; otras obligaciones con una vida residual de cinco años y once meses; y otras indexadas a la inflación con una vida residual de diez años.
En dicha subasta, el Tesoro se ha marcado como objetivo colocar entre 2.500 y 3.500 millones de euros.
Tras las dos subastas de esta semana, el Tesoro celebrará las dos últimas pujas de 2023 el próximo 12 de diciembre (letras a 3 y 9 meses) y el día 14 (bonos y obligaciones).
Esta última puja del año coincidirá con la reunión de política monetaria del BCE, una cita en la que la mayoría de analistas espera que la institución mantenga sin cambios los tipos de interés.