Los ciudadanos que no tienen trabajo ni han cotizado lo suficiente, también tienen derecho a solicitar subsidios en España. Existen una serie de prestaciones que poder pedir a la Seguridad Social y al Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) sin necesidad de tener un mínimo de años cotizados, a diferencia de otros subsidios como el paro. Se trata de ayudas que ofrece el Estado para dotar de poder adquisitivo a las familias que carecen de ingresos, aunque los beneficiarios tienen que cumplir determinados requisitos para poder cobrarlas.
Ya sea porque no haber trabajado nunca (al menos lo mínimo exigido por las instituciones) o por haberlo hecho en negro, como suele ocurrir con colectivos como el de las amas de casa, todos los ciudadanos tienen derecho a prestaciones. En este caso, se denominan prestaciones no contributivas, que pueden tener carácter social o ser entregadas por desempleo, aunque el solicitante en cuestión no haya cotizado ni un solo día.
De este modo, si bien hay varias ayudas a las que poder acceder, cada una conlleva una serie de requisitos diferentes que el ciudadano tiene que cumplir. Para aquellas personas mayores de 45 años, además, existen otras ayudas a las que poder acceder cumpliendo una serie de condiciones.
Ayudas para gente que no ha cotizado nunca
Ingreso Mínimo Vital (IMV). Esta ayuda no contributiva la implementó el Gobierno de España en el año 2020, tras el estallido de la pandemia, y tiene el objetivo de garantizar a las familias en situación de vulnerabilidad, de pobreza o exclusión social unos ingresos mínimos. La cuantía oscila entre los 6.784,44 euros anuales (565,37 al mes) y los 14.925,96 euros por año (1.243,83 al mes). Además, para las familias monoparentales y las que cuenten con algún familiar con discapacidad igual o superior al 65% tienen derecho a un complemento extra del 20%.
Subsidio por cotización insuficiente. Se trata de una ayuda mensual para aquellas personas que no hayan cotizado lo mínimo exigido. Para acceder a esta prestación, los solicitantes tienen que estar en el paro y dados de alta como demandantes de empleo, además de no percibir rentas por encima del 75% del salario mínimo interprofesional (SMI). En este caso, la cuantía llega hasta los 480 euros al mes.
Pensión no contributiva de jubilación. Esta partida está destinada a aquellas personas que no tienen derecho a una pensión contributiva de jubilación y garantiza unos ingresos mínimos, así como una atención médica digna. La cuantía económica va desde los 6.784,54 euros anuales hasta los 1.696,14 euros anuales. Para solicitarla, los beneficiarios deben demostrar que sus rentas están por debajo de los 6.784,54 euros.
Ayudas para mayores de 45 años
Renta Activa de Inserción (RAI). En este caso, la prestación no contributiva va dirigida a las personas desempleadas que atraviesan dificultades económicas y no perciben otras ayudas. El objetivo es aumentar las oportunidades de retorno al mercado laboral de los desempleados. Su duración máxima es de 11 meses y la cuantía ronda los 480 euros mensuales. Los solicitantes tienen que ser parados de larga duración mayores de 45 años y menores de 65 años, emigrantes retornados, víctimas de violencia de género o personas con un grado de discapacidad por encima del 33%.
Subsidio para mayores de 45 años. Esta ayuda también consta de 480 euros al mes y va dirigida ciudadanos mayores de 45 años que están en situación de desempleo y buscan activamente trabajo. Como requisitos, los beneficiarios no pueden haber rechazado ofertas de colocación adecuadas a su perfil, ni pueden haberse negado a participar, salvo causa justificada, en acciones de promoción, formación o reconversión profesional.