Un año más, este 1 de mayo las calles se teñirán de banderas -la mayoría rojas- de los principales sindicatos para celebrar el Día Internacional del Trabajador o Primero de Mayo. A tal fin, los sindicatos mayoritarios en España, CCOO y UGT, han convocado 73 manifestaciones conjuntas en otras tantas ciudades a las que se sumarán concentraciones de otros sindicatos de entidad regional (ELA y LAB en el País Vasco o CiG en Galicia, principalmente) o también de carácter nacional como las centrales anarcosindicalistas CGT y CNT o el sindicatos USO. Pero no serán los únicos, pues se trata de una fiesta internacional que se celebra en casi todos los países del mundo, con la peculiar excepción de Estados Unidos y Canadá.
Pero este año, a diferencia de anteriores ediciones, el Primero de Mayo tendrá un carácter más reivindicativo que lúdico. Y no solo en España, pues las altas inflaciones que azotan a todos los países podrían movilizar a los trabajadores para reivindicar subidas salariales que permitan recuperar parte del poder adquisitivo perdido durante dos años. No obstante, los trabajadores españoles han sido de los peor parados, pues como reconoce la OCDE, es uno de los países donde más ha bajado el salario real (subidas salariales descontando la inflación), especialmente por haber tenido incrementos más bajos en sus nóminas que en otros países, sobre todo del entorno europeo. Por este motivo, los sindicatos han hecho un llamamiento especial para que este Día del Trabajador no sea uno más, y las calles se llenen de personas reclamando mejores salarios.
"Mártires laborales"
Pero, ¿por qué se celebra el Día del Trabajador el 1 de mayo? Pues como en otras muchas ocasiones, por un acontecimiento luctuoso en el que murieron muchos trabajadores, y también policías, en la cuidad de Chicago, ante unas protestas solicitando jornadas de trabajo más cortas. Y, en el mundo laboral, aquellos fallecidos han cobrado la categoría de mártires, concretamente los “mártires de Chicago o de Haymarket”.
En 1886 el presidente estadounidense Andrew Johnson, que sustituyó a Abraham Lincoln tras su asesinato, promulgó la ley Ingersoll que imponía la jornada laboral de 8 horas. Sin embargo, 19 estados hicieron trampas y promulgaron leyes que, aunque establecían jornadas de 8 a 10 horas, permitían ampliarlas a 14 horas. El malestar de los trabajadores, que frecuentemente echaban 14 y 18 horas, se exaltó y el sindicato mayoritario, la Federación Americana del Trabajo, echó un pulso a los empresarios: a partir del 1 de mayo no se trabajarían más de 8 horas y en aquellas empresas incumplidoras se paralizaría la producción. Algunos empresarios cedieron, pero otros no.
Matanza en Chicago en 1886
En Chicago, la segunda ciudad más poblada entonces y una de las más industrializadas de los Estados Unidos y con peores condiciones laborales, se produjeron violentos enfrentamientos entre los huelguistas y los manifestantes a partir del 1 de mayo, que se saldaron con seis obreros muertos. Sólo el 1 de mayo hubo algo más de 300 manifestaciones que congregaron a algo más de 85.000 trabajadores. El día 4 de mayo se convocó una concentración masiva en la plaza de Haymarket que finalizó en un baño de sangre. En la plaza el dirigente sindical Rudolph Schnaubelt lanzó una bomba contra la policía que intentaba disolver la manifestación, que causó el fallecimiento de seis policías y otros 60 heridos. La policía reaccionó disparando y cargando contra los manifestantes dejando un saldo de 38 fallecidos. Se detuvieron a los líderes sindicales y 5 de ellos fueron juzgados y condenados a muerte: son los conocidos como “mártires de Chicago o de Haymarket”.
Día del Trabajo
La celebración del Día de Trabajo el 1 de mayo se instauró tres años después, en la Segunda Internacional Socialista de 1889, para conmemorar no solo aquellos sucesos, sino la extensión de la jornada laboral de 8 horas al resto de países. Como gritaban los manifestantes de Chicago, “ocho horas para trabajar, ocho horas de ocio y ocho horas para dormir”. Pero curiosamente, aunque los acontecimientos que han puesto fecha al Día del Trabajador sucedieron en Estados Unidos, este país dedica a la festividad del trabajo el primer lunes de septiembre, conocido como Labor Day. Una conmemoración a la que se suma Canadá.
El presidente de EE.UU. Grover Clevaland descartó el 1 de mayo ante el temor a una fecha tan sangrienta, que podría dar lugar a mayores reivindicaciones y fortalecía el movimiento sindical en el país. En su lugar, en 1894, se fijó el primer martes de septiembre para celebrar el día del Trabajo en el país. Se conmemora el primer desfile organizado por la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo (Knights of Labor), el 5 de septiembre de 1882, pese a que esta organización fue considerada como “traidora” por los obreros de Chicago al negarse a secundar las protestas de los primeros días de mayo de 1886.
El 1º de mayo en España
Los organizaciones sindicales en España -que habían cobrado fuerza a partir de la década de los años setenta del siglo XIX- empezaron a celebrar el Primero de Mayo por su cuenta, aunque no se oficializa como festividad hasta 1931 con la Segunda República. Con la llegada de la Dictadura se abolió la celebración del Día del Trabajo, aunque la Iglesia Católica en 1955, bajo el papado de Pio XII dedicó el 1 de mayo a celebrar la festividad de San José Obrero. Durante la dictadura, en España tuvo en cariz religioso, sin manifestaciones, en vez del Día del Trabajo que volvió a instaurarse con la Democracia. Aun hoy, en el Ministerio de Trabajo hay un inmenso mural dedicado a San José Obrero.