Los parados acogidos al subsidio de desempleo seguirán cobrando el subsidio de desempleo durante 30 meses, uno de los puntos de conflicto mantenido entre los Ministerios de Trabajo, que quería no recortar la duración de la prestación, y el de Economía, que abogaba por recortarla. Además, ha permanecido la exigencia de la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, que ha defendido el aumento de la prestación media durante todo el periodo, frente a la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, que pretendía reducir la media mensual a lo largo del periodo con derecho a cobrar. No obstante, la comunicación de Trabajo matiza que "se prolongará hasta 30 meses dependiendo de la edad, circunstancias familiares y la duración de la prestación agotada", sin matizar. Habrá que leer la letra pequeña cuando se publique en el BOE, previsiblemente este miércoles.
Así, Díaz ha conseguido cumplir con los compromisos adquiridos con Bruselas: primero, aumentar los colectivos con derecho al subsidio, en concreto a dos: el de menores de 45 años sin cargas familiares, unas 150.000 personas, y extender a toda España a los trabajadores eventuales agrarios, otros 250.000, en la actualidad limitado actualmente a Extremadura y Andalucía; segundo, mejorar las condiciones (se cobrará más dinero durante el primer año) y, tercero, agilizará la gestión de la prestación.
Mensualidad
La prestación, actualmente en 480 euros mensuales durante 30 meses -de cumplirse el plazo de 30 meses, puede suponer un ingreso total de 14.400 euros-, se eleva a 570 euros el primer semestre, a 540 el segundo y se mantienen los 480 euros para los últimos 18 meses. De cobrarse, durante todo el periodo, supondría 15.500 euros, con una media de 510 euros al mes, 30 más que en estos momentos.
Por su parte, Nadia Calviño, ha conseguido imponer su voluntad en su exigencia por ligar la prestación a la búsqueda de empleo. Trabajo pretendía que se pudiese compatibilizar la prestación del subsidio y el salario de un nuevo trabajo durante 45 días, y Economía abogaba por mantenerlo más tiempo para incentivar que los trabajadores acepten empleos de menor salario. Finalmente, el Consejo de Ministros amplía el periodo de compatibilidad de ambos ingresos. A diferencia del Ingreso Mínimo Vital -que abona la Seguridad Social- y otros subsidios de las comunidades autónomas para aquellas personas que prácticamente ya no pueden incorporarse al mercado laboral, el subsidio de desempleo, que abona el Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe), se destina, y busca, reincorporar a los beneficiarios al mercado laboral. Generalmente, está pensado para parados de larga y muy larga duración.
Dura batalla
La dura batalla mantenida entre los Ministerios de Economía y el de Trabajo a lo largo de todo este año, incluso antes de las elecciones generales, a raíz de la reforma del subsidio del desempleo, se ha saldado con la cesión por ambas partes. Aunque, en esencia, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, responsable sobre el papel de la reforma, obtiene ventaja sobre la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, que abandonará su cargo el 1 de enero del año pasado para ir al Banco Europeo de Inversiones.
La reforma -que era uno de los hitos pendientes para poder solicitar a Bruselas el cuarto desembolso de fondos europeos por importe de 10.000 millones de euros- se aprueba con más de un año de retraso, no solo por el adelanto electoral, sino también por la disputa en el seno del Gobierno de coalición. Trabajo ha logrado mejorar la cuantía durante el primer año y mantenerla en el importe actual de 480 euros el tiempo restante hasta los 30 meses de su duración.
Las cuantías se calculan actualmente sobre el indicador de rentas múltiples (IPREM) que en 2023 está fijado en 600 euros, pero que previsiblemente subirá en 2024, de forma que en los primeros seis meses el subsidio equivale al 95% del IPREM, los siguientes seis meses, al 90% y el año y medio restante, al 80% actual. Además,
Pero también sale adelante el planteamiento de Economía de recortar la cotización por jubilación de los perceptores del subsidio mayores de 52 años, una rebaja que se hará de forma gradual desde la situación actual en la que se cotiza por el 125% de la base mínima vigente en cada momento. De esta forma, los perceptores del subsidio cotizarán por el 120% de la base mínima en 2024, por el 115% en 2025, por el 110% en 2026, por el 105 % en 2027 y por el 100 % en 2028.
"Somos un gobierno que defendemos y protegemos a los trabajadores y que gestionamos mejor", ha subrayado Díaz, que ha destacado que la reforma "amplía, mejora y simplifica" este subsidio tras el Consejo de Ministros. La vicepresidenta segunda ha quitado importancia al debate mantenido con Economía, ha dicho que estas cosas se resuelven con diálogo, aunque ha reconocido que han sido unas negociaciones duras.