La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha expresado tras reunirse con el comité de expertos que la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de cara a 2025 debe garantizar que los trabajadores peor pagados no pierdan poder adquisitivo, o sea, que suba a menos con la inflación, que de media en los últimos once meses ronda el 2,8%. Esto supondría una subida de 32 euros al mes de los 1.134 euros al mes actuales a los 1.166 si bien el porcentaje de inflación puede variar en función del periodo que se tome para hacer el cálculo y de cómo evolucione el IPC el próximo mes de diciembre.
"El mandato es uno, que no haya pérdida de poder adquisitivo y desde ahí que trabajen", ha dicho Díaz tras la primera reunión de la Comisión Asesora para el Análisis del Salario Mínimo Interprofesional. "Ya nadie cuestiona la eficacia del Salario Mínimo para reducir la desigualdad", ha defendido Díaz, que ha estimado que la primera propuesta llegará "antes de diciembre", pero después se puede alargar y trasladar el debate a la Mesa del Diálogo Social.
Díaz ha reclamado también que el incremento sirva para seguir avanzando en que el salario mínimo sea el 60 % del salario medio en España. El salario medio en España es actualmente de 26.949 euros y el mediano de 22.383, mientras que el salario mínimo anual se situó en 15.876 euros brutos, de forma que faltan 300 euros anuales para que el SMI alcance el 60% del salario medio. "Lo que hacemos hoy es mucho más que dar una cifra, es un proyecto de país", ha dicho Díaz, que ha reclamado "salarios dignos" y "ser más eficientes económicamente".
Los pasos posteriores comprometen la posibilidad de que el nuevo salario mínimo esté en vigor el 1 de enero, aunque Trabajo ha señalado que se intentarán cumplir los plazos y ha recordado que, en cualquier caso, se aplica con carácter retroactivo.
"Detrás del salario mínimo no hay números, hay familias, hay rostros y hay infancia", ha enfatizado Díaz, que ha insistido en la necesidad de mejorar los salarios en España. "Hemos acabado con un gran mantra neoliberal. Subir el SMI destruía empleo, empequeñecía empresas, era muy malo para el tejido productivo... Nada de esto ha pasado. No les voy a dar datos, pero todos esos sectores tienen ocupación de récord", ha sentenciado Díaz.
"Tenemos que ser europeos en materia salarial. Tener mejores salarios hace que la economía funcione mejor", ha añadido la titular de Trabajo, que ha destacado la importancia de las subidas del SMI en la lucha contra la desigualdad.
El salario mínimo interprofesional acumula, desde su creación en 1963, 60 subidas -en cinco años se incrementó dos veces, mientras que otros cinco se mantuvo congelado- hasta alcanzar los 1.134 euros brutos al mes en 14 pagas en los que se situó este 2024.
El incremento del SMI para este año fue fruto del acuerdo alcanzado con los sindicatos, ya que la patronal se descolgó, e implicó un aumento de 54 euros al mes. Desde la llegada del PSOE al Gobierno en 2018 (cuando estaba en los 735 euros), el SMI ha acumulado una revalorización del 54 %.