El Ministerio de Trabajo ha convocado a sindicatos y empresarios a una reunión que se celebrará el próximo jueves, 30 de noviembre, para debatir sobre una próxima subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Será una de las primeras medidas del Gobierno de coalición en esta legislatura sobre el mercado de trabajo y se convoca con las posiciones encontradas entre sindicatos y patronales. La cita lanzada por el Ministerio de Trabajo y Economía Social a CC. OO., UGT, CEOE y Cepyme tendrá lugar pocos días después de que la patronal CEOE-Cepyme propusiera subir el SMI un 6% los dos próximos años, a 1.112,4 euros en 14 pagas en 2024 y a 1.145,77 en 2025, una propuesta que los sindicatos CC. OO. y UGT tachan de "insuficiente" aunque valoran "la voluntad" de las organizaciones empresariales de llevar a cabo el alza del SMI para el próximo año. 

El planteamiento empresarial implicaría una subida del SMI, en dos años, de 65,77 euros, el equivalente a un alza del 6% respecto al importe actual. Así, el SMI aumentaría en 32,4 euros el próximo año y en 33,37 euros en 2025, de acuerdo con la propuesta de los empresarios. Mientras que la propuesta de los sindicatos es una subida que alcance el 60% del salario medio -como recomienda la Unión Europea en la Carta Social Europea- y alegan que se ha de tener en cuenta la evolución del precio de los productos básicos, como la alimentación.

Por su parte, el Gobierno defiende para el año que viene una subida del salario mínimo, ahora situado en los 1.080 euros mensuales por catorce pagas, tras incrementarse un 8% respecto al del año anterior. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha defendido que el SMI "tiene que mantener el poder adquisitivo" y subir en línea con la tasa media del IPC entre diciembre de 2022 y noviembre de este año, la cual estima que estará entre el 3,7% y el 3,8%, superando así la propuesta de las patronales que limitan la revalorización a un 3% anual, aunque incluye, en ambos años, la aplicación de la cláusula de garantía prevista para estos ejercicios en el acuerdo de convenios con los sindicatos.

Yolanda Díaz ya había anunciado que convocaría "de manera inmediata" a sindicatos y patronal tras la investidura de Pedro Sánchez para abordar una nueva subida del salario mínimo interprofesional (SMI). Desde que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llegó a Moncloa, el SMI se ha incrementado un 47%, pasando de 735 euros en 2018 a los actuales 1.080 euros.

Las exigencias de la patronal

En su propuesta, la patronal precisa que "tiene como condición sine qua non" la modificación de la normativa de revisión de precios en los procesos de contratación del sector público para repercutir el incremento del SMI en los contratos en ejecución, tal y como también se recoge en el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (V AENC), suscrito por CEOE y Cepyme y las organizaciones sindicales CC. OO. y UGT, y tiene por objetivo impulsar la negociación colectiva. El acuerdo de negociación colectiva que firmaron CC. OO., UGT, CEOE y Cepyme en mayo de este año recomienda subidas salariales del 3% tanto para 2024 como para 2025, con una cláusula de revisión salarial que, en caso de desviación de la inflación, podría implicar alzas adicionales de hasta el 1% para cada uno de los años del acuerdo (2023-2025). En este sentido, los sindicatos consideran que el AENC recoge cláusulas vinculadas a la evolución de la inflación, habituales en los convenios colectivos, pero de difícil aplicación en un salario mínimo.

Por ello, las organizaciones sindicales abogan por tener en cuenta la evolución de los precios de los productos básicos, como la alimentación, que constituyen la parte fundamental de la cesta de la compra de quienes perciben la renta básica, para garantizar que este salario cubre las necesidades básicas de las personas trabajadoras y sus familias.

Para el secretario general de CC. OO., Unai Sordo, el SMI tiene que subir teniendo en cuenta dos variables: cómo están evolucionando los salarios medios en España, que están en torno al 5,2%, y cómo están subiendo los precios de los productos básicos que componen la cesta de la compra de la gente que tiene salarios más bajos, una subida que es "muy superior" al 3% propuesto por la CEOE.