La guerra comercial desatada por el presidente de los EE.UU., Donald Trump, y sus últimas afirmaciones sobre la política monetaria de la Reserva Federal manteniendo los tipos de interés en tasas altas, han presionado públicamente al presidente americano. Una encuesta de CNBC —revelada el fin de semana— sugería que su política arancelaria está mellando su popularidad, con sus peores cifras de aprobación en materia económica de su carrera presidencial (un 55% de los americanos lo suspenden) y un claro descontento con su gestión de la inflación (60% también lo suspenden).

Con el viento en contra, Donald Trump ha puesto freno a algunas de sus afirmaciones y acciones, en un encuentro con los medios de comunicación. Por un lado, dijo este martes que los altos aranceles que impuso eventualmente a las importaciones chinas, ahora en el 145%, "se reducirán sustancialmente". "Vamos a ser muy amables, ellos también lo serán, y veremos qué sucede", declaró Trump a los periodistas en una rueda de prensa en el Despacho Oval, refiriéndose a las negociaciones que se abrirán con el Gobierno chino para desescalar la guerra comercial.

Por otro lado, aseguró que no tenía intención de despedir al presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, a quien ha instado a bajar los tipos de interés para evitar la ralentización de la economía del país. "No tengo intención de despedirlo", dijo Trump a la prensa en el Despacho Oval. Los comentarios marcan un cambio en la posición del mandatario estadounidense, que pidió el jueves pasado el despido del jefe de la Fed, tras asegurar que ha actuado "demasiado tarde y de forma equivocada" en cuanto a la inflación.

Ante los periodistas, este martes, el presidente americano se mostró optimista sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo entre Estados Unidos y China. Además, instó a Pekín a llegar a un acuerdo o, de lo contrario, afirmó que él "lo pactará". El mandatario estadounidense anunció que reduciría sustancialmente el actual arancel del 145% que ha implantado a China. "No será tan alto, no será tan alto", indicó Trump. El gobierno Trump espera cerrar el próximo mes acuerdos comerciales con la mayoría de los países a los que impuso gravámenes, pero la guerra comercial desatada por su agresiva política arancelaria se centra en un pulso con China.

Las afirmaciones de Trump se produjeron poco después de que el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, afirmara en un discurso el martes que el actual conflicto arancelario contra China era insostenible. Bessent espera que se dé una "desescalada" en la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo.

Trump aseguró la semana pasada estar hablando con representantes chinos para llegar a un acuerdo con Pekín en las próximas semanas, pero al otro lado de ese pulso, su homólogo chino Xi Jinping mantiene los aranceles del 125 % a EE.UU. y ha tomado otras medidas, como vetar las entregas de aviones Boeing.

El secretario de Comercio de EE.UU., Howard Lutnick, que defendió la tregua arancelaria, se ha unido a Bessent para influir en las decisiones de Trump, que ha escalado la guerra arancelaria siguiendo la línea dura de su asesor Peter Navarro.

Powell se queda

Respecto a sus reticencias con el presidente de la Fed, Jerome Powell, el presidente americano parece que se desdice de sus últimas afirmaciones. Trump se despachó contra Powell en un mensaje en su red social Truth Social en el que calificó a Powell —que ha defendido la independencia del banco central— de "Mr. Tardón" y un "gran perdedor", y aseguró que "muchos están reclamando recortes preventivos en los tipos de interés" porque están bajando los costes de la energía.

El presidente redobló su ataque este lunes, cuando instó al jefe de la Fed a bajar los tipos de interés para evitar la ralentización de la economía, sin mencionar su agresiva política arancelaria, que ha desencadenado una guerra comercial con China, y que está presionando los precios. "Me gustaría verlo (a Powell) un poco más activo en cuanto a su idea de bajar las tasas de interés", insistió Trump el martes en un evento de juramentación de Paul Atkins como presidente de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, en inglés). "Es el momento perfecto para bajar las tasas de interés", insistió el mandatario estadounidense.

Trump ha tenido una relación difícil con el jefe de la Fed a pesar de que el mandatario lo nombró para ese puesto en su primer mandato. Por su parte, Powell ha insistido en que el presidente no tiene la autoridad para despedirlo, excepto por "causa justificada", por ejemplo, mala conducta.