La actividad en el Parlamento Europeo de Estrasburgo está siendo frenética. Los eurodiputados quieren dejar el trabajo terminado antes de las elecciones, que se celebrarán del 6 al 9 de junio, dependiendo del país. En el caso de España será el 9, pero las prisas para cerrar hasta ochenta resoluciones hacen que esta jornada del martes y la del miércoles no tengan ningún minuto de pausa.
España, con una deuda superior al 90%
Uno de los temas que más cola traerá es la aprobación de la renovación de las reglas fiscales en el conjunto de los estados miembros, pero no afectará a todo el mundo por igual. Según las nuevas normas, todos los países miembros tienen que presentar planes a medio plazo que detallen los objetivos de gasto, inversiones y reformas previstas. Los Estados con altos niveles de déficit o deuda recibirán orientación anticipada sobre los objetivos de gasto.
Y entre este grupo mencionado, está España. De esta manera, los países con deuda excesiva tendrán que reducirlo, por término medio, 1% al año si se sitúa por encima del 90% del PIB, como es el caso de España. Eso se traduce en un ajuste de hasta 15.600 millones de euros solo en este año 2024.
También se contempla una reducción de 0,5 puntos porcentuales si está entre el 60% y el 90% del PIB. Si el déficit supera el 3% del PIB, el país en cuestión lo tendrá que reducir en los periodos con crecimiento para alcanzar el 1,5% y acumular capacidad de gasto para utilizarla cuando las condiciones económicas sean menos propicias.
Desde Estrasburgo, se considera que "las nuevas reglas son más flexibles y, así, permitirán alargar tres años más –además de los cuatro ya previstos- por alcanzar los objetivos del plan nacional". Los eurodiputados se han comprometido a garantizar que esta prórroga se puede conceder por cualquier motivo que el Consejo considere adecuado, sin limitarlo a criterios específicos. A petición de los eurodiputados, los países con excesivos déficits o deudas pueden pedir la apertura de un proceso de debate con la Comisión antes de recibir orientaciones sobre la trayectoria del gasto.
Volver a la austeridad previa a la pandemia
Markus Ferber, del Partido Popular Alemán ha declarado: "Esta reforma constituye un nuevo comienzo y un retorno a la responsabilidad fiscal. El nuevo marco será más simple, más predictible y más pragmático. Sin embargo, las nuevas normas solo pueden ser un éxito si la Comisión lo aplica adecuadamente". Así pues, el interés es, poco a poco, sacar el carácter de excepcionalidad que se concibió durante la pandemia y, posteriormente, con la guerra de Ucrania. Cabe decir que esta aprobación también ha salido adelante con una parte de los votos socialistas. Con 367 votos a favor, 161 votos en contra, 69 abstenciones, se ha aprobado el reglamento por|para el cual se establece el nuevo brazo preventivo del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
Reacción sindical
El acuerdo final ahora tendrá que ser negociado con el Parlamento Europeo y la Comisión Europea. Las nuevas normas fiscales entrarán en vigor durante el 2024 con repercusiones en los presupuestos del 2025. A pesar de todo, este enfoque de austeridad no ha sido bien recibido, especialmente desde los sindicatos como la Confederación Europea de Sindicatos: "Las nuevas reglas fiscales de la UE harán imposible la necesaria transformación de nuestras sociedades, dejando atrás los trabajadores y la ciudadanía en general, en un momento en que necesitan protección más que nunca", afirman secretarios generales de sindicatos europeos en una carta abierta dirigida a los europarlamentarios, antes incluso, de esta aprobación. Este colectivo recuerda que, con las nuevas normas fiscales, tan solo tres países pueden cumplir con los deberes pendientes en nuevas inversiones sociales y climáticas: Suecia, Irlanda y Dinamarca.