La Comisión Europea ha presentado este miércoles el plan para la nueva estrategia industrial de la Unión Europea respecto a las subvenciones verdes para contrarrestar las medidas de Estados Unidos y China en la misma materia. Así, Bruselas permitirá utilizar una parte de los fondos de recuperación para financiar exenciones fiscales concedidas a inversiones en tecnologías limpias, tal y como ha confirmado la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen.
Ayer martes, la patronal europea del automóvil pedía protección a la UE ante los planes estratégicos de EE.UU. y de China e instaba al organismo a ser "más ambicioso" para retener la inversión en Europa. Los fabricantes de automóviles alertaban de que las medidas "antirrealistas" impulsadas desde Bruselas no servirían para hacer frente a la Ley de Reducción de la Inflación de EEUU y el plan Made in China 2025.
Ahora, la UE lanza este nuevo plan con el que pretende flexibilizar el acceso a las subvenciones verdes. En este sentido, la nueva estrategia industrial de la UE será debatida por los jefes de Estado y de Gobierno en la cumbre de finales de la semana siguiente y se compone de cuatro pilares, uno de los cuales es acelerar las inversiones para proyectos clave como las energías renovables.
Desde Bruselas instan "con firmeza" a los gobiernos europeos a incluir en las revisiones de sus planes de recuperación "medidas efectivas para dar apoyo inmediato a empresas e impulsar su competitividad", según recoge EFE. Las revisiones deben incluir medidas nuevas para absorber los préstamos que no habían sido solicitados, como es el caso de España, que dispone 84.000 millones más en créditos blandos y otros 10.000 millones en nuevas subvenciones directas.
Desgravaciones fiscales y flexibilización de las ayudas del Estado
De este modo, la Comisión plantea que estos fondos se puedan utilizar para financiar desgravaciones fiscales y "otras formas de apoyo" concedidas a inversiones verdes en tecnologías limpias, ya tomen la forma de créditos fiscales, depreciaciones aceleradas o subsidios vinculados a la compra o mejora de activos de inversión sostenibles.
Esto se complementará con una relajación adicional de las ayudas de Estado a través de nuevas modificaciones del marco temporal de ayudas públicas que la UE puso en marcha a raíz de la agresión de Rusia sobre Ucrania para paliar sus consecuencias, especialmente la subida de los precios energéticos. Los nuevos ajustes se realizarán a través de una nueva modificación de dicho marco, que tiene naturaleza temporal y su vigencia finaliza el 31 de diciembre de este año, pero que Bruselas quiere prolongar dos años más, hasta finales de 2025.
En esta línea, se simplificarán más las disposiciones sobre ayudas públicas para el despliegue de renovables y para procesos de descarbonización industrial, reforzarán los esquemas de apoyo a inversiones para la producción de tecnologías "estratégicas" de cero emisiones, permitirá ayudas "más focalizadas" en grandes proyectos clave en las cadenas de valor de tecnologías limpias y elevará el montante de ayudas públicas que los países pueden conceder sin tener que pasar un examen previo de Bruselas.
El objetivo de estas medidas "temporales" será "impulsar nuevas inversiones en plantas de producción", también a través de beneficios fiscales, para "garantizar la igualdad de condiciones con otras jurisdicciones" y evitar así el "riesgo de deslocalización". Para el medio plazo, la Comisión Europea planea dar una "respuesta estructural" a las necesidades de inversión con la propuesta de un "fondo europeo de soberanía" antes de este verano, con el fin de "preservar un acento europeo en tecnologías críticas y emergentes", entre las que cita la computación cuántica, la inteligencia artificial o la biotecnología.
Von der Leyen no quiso entrar en la cuantía de dicho fondo y además advirtió de que su confección "tomará tiempo" que antes la idea y sus modalidades deben ser debatidas por los jefes de Estado y de Gobierno en los próximos meses, pero sí puntualizó que servirá para financiar "proyectos comunes europeos en tecnologías clave". La idea, explicó, es introducir el fondo como actualización del presupuesto comunitario y, aunque no descartó directamente un modelo de deuda común como el SURE de la pandemia, dijo que la situación actual es "diferente" porque ahora no hay que proteger el empleo, sino reciclar la formación de los trabajadores.