Unió de Pagesos (UP) reclama ayudas directas para el ovino y ganado cabrío y alerta que la sequía puede ser "la estocada final" a un sector de que arrastra dificultades de hace tiempo, informa la Agencia Catalana de Noticias. El sindicato asegura que hay peligro de "desabastecimiento real" para los rebaños, porque los pastos son secos y el precio del forraje se ha disparado. Para poner cifras, explica que la alfalfa ha doblado precios, pasando de 160 a 320 euros por tonelada, y que ahora ya se habla de que llegará a costar 500. UP dice que la situación se está volviendo "insostenible" y, de hecho, lo ejemplariza diciendo que Catalunya ha perdido un 5% de las explotaciones de ovino y ganado cabrío en los últimos cinco años y que la cabaña de ovejas se ha reducido hasta un 15%. "Si no se nos ayuda, muchos ganaderos acabarán cediendo", afirma.
UP advierte que la grave sequía pone en cuestionamiento las explotaciones de ovino y ganado cabrío de Catalunya. Porque la falta de agua, que repercute directamente en la alimentación, se añade a la "crisis" en que el sector se ha visto inmerso hace tiempo. Subraya que el consumo de carne de cordero y cabrito ha caído un 57% a Catalunya en los últimos quince años, que no hay relevo generacional entre los pastores y que, por término medio, desde el 2018 un 5% de las explotaciones del país han cerrado.
La situación se agrava todavía más si en vez de granjas se comparan cabezas de ganado. "El censo de ovino ha descendido en un 15% en cinco años y aunque el de ganado cabrío haya aumentado en un 7,2%, la cifra global es muy distante; porque ahora mismo en Catalunya hay 500.000 cabezas de ovino por delante de 72.000 de ganado cabrío", dice a la responsable del sector de UP, Brigitte Garolera.
El sector ya vivió tensiones con los precios del forraje a raíz de la inflación, pero ahora aquí se añade la sequía. "La situación es muy grave, y la falta de lluvias puede suponer la estocada final", alerta al miembro de la nacional de ovino y ganado cabrío de UP, Josep Guitart.
Por una parte, el sindicato subraya que los pastos "ya son secos como si fuéramos a finales de verano". Y eso hace que, en el caso de la ganadería extensiva, muchos pastores hayan tenido que empezar a completar la alimentación de sus cabañas. Pero por la otra, y eso es el que realmente preocupa, los precios de los forrajes se han multiplicado, y hay "peligro real de desabastecimiento".
Garolera explica que, sin ir más lejos, el precio de la alfalfa se ha duplicado en el último año y medio. Si antes una tonelada costaba 160 euros, ahora se paga a 320. Y la tendencia al alza no se detiene, "porque incluso a los ganaderos ahora ya se les habla de que llegará a costar hasta 500 euros la tonelada". "Además, la paja, que antes prácticamente se regalaba, ahora ha pasado a costar entre 90 y 110 euros la tonelada", añade la responsable de ovino y ganado cabrío de UP.
Ayudas directas e "intervención"
Por eso, el sindicato reclama al Gobierno que active ayudas directas para el sector. Sin ir más lejos, ayer mismo, aprovechando la reunión de la Mesa agraria de la sequía, UP ya reclamó al Departamento que solicite un peritaje urgente de la pérdida prevista con la cosecha del cereal, y que se permita aprovechar aquel que ya no se recogerá para el pasto de la ganadería extensiva.
El responsable de ganadería de UP, Jordi Armengol, sin embargo, incluso se atreve a hablar de la posibilidad de intervenir los forrajes. "Hoy no tenemos capacidad de encontrar y aparte, también está el problema de poder pagarlo", subraya. "La Administración aquí nos tendrá que ayudar; hemos visto como en Francia el ejército reparte forraje en las granjas, por eso ayer también nos atrevimos a pedir al Departamento que estudie intervenirlo, para que se destine a garantizar la supervivencia del sector," añade.
Más allá de eso, Unió de Pagesos también alerta de que se corre el riesgo que muchos pastores y ganaderos acaben tirando la toalla y, como ya pasó con las vacas de leche, opten por sacrificar parte de su cabaña y desprenderse. "La amenaza es real, las soluciones serán complicadas y no serán baratas; pero hay que actuar", sostiene.
Y aquí, precisamente, el sindicato recuerda que los rebaños de ovino y ganado cabrío también hacen una tarea importante a la hora de prevenir incendios, porque los rebaños pacen el sotobosque y evitan que haya combustible en caso de que se declare un fuego. "El sector está tocado, si no hay ayudas, muchas explotaciones tendrán que ceder por razones de fuerza mayor", afirma Guitart.
Situación "insostenible"
Para UP, en el caso del ovino y el ganado cabrío, las soluciones se tienen que buscar de manera territorializada y, también, teniendo en cuenta las características de la ganadería extensiva e intensiva. Aseguran que la situación se está volviendo "insostenible" y que, además, los números no ayudan, porque los bajos precios en origen tampoco han ayudado a revertir el descenso de cabezas de ovino y ganado cabrío.
El kilo vive de cordero, por término medio, este 2023 se vende a 3,96 euros, un precio similar al año pasado. Y en el caso del ganado cabrío, un cabrito lechal por término medio se vende a unos 70 euros brutos. "Un valor bajo si se compara con el precio de la leche para alimentarlo", dice UP, que también añade que, aunque las recomendaciones dicen que esta carne se tiene que consumir poco, el cabrito tiene "poca grasa y mucha proteína".