La victoria de Donald Trump en los Estados Unidos abre un periodo de incertidumbre económica a nivel mundial. Las medidas que ha anunciado son radicales y, según los economistas, pueden ser muy perjudiciales para la economía mundial e incluso para la estadounidense. Pero aquí, a más de 6.000 kilómetros de Washington, ¿cómo nos tocará el bolsillo el cambio de inquilino en la Casa Blanca?
Hemos hablado con dos economistas y la coincidencia es total, sobre todo en dos aspectos clave: las políticas que ha anunciado pueden llevar a Europa a la recesión, lo que comportaría más paro, pero dudan de que las aplique todas y con toda su potencia, especialmente los aranceles, lo que más podría afectar a Europa. Cuando tome posesión, en enero, se empezará a ver la magnitud de los cambios que hace.
Carlos Puig de Travy, decano del Col·legi d’Economistes de Catalunya, admite que las bajadas de impuestos "quizás reactivan el consumo y a los americanos les van bien", pero cuestiona que un incremento de los aranceles cree empleo y baje precios, como promete Trump: "Nosotros no lo creemos, y de hecho, la tendencia de los republicanos siempre ha sido la contraria, la de la apertura económica". La deportación de inmigrantes cree que será "muy negativa" para su economía, porque faltará mano de obra y subirán los costes laborales.
Con respecto al impacto en la economía mundial, valora que "políticas como los aranceles son completamente negativas" y tendrán un efecto negativo especialmente en mercados como México, China y Europa, que ve "asustada" por el impacto que puede tener la elección de Trump. "Con la economía débil como tenemos actualmente en Europa, solo nos faltan estas incertidumbres", añade.
Joan Ramon Rovira, director del gabinete de estudios económicos y de infraestructuras de la Cambra de Comerç de Barcelona, alerta de que "el mayor impacto nos vendrá por la actividad" porque si sube los aranceles, "tendrá una afectación directa en la actividad económica", porque "ralentizará el comercio mundial, lo que impactará directamente en "la línea de flotación de nuestra economía".
Carlos Puig de Travy: "Todas las políticas previstas por Trump -reducir inmigración, subir aranceles y bajar impuestos- llevan a más inflación"
"Somos un país exportador, y aunque los EE.UU. no son nuestro primer mercado, ni mucho menos, y el impacto directo sería pequeño, el impacto indirecto sería mayor, porque sí exportamos mucho a Francia y Alemania, y estos mercados sí que dependen mucho de los Estados Unidos. Si ellos venden coches a los EE.UU. y les hacemos algunos componentes, y reducen exportaciones por los aranceles, afectará a nuestra industria auxiliar", explica Rovira.
Eso tiene un impacto directo en el mercado de trabajo, añade, ya que si las empresas tienen menos empleo, necesitan menos trabajadores. Coincide en el diagnóstico Puig de Travy, que advierte que "el comercio internacional es nuestra fuente de crecimiento, porque somos más exportadores que importadores". Las previsiones de los economistas son que, mientras países como Alemania pueden entrar en recesión, en España es menos probable, pero sí que se puede ralentizar su crecimiento y caer por debajo del 1%, umbral en el cual se empieza a destruir empleo.
Más inflación e hipotecas al alza
El segundo efecto que puede tener es inflacionista. El decano de los economistas catalanes ve que "todas las políticas previstas por Trump, como reducir inmigración, subir aranceles y bajar impuestos, llevan a más inflación" en los Estados Unidos, y cree que puede haber cierto contagio en Europa. "Parece que su política será inflacionista, y eso haría subir los tipos de interés", añade Rovira.
Para el directivo de la Cambra de Comerç, el efecto inflacionista en Europa, España y Catalunya sería también claro: "Si ellos suben aranceles y nosotros también, eso generará más inflación". Además, apunta a las cuestiones geopolíticas. "Hay que ver qué hace con Ucrania y Oriente Medio. Lo que pasa en Ucrania afecta mucho a los precios, y Oriente Medio es un polvorín, todo lo que pasa allí afecta al precio del petróleo y eso genera un encarecimiento de los carburantes".
Joan Ramon Rovira: Las amenazas de Trump hacen temblar, pero ya veremos lo que hace. Quizás no está tanto loco como pensamos"
La subida de los precios no solo la notaríamos al ir a comprar, con especial efecto en los alimentos y en bienes industriales como los coches, sino también en la hipoteca. Cuando sube la inflación, la respuesta de los reguladores, en el caso de la zona euro, el Banco Central Europeo (BCE), es subir los tipos de interés, lo que se traslada directamente a las hipotecas variables, que se referencian al euríbor. También sube el coste de la financiación de las empresas, por lo que puede dificultar todavía más la actividad productiva.
¿Una estrategia negociadora?
Los augurios, pues, no son buenos, pero está por ver. Joan Ramon Rovira cree que todo puede ser una estrategia negociadora de Trump con Europa y la China, aprovechando la situación de fortaleza de los Estados Unidos, y recuerda que hace 8 años ya rebajó la subida anunciada inicialmente. Pero también admite que "ahora está más legitimado" por el amplio apoyo popular recibo, que le ha proporcionado una holgada victoria sobre Kamala Harris.
"La primera característica de Trump es su imprevisibilidad, pero las amenazas hacen temblar. La economía mundial iría muchos años atrás, pero lo que hará ya lo veremos. Quizás no está tanto loco como nos pensamos. Ya lo veremos, y lo veremos rápido", concluye Rovira.
Carlos Puig de Travy explica que aranceles del 20%, como ha anunciado, son tan desproporcionados, y de consecuencias tan negativas para el comercio mundial, que los economistas lo descartan. "Muchos pensamos que es una campaña publicitaria y estas medidas las rebajará", añade. El decano del Col·legi d’Economistes insiste también en que, aunque esté convencido de llevarlas a cabo, muchas de sus medidas "no serán fáciles" de implementar porque su impacto será negativo incluso para los EE.UU.