Construir edificios de cero emisiones, intensificar la renovación energética, aumentar la solarización y aumentar el número de puntos de recarga son los principales objetivos de la nueva directiva europea sobre la eficiencia energética de los edificios. El 28 de mayo entró en vigor la nueva directiva europea sobre la eficiencia energética de los edificios (directiva 2024/1275 de 24 de abril de 2024), que sustituye la de 2010 (directiva 2010/31/UE de 19 de mayo de 2010) que ya había estado implementado varias veces. El texto tiene lugar dentro del Pacto Verde Europeo, que tiene como objetivo, en particular, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la Unión Europea (UE) en un 55% el año 2030.
A efectos prácticos, eso también afecta en el sector inmobiliario y los condicionantes que se tendrán que dar cuando se quiera vender o alquilar un piso y centrar al establecer un "plan nacional de renovación de edificios", cuyo contenido mínimo se especifica al artículo 3 de la directiva. Esta hoja de ruta será objeto de evaluación por parte de la Comisión Europea. De acuerdo con el artículo 12, los estados miembros tienen que establecer un sistema de "pasaporte de renovación" para los propietarios de edificios residenciales y terciarios. El artículo 9 de la directiva obliga a los Estados miembros a establecer normas mínimas de eficiencia energética para los edificios. Estos umbrales se fijan en función de la existencia existente al 1 de enero de 2020. A partir del año 2030, el 16% del stock de bienes inmuebles no residenciales de cada Estado tiene que estar por encima del umbral establecido. A partir del 2033, la tasa a respetar será del 26%.
Conocer cada caso
Así pues, hasta ahora había bastante de tener en vigor un certificado que acreditaba que la residencia era apta para hacer los cambios adecuados. Este documento califica el estado de la vivienda basándose en el consumo de energía y el nivel de emisiones de dióxido de carbono. Para hacerlo asigna una letra, del A, en la G estableciendo en función del estado en que se encuentra. Pero la UE pide que ya se apliquen directamente los cambios antes de ninguna transacción.
En el supuesto de no cumplir la directiva europea, la vivienda tendrá que ser reformada. Un estudio de Idealista señala que el 51,2% de las viviendas en España tienen 40 años o más, cosa que implica que el parque de viviendas está envejecido y habrá muchos inmuebles que no consigan la calificación necesaria para ser vendidos o alquilados. Para poder afrontar este gasto, el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana tiene disponibles una serie de ayudas para rehabilitarlos.
Con respecto al sector residencial, las trayectorias de mejora del rendimiento energético no se establecen edificio por edificio sino en referencia al consumo medio de energía primaria del parque nacional. Por eso, también se pide a los Estados miembros que tomen medidas para garantizar que este consumo disminuya un 16% en comparación con el 2020 en el 2030, y después al menos un 20% en el 2035.