Tomarse unas vacaciones en el sur de Europa y en muchas regiones vecinas resulta notablemente más económico para los alemanes que optar por destinos vacacionales dentro del propio país. Especialmente en España, donde los precios de los servicios de restauración y hostelería fueron en abril un 26% inferiores a los de Alemania. Entre los destinos vacacionales más populares del sur y el sudeste de Europa, el nivel de precios en Italia era el más alto y, aun así, las tarifas en restaurantes y hoteles estaban un 5% por debajo de los de Alemania, según datos publicados este lunes por la Oficina Federal de Estadística (Detatis).

Los turistas alemanes pagaron un 18% menos por los servicios de restauración y hostelería en Croacia que en Alemania, un 21% menos en Malta, un 23% menos en Grecia y un 24% menos en Chipre. Todavía más baratos resultaron destinos como España -un 26%-, Portugal -un 32%- y Turquía -un 41%-. Los niveles de precios más bajos entre todos los destinos vacacionales seleccionados se registraron en Albania -un 54% por debajo de los alemanes-, y en Bulgaria -un 55 %-, con lo que las estancias en hoteles y las visitas a restaurantes costaron en esos dos países del sudeste de Europa menos de la mitad que en Alemania.

También en algunos países vecinos de Alemania los servicios de restauración y hostelería resultaron más baratos, como en Francia -un 2%- y en Austria -un 3%- y en Polonia y República Checa incluso un 19% y un 36%, respectivamente. Por el contrario, unas vacaciones en el norte de Europa y en algunos otros países vecinos de Alemania resultan más caras para el turista alemán, en particular, entre los destinos vacacionales seleccionados, Suiza, un 49%.

Las estancias en hoteles y visitas a restaurantes en otros destinos populares como Dinamarca y Noruega también fueron significativamente más caras en abril, un 33% y un 23%, respectivamente. Finlandia resultó comparativamente algo más barata, aunque unas vacaciones en ese país costaban un 13% más que en Alemania. En los Países Bajos, los turistas tuvieron que pagar un 12% más por los servicios de restauración y hostelería, mientras que los alemanes que escogieron Suecia, un destino muy popular, tuvieron que desembolsar un 2% más.