Bosque Verde, Hacendado o Deliplus son marcas reconocidas por los consumidores. De hecho, son los nombres de las marcas propias de las principales cadenas comerciales en España como Mercadona o Día. La marca blanca de las cadenas, conocida como marca de distribuidor, ya tiene entidad propia y es, para muchos, la opción preferida. A lo largo del año pasado, la marca de distribuidor continuó su ascenso de manera constante, y consiguió una participación del 46% en las compras realizadas en supermercados, hipermercados y en línea.

"La inflación ha generado una subida de precios, no solo para las marcas de fabricante (comerciales), sino también para las marcas blancas. Es evidente que en un contexto en que estas marcas son más baratas, el precio final también será inferior al de las marcas de fabricante", explica Juan Carlos Gázquez Abad, profesor colaborador de los Estudios de Economía y Empresa de la Universidad Abierta de Catalunya (UOC). "Es posible que haya consumidores que hayan visto como el precio de sus marcas nacionales 'de toda la vida' se ha disparado hasta un punto que los ha obligado a probar otras opciones más económicas, como las blancas" añade.

En este sentido, indica que también está el tema económico "y es que las marcas propias suelen generar más beneficio que las marcas de fabricante. Y también que la marca propia facilita la gestión de stock y de todo tipo de procesos, dado que es la cadena la que controla todo lo que tiene relación con la fabricación y la comercialización de esta marca (cosa que no pasa con las marcas de fabricante, controladas por este último)", añade Gázquez Abad. Así pues, este 2022, los españoles destinaron un total de 105.000 millones de euros a la compra de productos de consumo masivo, que registraron un incremento del 9,1% con respecto al año anterior.