La marca de distribuidor o marca blanca supone ya el 58,5% de los alimentos que compran los españoles (sin incluir los frescos), según el último informe de la consultora Circana. La firma de consultoría argumenta que una de las causas principales es que en la actualidad los consumidores pagan un 22% más que hace tres años al hacer la compra. Pese a ello, auguran que aunque inicialmente algunos consumidores optaban por la marca de distribución únicamente por una cuestión de precio, ahora son muchos los que seguirán comprándola "por la calidad, sabor, disponibilidad y confianza que les aporta". Los productos de droguería es la categoría en la que las marcas de las propias cadenas de distribución tienen más cuota del mercado, acercándose al 63%. En el caso de las bebidas es el 32,7%, mientras que en los frutos secos es el 83,4%, y le siguen en importancia los quesos rallados (82,1%) y las hortalizas y verduras congeladas (81,3%). En general, del total del gasto del gran consumo en España, un 49,9% va destinado a la marca blanca, determina el informe.