Abanca y Crédit Mutuel han cerrado oficialmente la compraventa de Targobank este miércoles. La compañía gallega espera recibir a lo largo de este año el visto bueno de los reguladores para así poder cerrar la operación y dar paso en 2024 a la integración tecnológica. En este proceso, los 150.000 clientes de Targobank pasan a ser definitivamente clientes de Abanca y a disponer de sus productos.
El banco que preside Juan Carlos Escotet explica en una nota que la integración en la plataforma tecnológica de Abanca permitirá a los clientes de Targobank en España beneficiarse, por ejemplo, de su banca móvil o de la atención personal en una red de cerca de 700 oficinas en el país. Pero también de productos especializados en segmentos como familias, banca personal, banca privada, pymes y empresas, seguros, fondos de inversión, medios de pago y consumo.
Targobank cuenta actualmente con 541 trabajadores en España que prestan servicio a unos 150.000 clientes a través de las 51 oficinas que tienen en todo el territorio nacional, especialmente en el arco mediterráneo, Madrid y Andalucía. Abanca confirma de nuevo que mantendrá a los empleados (descartando así realizar un ERE) “para dar continuidad a su política de sumar el talento y la profesionalidad de los equipos incorporados en las diferentes integraciones”.
Con la nueva adquisición (con Targobank serán siete desde 2014), Abanca gestionará un volumen de negocio de 112.544 millones de euros, un 5,2% más que ahora. También impulsará los préstamos casi un 7%, hasta los 49.219 millones y un 4,4% los depósitos, hasta sumar 51.390 millones. Además, elevará en un 7,5% el número de oficinas en España, hasta las 727 sucursales. El banco gallego espera también que la ratio de mora conjunta sea del 2,1% y la cobertura del 86%, lo que le permitirá mantener una buena calidad de los activos.
En apenas ocho años, la entidad gallega ha puesto en marcha un importante proceso de crecimiento a través de fusiones y adquisiciones que le ha llevado a comprar Banco Etcheverría, Popular Servicios Financieros, Deutsche Bank PCB, Banco Caixa Geral, Bankoa y Novo Banco. Esta última integración se produjo en 2022 y ha llevado a Abanca a captar 110.000 nuevos clientes el último año, un récord histórico en la historia de la compañía, según destacaban el presidente y el consejero delegado, Francisco Botas, en la presentación de resultados celebrada en A Coruña. Con la compra de Novo Banco han crecido principalmente en Madrid y con la de Bankoa, han ampliado mercado en el País Vasco y Navarra.
En diciembre del año pasado, Abanca y Crédit Mutuel anunciaron lo que ya era un secreto a voces desde septiembre, su fusión. Las entidades han firmado la compraventa este miércoles en la sede de Abanca en Madrid, una vez finalizados el período de conformidad y la consulta a los representantes de los trabajadores previstos en la legislación francesa. En la firma han estado presentes el presidente y el CEO de Abanca, y el consejero delegado de Crédit Mutuel, Alexandre Saada.
La operación, que se completará a lo largo de este 2023, queda pendiente de la obtención de las autorizaciones regulatorias del Banco Central Europeo, la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia, y la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones. Por lo que esperan que sea durante 2024 cuando se produzca la integración tecnológica, "proceso para el que Abanca cuenta con un modelo de éxito probado en las seis operaciones corporativas realizadas desde 2014", destaca la entidad.
Escotet dejó claro en la presentación de resultados que Abanca está preparada para participar en la 'Champions League' de las fusiones y adquirir entidades de mayor tamaño. De hecho, han decidido -en contra de lo que está haciendo el resto del sector- rebajar la política del pay out este 2023, del 40% al 23%, lo que les permitirá “fortalecer la capacidad de afrontar operaciones de alto valor”. Preguntado por si tienen en el radar operaciones fuera de la península, el presidente aclaró que siguen evaluando “cualquier oportunidad que se presente”. Y aseguraba también que aunque no tienen nada en el radar "a medio plazo”, sí creen que hay oportunidades en el largo plazo, por eso han rebajado los dividendos.
Y es aquí donde Escotet afirmaba que están interesados en realizar operaciones de mayor tamaño. “Las hemos intentado desde hace años, obviamente son más atractivas porque te hacen ganar escala, en la banca el tamaño puede jugar favorablemente en la generación de resultados”. Abanca ya intentó comprar Liberbank en 2019, en un momento donde la asturiana estaba negociando fusionarse con Unicaja.