Las ayudas para hipotecados vulnerables llevan algo más de 75 días en marcha y la banca ya ha recibido unas 15.000 solicitudes, lo que supone que, de media, unas 200 personas la han solicitado cada día. La buena noticia es que, de momento, son menos de lo que el Gobierno español estimaba, pues calcularon que estas ayudas pueden facilitar el pago de la hipoteca a más de un millón de hogares ante el incremento de los tipos de interés. Pero si continúa el ritmo actual, solo se registrarían unas 73.000 este año.
Sin embargo, la mala noticia es que el ritmo es cada vez es más acelerado, según reconocía este jueves la presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB). “Nos dicen que hay pocas solicitudes, pero cada vez hay más”, comentaba Alejandra Kindelán. El sector financiero no veía un problema de morosidad cuando cerraron el acuerdo para hipotecados a finales de 2022 y tampoco lo ven ahora, pero quisieron adelantarse por varios motivos.
Uno de ellos son los tipos de interés, que han subido seis veces desde julio y la última este mismo jueves en un 0,5%, lo que lleva el precio del dinero al 3,5%. Y el Euribor, que pese a las turbulencias de los últimos días se sitúa en el 3,35%. “Esto se va trasladado mes a mes a las cuotas hipotecarias”, indicaba Kindelán “y se suma al aumento de costes de todas las familias españolas, por los alimentos o la energía”, lo que sin duda hará que la situación económica de los hogares empeore.
La economía, de momento, es lo que ha conseguido que el número de personas que se acogen a estas ayudas no se haya disparado, según la presidenta de la AEB. “La situación económica no se ha deteriorado tanto como pensábamos y esto es buena noticia, también el empleo, que aguanta y es crítico para que la morosidad no suba en España”.
De las 15.000 “muestras de interés” que han recibido los bancos en el inicio de 2023, ya han aceptado 9.000 solicitudes. Este último dato ya fue revelado por la vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño, hace solo unos días cuando destacó que la acogida del Código de Buenas Prácticas, por tanto, "se ha multiplicado por 15 respecto a la acogida que tuvo el Código anterior". Refiriéndose al que se firmó en 2012, tras la crisis financiera.
La vicepresidenta y también ministra de Economía cree que en abril o mayo "tendrán más información sobre cómo se están comportando las hipotecas", cuando cale la nueva subida de tipos de interés. Por eso, se reunirá con el sector financiero de nuevo en junio, "para hacer una evaluación nueva". Calviño tiene claro que "el grueso" de personas que se acogerán a las medidas que ha puesto en marcha la banca para ayudar a los hipotecados de clase media o baja más vulnerables, "se producirán en 2023", aunque estará disponible también durante 2024. Puedan parecer pocas solicitudes, indicaba, "pero fue positivo que nos anticipásemos, antes de que subiera la mora".
Al respecto explicaba también que, cuando firmaron el acuerdo hipotecario con la banca, había una elevada "incertidumbre económica", pero desde entonces han mejorado las previsiones del PIB y el empleo. "Dado que se trataba de una cuestión muy importante y tras una subida muy rápida de los tipos de interés, que afecta a miles de familias de clase media y en situación de vulnerabilidad, debíamos anticiparnos".
Las Asociaciones de Usuarios y otras voces del sector financiero también apuntan a que no hay tantas solicitudes, por desconocimiento de los clientes o porque creen que acogerse a esas ayudas tiene un coste. Y es que en los últimos días ha trascendido que algunas entidades no están dejando claro a sus clientes que tienen opción de solicitar esta ayuda (si cumplen los requisitos) y que hacer cambios en la hipoteca bajo este Código de Buenas Prácticas es gratis. Por eso, el Ejecutivo ha pedido en una reunión con la banca que sean más transparentes e informen de esta posibilidad. "Las entidades financieras van a reforzar la comunicación con sus clientes y transmitir con claridad que pueden amortizar la hipoteca de forma anticipada o cambiar de tipo variable a fijo de forma gratuita durante 2023", aseguraba Calviño.
Pero esta comunicación realmente es obligatoria, según recoge el Real Decreto-ley 19/2022, de 22 de noviembre, donde se obliga a las entidades adheridas al Código de Buenas Prácticas “a hacer publicidad y dar la máxima difusión de su contenido”, informando adecuadamente a todos los clientes titulares de préstamos hipotecarios sobre la posibilidad de acogerse a él, mediante una comunicación individualizada y específica. El Gobierno también pide a la banca que faciliten información sobre las medidas “en un lugar destacado de su sitio web y a través de su red comercial de oficinas”, aunque son pocas las que lo lucen de manera realmente visible.