El comité de empresa de Holaluz ha elevado el tono de la huelga convocada el pasado 14 de enero: a partir del 28 será total e indefinida, en lugar de los paros parciales convocados desde el pasado día 14. Tras el comunicado que recibieron el pasado 27 de diciembre con el fin del teletrabajo y otros cambios sustanciales, un 25% de la plantilla (60 trabajadores) se ha acogido ya a la opción de abandonar la empresa que dejaba abierta Holaluz. Como tienen hasta el próximo viernes para pedir una salida con indemnización, fuentes del comité esperan que esta cifra aumente para entonces.
El fin del teletrabajo, que en una empresa en plena caída libre los trabajadores consideraban esencial, junto a la pérdida de otros beneficios como el seguro médico, los cursos de idiomas o los campamentos extraescolares, ha motivado la indignación de una plantilla que contaba además con los sueldos congelados.
El sindicato CGT, además, ha puesto una denuncia a Inspección de Trabajo por vulneración del derecho a huelga, ya que la empresa habría creado un registro paralelo al fichaje en que la plantilla debe apuntar sus datos personales y su participación en la huelga. Tanto CGT como UGT, sindicatos mayoritarios, denuncian desde un principio que el cambio de condiciones de trabajo es en verdad un ERE encubierto, que se suma al ERE del pasado año con 200 despidos, a los 40 más a lo largo del año y a las 100 bajas voluntarias. En total, se acumularán con estas 60 nuevas bajas unas 300 sobre 600 trabajadores.
Todo arranca con una crisis de facturación y de deuda provocada por el frenazo en 2023 al gran crecimiento del autoconsumo en el año 2022, cuando la invasión rusa a Ucrania disparó los precios de la luz y los clientes se apuntaron a la fotovoltaica en las azoteas. La empresa, con pérdidas de 26,16 millones en 2023 y de 13,5 en el primer semestre de 2024, recibió una inyección de 22 millones del fondo Icosium Investment el pasado mes de noviembre, pero no ha sido suficiente para atajar la crisis, como tampoco los préstamos del Institut Català de las Finances o el plan de ahorro de 30 millones completado con recortes en márketing, en oficinas, en licencias tecnológicas y en personal.
Consiguió con las medidas reducir la deuda, desde los 64,7 hasta los 40,7 millones en julio del año pasado (última fecha en la que dio información), pero no como para dejar de buscar medidas de ahorro para ser sostenible financieramente.
En la carta de Modificación Sustancial de las Condiciones de Trabajo que envió a sus trabajadores el pasado 27 de diciembre, y tal y como recoge la ley, abrió la puerta a los trabajadores que no estuvieran de acuerdo con el fin del teletrabajo. "En caso de querer optar por la extinción, pueden contactar con el Departamento de People hasta el 31 de enero de 2025", decía.
Paralelamente, Holaluz ha ido perdiendo clientes de electricidad cada mes desde enero de 2023, cuando arrancó con 273.920, hasta los 167.880 de octubre de 2024, 106.000 clientes menos. Entre junio y octubre del año pasado (última cifra disponible), la empresa perdió 12.000 clientes desde los 179.115.
Las ventas del departamento fotovoltaico también están en caída libre. En el primer trimestre de 2024 cayeron a 4,7 millones de euros respecto a los 7,1 del año anterior, en el segundo estuvieron por debajo de la mitad que en el mismo periodo de 2023 al pasar de 6,6 a 2,7 millones, similar a lo que ocurrió en el tercer trimestre, en el que se cerraron 2,6 millones de euros en ventas por los 5,9 millones del mismo periodo del año anterior. En número de instalaciones, eso se traduce en una reducción a la mitad en los tres primeros trimestres de 2.392 instalaciones nuevas en 2023 a 1.003 hasta septiembre de 2024.