La coyuntura económica actual, marcada por la subida de los precios y las progresivas alzas de tipos de interés, también han sembrado el negativismo entre los autónomos. Según los resultados del XVIII Barómetro de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), el 32% de los empresarios creen que sus negocios evolucionarán negativamente en lo que resta de año. Un 37,8% de los autónomos consideran que sus empresas rendirán de una forma similar a la vista en los últimos meses, mientras que el 19,7% son más optimistas y creen que este ejercicio será más positivo que el anterior. El 10,5% restante no ha contestado.
Pese a que entre los autónomos sigue habiendo quienes creen que 2023 será un ejercicio positivo para sus negocios, tres de cada diez empresarios consideran que este año será peor que el anterior. Y es que, el actual curso ha comenzado de una forma similar al anterior. La inflación en España, pese a decrecer poco a poco, sigue siendo elevada, especialmente la de los alimentos. Esto se enmarca en un contexto en el que los principales bancos centrales han elevado los tipos de interés hasta en dos ocasiones y han asegurado que lo que está por venir son políticas monetarias más restrictivas. Y es que, por ejemplo, para el BCE, la inflación de la eurozona no cederá hasta el 2% ansiado hasta 2025, abriendo la puerta a nuevas alzas de las tasas de interés.
El 80% de los autónomos tiene una percepción negativa sobre la economía
Esto repercute de lleno sobre la empleabilidad y, sobre todo, sobre el desarrollo empresarial de los negocios españoles. Tal y como revelan los resultados del XVII Barómetro de la ATA conocidos este lunes, el 80% de los autónomos tienen una percepción negativa o muy negativa sobre el desempeño de la economía española.
El anterior curso, el cual no fue especialmente positivo para la economía del estado español, ha sembrado el pesimismo entre los autónomos, quienes han adoptado una posición cautelosa con respecto a la economía española. Aunque esta creció por encima del 5,5% en 2022, la realidad es que los principales indicadores macroeconómicos cerraron un curso nada halagüeño y, además, proyectaron un 2023 similar, dominado por las subidas de tipos de interés y el encarecimiento de los costes.
El alza de los costes “pone en riesgo la continuidad de muchos autónomos”
Tal y como ha afirmado este lunes Lorenzo Amor, presidente de ATA, la subida de los precios y la escalada de los costes de las materias primas “están poniendo en serio riesgo la continuidad de muchos autónomos, al aumentar sus gastos por encima de sus ventas”. Pese a que las condiciones económicas parecen ir mejorando, la realidad es que el contexto empresarial sigue siendo complejo.
De hecho, el mismo barómetro realizado por la ATA indica que la mayoría de los autónomos no perciben una mejoría de su situación en el primer trimestre de 2023 con respecto al mismo periodo en el año anterior. Tal y como revelan los resultados del estudio, el 45,6% de los empresarios aseguran tener una situación idéntica a la vivida en el primer trimestre de 2022, mientras que el 33,6% de los autónomos afirman estar peor de lo que lo estaban. El 21% de los autónomos consultados consideran que sus negocios han crecido con respecto al primer tramo de 2022.
El optimismo se ha mitigado entre los empresarios, quienes señalan al aumento de los gastos como el principal problema para sus negocios. Cabe destacar que, este lunes, se ha conocido que la inflación es uno de los factores que ha provocado la destrucción de 3.900 pequeños negocios. Pese a que hay más empresas de gran envergadura, las microempresas son otras de las damnificadas por una situación que, pese a haber mejorado en los últimos meses, sigue siendo negativa.
Los gastos han crecido para el 85,3% de los autónomos
De ahí que, según el Barómetro de ATA, el 85,3% de los autónomos encuestados afirman que sus gastos han crecido con respecto al anterior curso, mientras que el 10,2% afirman que han sido similares. Tan solo el 4,6% de los autónomos han notado una reducción de los gastos.
Aunque sigue habiendo autónomos que encaran el futuro con optimismo, la mayor parte de ellos auguran un entorno negativo para sus negocios. Todo dependerá de cómo evolucione la inflación, la cual sigue siendo el principal problema para las empresas. Además de ello, no hay que olvidar que los bancos centrales mantendrán sus políticas monetarias restrictivas, las cuales se mantendrán, como poco, hasta 2024.