Banco Sabadell quiere crecer en solitario y al igual que hizo en 2020, ha comunicado a BBVA este martes que rechaza su oferta de fusión. Hace casi cuatro años el motivo fue el precio. Esta vez, el banco que preside Josep Oliu da cuatro claves más al mercado para defender que quiere seguir creciendo orgánicamente, como ha hecho en estos años donde ha disparado su beneficio, ya que ha pasado de ganar 2 millones en 2020 a más de 1.000 millones en 2023.
La primera de ellas es que el Sabadell cree que BBVA no está valorando correctamente sus perspectivas de crecimiento como entidad independiente, que es lo que lleva defendiendo desde que rechazó a BBVA la primera vez y César González-Bueno se puso al frente de la entidad como consejero delegado.
La oferta de BBVA "infravalora significativamente el proyecto de Banco Sabadell”, señala el banco en la misiva enviada esta tarde a la CNMV. Hay que recordar que, tras un resultado récord a cierre de 2023 de 1.300 millones de euros, el banco catalán tuvo que revisar al alza sus previsiones para 2024. Y que de nuevo, a cierre de marzo, cuando la entidad ha ganado otro récord (esta vez trimestral) de 308 millones, ha vuelto a dar nuevas guías al mercado.
Para el conjunto del 2024, Sabadell pronosticaba un crecimiento de un dígito bajo (del 1,5%) del margen de intereses, que ahora eleva al 3%. Y una rentabilidad (ROTE) del 11,5% que ahora, asegura, superará el 12%. “Hay una mejora clara”, destacaba el CEO en la presentación de resultados, donde incluso anticipaba que la rentabilidad “será aún mayor en el año 2025”, ya que prevén que su filial británica, TSB, que este ejercicio se encuentra “en fase de transición”, será el que más crezca e impulse la rentabilidad del grupo.
La segunda clave de esta fusión es el valor para los accionistas. El banco que preside Josep Oliu no tiene un núcleo duro como CaixaBank con La Caixa o Unicaja con la Fundación, de hecho, entre sus principales inversores se encuentran una docena de fondos estadounidenses que se reparten hasta un 22% del capital, con BlackRock o Fintech Investments a la cabeza (tienen más de un 3%) seguido del mexicano David Martínez, que es uno de los máximos accionistas del banco con casi un 3,5%.
Pero, velando por estos inversores minoristas, el consejo de Sabadell confía en la estrategia de crecimiento del banco en solitario "generarán un mayor valor para sus accionistas" que si le absorbiera BBVA, lo que provocaría su extinción y acabar, además con 140 años de historia y su posición como cuarto banco más grande del país por activos.
En la carta incluso aprovecha para reiterar que como parte de "su firme compromiso con la creación de valor para el accionista" el consejo mantendrá el compromiso de distribuir a los accionistas, de manera recurrente, cualquier exceso de capital por encima del 13% de la ratio CET1.
En este contexto, además, Sabadell da una tercera clave en la carta donde rechaza la oferta de BBVA. Y es la caída en bolsa que ha tenido en estos días el banco vasco, de entorno al 9%, la cual considera "significativa". Dicha caída hace creer al consejo que la oferta de BBVA genera “una incertidumbre adicional" al valor de la propuesta de fusión. En los mismos días, desde el martes y hasta el cierre de este lunes, las acciones de Sabadell se han revalorizado precisamente un 9%.
Finalmente, el banco catalán da una cuarta y última clave en la misiva. Cree que esta decisión está “alineada” con el interés de los clientes y empleados de Banco Sabadell. Si bien, la fusión de BBVA-Sabadell crearía un gigante bancario, que inevitablemente tendría que reducir costes mediante ajustes de plantillas y reducción de oficinas en España, donde habría solapamientos y duplicidades.
De hecho, BBVA ya había indicado a Sabadell en la oferta de fusión que los costes de reestructuración serían de 1.500 millones aproximadamente. Y los analistas estimaban hasta 4.000 salidas.
Lo mismo ocurre con los clientes (Sabadell tiene unos 6,5 millones) que suelen ser los más afectados en este tipo de operaciones corporativas, ya que deben enfrentar unos meses de gran incertidumbre hasta que el banco más grande absorbe al más pequeño, y tras ello llegan los cambios de números de cuentas o de condiciones en determinados productos, además de Bizum, aplicación móvil, etc.
Reparto de poder y precio
Ricardo Zion, profesor de EAE Business School, añade dos razones más, el precio y el reparto del poder. "La historia se repite. Al igual que ya sucedió en 2020, el Consejo de Banco Sabadell ha rechazado la oferta de BBVA. Varias son las razones esgrimidas, pero, al igual que hace cuatro años, las principales son dos: el precio y el reparto de poder".
En cuanto al precio, la prima que estaba dispuesto a pagar BBVA comparado con el precio actual de la cotización no lo hacía demasiado atractivo para el accionista del banco catalán, explica.
Por otro lado, los egos de los banqueros se han vuelto a poner de manifiesto y los consejeros de Banco Sabadell no salían demasiado bien parados con la propuesta de BBVA (solo se ofrecían tres sillones) y eso ha vuelto a ser un freno para la operación.
"Parece bastante difícil creer que después de lo ocurrido hace apenas cuatro años, BBVA no haya sopesado mejor su oferta o que incluso no haya consensuado al menos la oferta con el banco catalán. Se supone que se trata de una oferta amistosa, con lo que no le hubiese costado nada acercarse para consensuar una oferta aceptable", añade.