Unos ochenta de trabajadores de Holaluz han pedido la extinción de su contrato después de que la compañía eliminara el teletrabajo como una opción laboral. Los sindicatos ven en la eliminación del trabajo a distancia un ERE encubierto por parte de la dirección de la energética, asegura que la cifra representa en torno a un tercio de la plantilla, que antes de iniciarse el proceso que facilitaba las salidas era de 230 personas. La compañía, sin embargo, minimiza el impacto y se remite a la cifra de trabajadores que consta en su última información oficial, que es de 356 empleados -son datos de junio del 2024 remitidos al BME Growth, la bolsa de las pymes.
Los ochenta de trabajadores que se han acogido a la extinción de contrato eran de perfiles "variados", según han explicado fuentes de la empresa a la ACN. La dirección comunicó la decisión el pasado mes de enero, por lo cual desde el pasado 31 de enero, todo el personal ha tenido que trabajar en la oficina que el grupo tiene en Barcelona.
Para llevar a cabo la medida, la dirección comunicó a los empleados que se acogía a la Modificación Sustancial de las Condiciones de Trabajo, que permite dejar la empresa con una indemnización de 20 días de sueldo por año trabajado, con un máximo de 9 mensualidades, tal como recoge la ley.
El comité de empresa de Holaluz ha denunciado la situación y mantiene abierto el conflicto contra la decisión de eliminar totalmente el teletrabajo. De hecho, la CGT ha interpuesto una demanda por esta cuestión. Desde la CGT se defiende que Holaluz era consciente de la importancia del teletrabajo para su plantilla, ya que hacía cinco años que se disfrutaba de este derecho y en una encuesta el mes de septiembre "el 97,7% de los trabajadores respondieron que el teletrabajo era una condición indispensable para seguir en la empresa". El sindicato también acusa a Holaluz de estar poniendo en juego su propio Plan de Igualdad, ya que "son más mujeres que hombres las que han solicitado la extinción de contrato por culpa de la dificultad para la conciliación familiar".
Los representantes de los trabajadores consideran que es una decisión que persigue la disminución del número de trabajadores para paliar la dificultosa situación económica que atraviesa la compañía desde hace más de un año. Eso ha provocado que, si a finales de 2022 el grupo estaba formado por 520 trabajadores, ahora solo haya en torno a unos 300.
La dirección de Holaluz está pendiente de anunciar una junta general de accionistas, que a finales de enero desconvocó por acuerdo "unánime" del consejo de administración. La compañía justificó que la decisión se adoptó "buscando el mayor interés social y de los accionistas". La compañía todavía no ha comunicado el balance económico de 2024, un ejercicio del cual se conoce que los ingresos sufrieron un significado retroceso durante los primeros seis meses del año.
De enero a junio de 2024, registró una facturación de 152,3 millones de euros, delante de los 323,5 millones en el mismo periodo de 2023, mientras que el resultado neto consolidado mejoró un 35,4% al registrar una pérdida de 13,5 millones de euros, delante de los 20,9 millones que restó en el mismo periodo del ejercicio anterior.
La compañía atribuye el descenso en las ventas en la bajada de precios de la electricidad, los elevados tipos de interés y la escasez de subvenciones que frenan particulares y empresas a optar por el autoconsumo solar. El 30 de junio, Holaluz tenía más de 300.000 contratos, de los cuales 16.118 de gestión de instalaciones solares, un 11% interanual más.