Los recortes de personal en el sector financiero continúan. Abanca planteó a los sindicatos en septiembre un ERE de 140 personas por el excedente de plantilla que se produjo con la integración de Targobank. Pero los sindicatos han negociado con la entidad gallega una reducción del número de afectados mediante un nuevo plan de prejubilaciones con el que pretenden que los trabajadores se marchen de manera voluntaria y no con salidas forzosas.
Las prejubilaciones tienen las mismas condiciones que el banco y los sindicatos pactaron en 2021 (pueden acogerse las personas nacidas antes de 1968 y que lleven al menos 10 años en el banco) aunque hay una particularidad. Y es que esta vez solo podrán solicitar salir por esta vía quienes trabajen en las 17 provincias donde Abanca determina que hay excedente de plantilla.
El banco que preside Juan Carlos Escotet cerró junio (último mes del que hay datos disponibles) con 6.790 empleados entre España y Portugal. Abanca sumó a unos 500 trabajadores con la integración de Targobank y ha calculado que el excedente de plantilla por el solapamiento de oficinas y la duplicidad en los servicios centrales es de unas 140 personas, que en su gran mayoría (el 75%) están en Madrid. Pero también en Barcelona, Baleares, Málaga, Guipúzcoa, La Rioja, Sevilla, Valencia, Álava, Asturias, Córdoba, Vizcaya, Castellón, Almería, Cádiz, Jaén y Zaragoza.
Según lo acordado entre Abanca y los sindicatos UGT, Comisiones Obreras y SIB-sf, solo podrán adherirse a las prejubilaciones los trabajadores de esas ciudades y tendrán que comunicarlo al banco, como tarde, hasta este viernes 11 de octubre. Después Abanca tendrá de plazo hasta el martes 15 para aceptar o rechazar las solicitudes. Las salidas podrían empezar ya en noviembre porque la idea del banco es que el proceso sea ágil y finalice antes de empezar el 2025.
Por otra parte, Abanca permitirá la salida de aquellas personas que solicitaron prejubilarse en 2021 y que cumpliendo en ese momento todas las condiciones establecidas, no pudieron hacerlo. Bajo ese plan se marcharon del banco 230 personas a lo largo del 2022, pero fueron 311 las solicitudes de jubilación presentadas, por lo que hubo un sobrante de unas 80.
Objetivo: reducir los despidos
En paralelo, el jueves 17 de octubre la entidad y los sindicatos iniciarán el periodo formal de negociación del ERE. Abanca revelará entonces cuantas personas se van a prejubilar y a cuanto se reducen los 140 despidos planteados inicialmente. A partir de ahí tendrá 30 días para negociar el excedente de plantilla, que debería estar resuelto a finales del mes de noviembre.
El objetivo de los sindicatos es que el resto de las salidas (los que no puedan hacerlo con prejubilaciones) sean voluntarias, con indemnización por parte de Abanca. Pero en caso de que no se cubran las plazas suficientes con las jubilaciones anticipadas, habrá salidas forzosas, reconocen.
También tratarán el tema de la movilidad geográfica para evitar despidos mediante traslados compensados. Y negociarán la homologación de condiciones para las personas que provienen de Targobank y CEMCICE, para que se rijan por el mismo convenio colectivo que los trabajadores de Abanca.