El Consejo Constitucional de Francia, equivalente a un Tribunal Constitucional, ha validado el impuesto que aprobó el Ejecutivo francés para gravar con un 4,6% los ingresos de las autopistas y que las concesionarias, entre ellas la española Abertis, recurrieron. La decisión del tribunal se fundamenta en que este impuesto no constituirá una ruptura en la igualdad de los operadores franceses respecto a sus competidores internacionales y que no supone una carga excesiva en sus obligaciones tributarias, según recoge el texto. Además, la tasa solo se aplicará a partir de un determinado umbral de volumen de negocios y de rentabilidad --120 millones de euros y un 10%, respectivamente--.

Fuentes de Abertis consultadas por Europa Press han rechazado hacer comentarios al respecto. Su filial francesa, Sanef, figura entre las compañías que recurrieron este impuesto, junto con otros grandes operadores de autopistas del país y también de aeropuertos, al gravar este impuesto ciertas operaciones aeroportuarias. La tasa comenzó a aplicarse el 1 de enero de este año y Abertis calculó que el impacto en sus cuentas financieras podría ascender a 80 millones de euros.

Coste de 80 millones

El Gobierno francés espera recaudar hasta 600 millones de euros con este impuesto, importe que destinará a financiar iniciativas relacionadas con la transición ecológica. Un análisis de Sabadell recuerda que Sanef concentra el 36% del resultado bruto de explotación (Ebitda) del grupo Abertis, participado al 50% ACS. El impacto en la compañía de Florentino Pérez se limitaba al 1,5% de su precio en bolsa, aunque ya estaba recogido en su valoración.