Los accionistas de Grifols han aprobado el bono de 1,5 millones para Nacho Abia, nombrado nuevo consejero delegado hace dos meses tras el ataque de Gotham y ante la necesidad de buscar un primer ejecutivo externo a la familia. El pago de entrada para el directivo ha sido polémico y algunos proxy advisors han recomendado votar en contra, pero la medida ha salido adelante.

La compañía de hemoderivados catalana ha celebrado este viernes en Sant Cugat del Vallès su junta de accionistas ordinaria de 2024, con un cuórum del 56%, en la que ha aprobado las cuentas del año pasado, la gestión, el informe de remuneración de los accionistas y también los cambios en la política de remuneración, que incluyen el bono para Nacho Abia. También han concretado que la semana que viene cerrrán la venta del 20% de Shanghai Raas a Haier, negociada hace meses.

Para el consejo, según el informe de su comisión de nombramientos, el bono a Abia es “una medida extraordinaria justificada únicamente en este caso específico”, por la renuncia a los incentivos que el nuevo CEO de Grifols ha hecho al dejar su antigua empresa, Olympus, tras 20 años. “Por ello, para atraerle y que aceptase el cargo en Grifols, el consejo consideró necesario compensarlo”.

Además, la farmacéutica catalana incide en el hecho de que el nombramiento de un CEO externo a la familia era una “exigencia de los inversores”, que pasaban por “la separación de la gestión y la propiedad hacia una mejor gobernanza corporativa”, con lo que la compañía está “plenamente comprometida”. Por ello, el bonus para Abia “debía ser atractivo para él debido a la competitividad en el sector de la salud y los altos salarios pagados en los Estados Unidos en comparación con Europa”.

En consejo destacó también que necesitaba un consejero delegado con experiencia “tanto en el sector de la salud como en los Estados Unidos, dada la importante actividad llevada a cabo allí” por Grifols, que tiene más de la mitad del negocio y la plantilla en Norteamérica. “Todas estas circunstancias hicieron aconsejable que la comisión de nombramientos y retribuciones aprobara un paquete retributivo específico para Nacho Abia”, concluye el informe del consejo.

Thomas Glanzmann, presidente de Grifols, dio la bienvenida a Abia a su primera junta y alabó su perfil y su trabajo en el poco tiempo que lleva al frente de la compañía: “Nacho tiene un historial sobresaliente de éxito y ejecución global. Ya nos estamos beneficiando de su estilo de liderazgo personal”. Glanzmann, además de repasar el 2023, se ha referido a las acusaciones de Gotham y ha asegurado que han respondido a todas y ha recordado que han tomado acciones legales contra el fondo.

Raimon Grifols defiende la ética de la farmacéutica

Raimon Grifols Roura, vicepresidente de la compañía y CEO hasta hace pocos meses, ha defendido “la ética” de la compañía, que ha calificado como “un ejemplo de buenas prácticas” durante sus más de 100 años de historia. “En 2022, Víctor Grifols Deu y yo empezamos a pensar en cambiar la forma de gobernanza de la compañía. Con el apoyo del consejo y de la familia, entonces se inició el camino que termina hoy” con el apoyo de la junta al nombramiento de Abia.

Grifols ha agradecido el apoyo a los accionistas desde el salto a bolsa de la compañía, pero ha querido excluir “específicamente a aquellos que actúan contra la compañía para el beneficio propio a corto plazo, porque perjudican a todos los accionistas”, en clara referencia a Gotham.

Nacho Abia explica las previsiones de 2024

En su primer discurso ante la junta, Nacho Abia, alicantino, ha empezado en catalán pero se ha pasado en seguida al castellano. Abia ha explicado su trayectoria, ha agradecido el nombramiento, ha alabado a la farmacéutica y su equipo y ha pasado a explicar sus prioridades para este año, que pasan sobre todo por potenciar la generación de caja y la reducción de la deuda.

Nacho Abia ha explicado que ya ha iniciado un plan para mejorar la generación de caja, que pasa por ser más eficiente, simplificación y reducción de estructura para ahorrar costes. También revisarán los costes inmobiliarios. Pese a ello, ha asegurado que “Grifols tiene un enorme potencial” y que “no podemos olvidarnos del crecimiento”, porque “los lanzamientos de los nuevos productos serán clave”.

Con estas medidas, Grifols prevé cerrar este año con un crecimiento de los ingresos del 7%, un ebitda por encima de los 1.800 millones de euros, con un margen sobre el 25%, y una significativa reducción de la ratio de morosidad de hasta 4,5 veces el ebitda.