Adidas perdió 39 millones de euros en el primer trimestre de 2023, según ha informado este viernes. La multinacional de ropa y material deportivo sigue perjudicada por la ruptura de la relación comercial con el rapero Kanye West, que le ha supuesto un lastre millonario. Las pérdidas contrastan con el beneficio de 482 millones de euros que registró la compañía en el mismo periodo del año anterior.

Si en 2022 la ruptura de la relación entre la empresa alemana y el artista estadounidense ya supuso un descenso del beneficio del 71%, el inicio de este ejercicio sigue estando marcado por la misma circunstancia. De este modo, Adidas explica que la interrupción del negocio de Yeezy, la marca desarrollada en colaboración con Kanye West, ha supuesto un lastre de alrededor de 400 millones en la comparación anual, principalmente en las regiones de América del Norte, China y EMEA (Europa, Oriente Próximo y África).

En este sentido, las ventas de la compañía entre enero y marzo sumaron un total de 5.274 millones de euros, lo que supone un 0,5% menos que el año anterior. Por contra, los costes derivados de las ventas aumentaron un 9,7% en el primer trimestre, hasta alcanzar los 2.911 millones de euros.

Adidas reduce su margen bruto

Por mercados, las ventas de Adidas registraron un crecimiento del 3,1% en Europa, Oriente Próximo y África (EMEA), hasta alcanzar los 1.996 millones, mientras que en Norteamérica cayeron un 16,1%, hasta situarse en los 1.177 millones. Respecto al mercado chino, las ventas en el gigante asiático fueron de 884 millones de euros, lo que supone un descenso del 11,9%. No obstante, en Asia-Pacífico los ingresos crecieron un 12%, hasta 567 millones y en Latinoamérica aumentaron un 42,6%, hasta los 595 millones.

En cuanto al margen bruto, Adidas señala que en el primer trimestre de 2023 este bajó 5,1 puntos porcentuales, hasta el 44,8% desde el 49,9%. El motivo principal, según explica la multinacional, fue el aumento en los costes de la cadena de suministro, así como a mayores descuentos en el mercado, que no pudieron ser compensados por el efecto positivo de las subidas de precios implementadas por la compañía.

"El primer trimestre terminó un poco mejor de lo que esperábamos.El crecimiento de las ventas sin Yeezy fue del 9%", ha señalado el consejero delegado de Adidas, Bjorn Gulden en un comunicado. El máximo ejecutivo asegura que, si bien los inventarios siguen siendo demasiado altos, ya son 300 millones de euros inferiores a los de principios de año. En este sentido, Gulden destaca que la empresa continúa trabajando para normalizar sus niveles de stock, algo "crucial" para poder reducir los niveles de descuento.

Las cifras de 2023 serán decepcionantes

"Adidas tiene todos los ingredientes para ser la mejor marca deportiva del mundo, crecer con fuerza y ser una empresa rentable. Sólo necesitamos algo de tiempo. 2023 será un año agitado con cifras decepcionantes, en el que maximizar nuestros resultados financieros a corto plazo no es nuestro objetivo. Es un año de transición para construir una base sólida para un mejor 2024 y un buen 2025 y más allá", ha subrayado el CEO de la compañía.

Es por ello que la compañía sigue esperando que los ingresos, excluyendo el efecto del tipo de cambio, disminuyan a una tasa de un dígito alto en 2023. Situación que se da en un contexto macroeconómico complicado y todavía protagonizado por las tensiones geopolíticas, con elevados riesgos de recesión en América del Norte y Europa, e incertidumbre en torno a la recuperación en China.

Asimismo, Adidas espera que la evolución de sus ingresos también se vea afectada por las iniciativas para reducir significativamente los altos niveles de inventario, mientras la compañía sigue revisando las opciones para el stock de Yeezy. De este modo, ha vuelto a señalar que, si decidiera cancelar el inventario de Yeezy, reduciría el beneficio operativo en 500 millones de euros adicionales este año.

Un coste al que se le sumaría el impacto negativo estimado de otros 200 millones en costes relacionados con la revisión estratégica en curso. "Si todos estos efectos se materializaran, la compañía espera reportar una pérdida operativa de 700 millones de euros en 2023", ha asegurado.