La banca ha cortado el grifo del crédito tras las rápidas subidas de tipos de interés. El sector quiere evitar un repunte de la morosidad como ocurrió después de la crisis de 2008, así que ha endurecido los criterios de riesgo y está concediendo menos hipotecas. Entretanto, las familias también están pidiendo menos dinero prestado al banco porque devolverlo sale ahora más caro. Y todo esto ha hecho que cambie el perfil del hipotecado en España.
“Según ha ido encareciéndose la financiación bancaria, el perfil del comprador de vivienda en España ha cambiado”, explican desde Sociedad de Tasación. El comprador actual es de posición solvente o con destino inversor. Además, destina un mayor porcentaje de ahorros al pago de la vivienda. De hecho, a cierre de abril (último mes del que hay datos disponibles) casi el 40% de las viviendas que se vendieron en España se pagaron a tocateja, sin hipoteca.
Se trata de la cifra más alta en 39 meses, desde septiembre de 2019, cuando se alcanzó el 41%. Además, dicha cifra ha ido subiendo con ímpetu desde que el pasado verano, el Banco Central Europeo decidiera subir los tipos de interés por primera vez en 11 años. Una subida que no quedó aislada, desde entonces se han llevado a cabo siete más, lo que hace que los tipos de interés alcancen ya el 4%.
Así, los últimos datos del INE han puesto de relieve que en marzo la firma de hipotecas cayó un 16% respecto al año pasado y además ese mes, el tipo medio al que se firmaron los préstamos fueron los más altos en seis años. Fue a partir de diciembre cuando la banca echó el freno y empezó a conceder menos hipotecas, de hecho, solo en enero la concesión estuvo ligeramente por encima del 2022, el resto de meses la cifra ha sido inferior.
En el mismo tiempo ha ido subiendo el número de viviendas que se pagan del tirón, con ahorros. Tras la cifra máxima alcanzada en septiembre de 2019 (cuando suponían el 41% del total) esta cayó por debajo del 30% entre 2020 y 2021, durante la pandemia, por las facilidades que pusieron los bancos para prestar dinero. Pero empezó a subir el pasado verano al mismo ritmo que lo hacían los tipos, hasta llegar al 38% en abril.
La banca espera caídas de más del 30%
Desde Sociedad de Tasación no se aventuran a dar una cifra, pero tienen claro que la concesión de hipotecas caerá este 2023 respecto a los últimos años. “No sé cuánto, pero evidentemente van a caer. Los bancos quieren dar financiación, pero tienen que prevenir riesgos”, comentaba este jueves Consuelo Villanueva, directiva de la compañía, en una presentación.
El objetivo del sector financiero, de hecho, es no llegar al pico del 13,6% de morosidad que se alcanzó cinco años después de la crisis del 2008. Menos aún cuando la tasa de mora está ahora en su mejor nivel desde 2008, en el 3,5%. Las propias entidades prevén que suba durante este ejercicio, pero ligeramente. Lo que sí está en sus previsiones es una caída abrupta en la concesión de hipotecas.
Algunas entidades, de hecho, ya lo notaron en el primer trimestre. Así, Unicaja vendió entre enero y marzo casi un 50% menos de hipotecas que en el mismo periodo de 2022 por las subidas de tipos de interés. La caída fue menor, aunque también relevante, si se compara con el último trimestre de 2022, en este caso sería de un 38%.
Las cuentas del primer trimestre del Banco de Sabadell también mostraron una caída en la concesión de hipotecas de casi el 20% respecto al año pasado y superior al 30% en comparación con el último trimestre de 2022. Mientras que BBVA, el tercer banco más grande de nuestro país, vaticinó a cierre de marzo que el banco venderá hasta un 35% menos de hipotecas en España este año.
Asimismo, el Banco de España ya advirtió en su última 'Encuesta sobre Préstamos Bancarios' de un frenazo en la concesión de crédito por parte de las entidades este 2023, que ya se está empezando a ver.