Tupperware se declara en quiebra en Estados Unidos. La icónica marca de recipientes herméticos de plástico, utilizada para llevar la comida al trabajo o a cualquier sitio, no ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos tras 78 años en el mercado. Asfixiada por las deudas y la caída de ventas, sus responsables han iniciado voluntariamente un proceso judicial para intentar salvar la marca como sea.
En un comunicado, la empresa estadounidense asegura que se han acogido a este proceso judicial para salvar la marca y avanzar hacia un modelo digital y más tecnológico.
Cuando anunciaron la decisión este martes, sus acciones se hundieron el 57% en la Bolsa de Nueva York y se suspendió la cotización. En realidad, su caída no sorprendió a nadie. Desde hacia mucho tiempo sonaban las alarmas sobre sus dificultades, incluso sobre una posible desaparición, tal como informó ON ECONOMIA hace más de un año.
Los documentos aportados al tribunal de quiebras del estado de Delaware sitúan los activos de Tupperware entre los 500 y 1.000 millones de dólares, pero las deudas superarían los 1.000 millones e, incluso, podrían multiplicar este importe. Las malas noticias se han sucedido en los últimos años. En 2022 retrasaron la presentación de las cuentas por problemas contables. Y el pasado verano ya anunciaron la posibilidad de cerrar su única fábrica en Estados Unidos, lo que supone el despido de 150 empleados.
Con el teletrabajo, no hay 'túppers'
La pandemia incrementó las dificultades porque, con el teletrabajo, dejaron de utilizarse este tipo de recipientes de cocina. Además, Tupperware ha tenido una competencia creciente en los últimos años en todo el mundo. Continuamente aparecen nuevas soluciones.
Los expertos apuntan que los errores financieros, la desaparición del modelo de venta directa en la era del comercio electrónico y el aumento de alternativas baratas, incluidos los envases reutilizables de las entregas de alimentos, han influido en la caída de Tupperware. El problema de la empresa es sobre todo su mala gestión: fueron visionarios en el concepto, la comida para llevar, pero no han sabido ir en concordancia con los cambios.
Sean de la marca que sean, a los recipientes herméticos para llevar la comida se les conoce por ‘túppers’. Dieron nombre a este utensilio de cocina. Tupperware fue fundada por Earl Tupper (1902-1983), un químico norteamericano, en 1946. Los productos de polietileno estancos en el aire y en el agua, con su tapa de doble cierre, se vendían en los grandes almacenes, pero no tuvieron éxito inmediatamente porque los potenciales clientes no sabían cómo utilizarlos. Entonces, una vendedora llamada Brownie Wise empezó a vender Tupperware en reuniones de posibles clientes. Sin embargo, en 1958, Tupper despidió a la señora Wise, a quien llegaron a contratarla como vicedirectora.