Aena ha presentado este jueves su plan estratégico 2024-2026 y en este contempla reformar la Terminal 1 del Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat para poder instalar las máquinas que permitirán a los pasajeros pasar el control de seguridad sin necesidad de sacar líquidos o aparatos tecnológicos. Pero la compañía insiste en que lo que necesita este aeródromo es una ampliación para poder dar cabida a más pasajeros y seguir siendo líder.
"Lo mantengo, me parece un grave error no ampliar el aeropuerto de Barcelona, afectará negativamente a la competitividad de la economía catalana y por ende, a la española. Y más si el aeropuerto de Madrid sí va a ampliarse para tener más capacidad en el mismo periodo previsto. Madrid va a alcanzar los 90 millones de pasajeros y no hacerlo en El Prat será un freno para Catalunya, y la movilidad de sus ciudadanos. No puedo más que reiterar mi lamento, pero la pelota sigue en el tejado del Govern catalán", comentaba el presidente de Aena, Maurici Lucena.
Lucena insistía en que no pueden hacer ningún tipo de ampliación si hay derivadas medioambientales "con la oposición de la Generalitat". "Nada de esto ha cambiado y tampoco mi opinión".
El presidente de Aena también aquejaba las trabas administrativas para poner en marcha la ciudad aeroportuaria de Barcelona. "Nos encantaría, pero es muy complicado todo allí. Lo digo con doble dolor, porque no solo soy presidente de Aena, también catalán".
El desarrollo de la Ciudad Aeroportuaria de Barcelona está vinculado al proyecto de ampliación del aeropuerto y los trámites urbanísticos están ralentizando algunos desarrollos. De hecho, Aena no da una fecha de lanzamiento para este proyecto y sí lo da, por ejemplo, para la Ciudad Aeroportuaria de Madrid.
Lucena asegura que hay demanda para desarrollar esas zonas, pero en Catalunya "todo va todo más lento de lo que querríamos y administrativamente es muy complicado". Sobre la reforma de la T1, Lucena ha recordado que en todos los aeropuertos del mundo se está procediendo al cambio de las máquinas de revisión de equipajes de mano en los filtros de seguridad.
Las nuevas máquinas son más seguras y van a ser más cómodas, entre otras cosas van a permitir no tener que separar los líquidos, ordenadores, etc.
Pero son máquinas que tienen "exigencias mayores de profundidad y amplitud". La idea inicial de Aena era distinta a la que prevén ahora porque la terminal quedaría apretada y para que no se resienta la experiencia del cliente, la mejor alternativa es retranquear la fachada de la T1 para que quepan bien las máquinas, por razones exclusivamente de seguridad.
"Esto no tiene nada que ver con la ampliación del aeropuerto, que está relacionada con el aire, con las pistas", aclaraba Lucena. "Porque el problema de Barcelona de falta de capacidad si la demanda sigue llegando al aeropuerto está en el lado aire y no en la terminal".
Por otra parte, Lucena descartaba un hipotético traspaso de la gestión del aeropuerto de Barcelona a la Generalitat. "Ese debate nunca se ha planteado, con la estructura de propiedad de la compañía público-privada lo veo extraordinariamente difícil", añadía.