Un informe elaborado por la consultora Steer cuantifica en más de 700 millones de euros el impacto que podría tener en el PIB catalán la introducción del impuesto al combustible de la aviación que se está debatiendo actualmente en la Unión Europea (UE).
Dicho informe, comisionado por Airlines for Europe (A4E) y la Asociación Europea de Líneas Aéreas Regionales (ERA), destaca que el impuesto al queroseno supondría también un freno en los esfuerzos de las compañías aéreas para avanzar en la sostenibilidad, ya que el dinero recaudado no se destinará a la descarbonización de la aviación.
Y advierte de, además del PIB, reduciría el gasto turístico y provocaría una caída de los puestos de trabajo en Catalunya. En concreto, el estudio concluye que el gravamen provocaría una reducción de 724 millones de euros en la economía catalana, una caída del 6% en la demanda de pasajeros y una disminución de 1.000 millones de euros en el gasto turístico.
En el conjunto de España, el impacto de este impuesto causaría una reducción de hasta 7.700 millones de euros en la contribución al PIB, una caída del 8,7% en la demanda de pasajeros y una disminución de 6.100 millones de euros en el gasto turístico.
Airlines for Europe y la Asociación Europea de Líneas Aéreas Regionales encargaron un estudio a la consultora económica para calcular el impacto económico de un impuesto intracomunitario al combustible de la aviación, con especial atención a algunas de las regiones de la UE cuyas economías dependen especialmente del transporte y el turismo, entre ellas España y Catalunya.
Tras conocer dicho impacto, las dos asociaciones piden a la UE que vete este impuesto y se centre en la aplicación de medidas que posibiliten de forma efectiva la reducción del impacto ambiental de la aviación y que preserven a su vez la competitividad económica y los beneficios sociales de las aerolíneas europeas y del sector de la aviación.
Entre estas medidas, proponen invertir en el desarrollo del Combustible Sostenible de Aviación (SAF por sus siglas en inglés), tecnologías aeronáuticas más sostenibles, así como reformar el espacio aéreo europeo para lograr una mayor reducción de emisiones de CO2.
Ourania Georgoutsakou, directora general de Airlines for Europe, ha destacado en la presentación del informe este miércoles que las compañías aéreas ya pagan por sus emisiones de carbono. "Formamos parte del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la UE desde hace más de 10 años, siendo el único sector del transporte sujeto a este sistema hasta la fecha. Reclamamos encarecidamente a los responsables políticos a que se centren en ofrecer soluciones que aceleren la descarbonización de la aviación en Europa lo antes posible".
Por su parte, la directora general de la Asociación Europea de Líneas Aéreas Regionales (ERA), Montserrat Barriga, ha comentado que pagar más impuestos, en este caso un impuesto al queroseno, que solo va destinado a aumentar los ingresos públicos, "ejercerá más presión sobre los precios de los billetes de avión y no harán nada por el medio ambiente". Cree que el sector necesita inversiones que contribuyan a sus esfuerzos por alcanzar las cero emisiones netas, pero "no más impuestos", ha insistido.
Por su parte, ALA, la asociación de referencia en España, ha respaldado en un comunicado la posición de A4E y ERA en contra de un impuesto al queroseno de la aviación. El presidente, Javier Gándara, ha afirmado que un impuesto "no descarboniza" y, sin embargo, tiene un impacto muy negativo en la economía y el empleo, especialmente en las regiones más dependientes del turismo, como Catalunya.
"No debemos olvidar que la meta es la descarbonización de la aviación, y que adoptemos las soluciones más eficaces para conseguirlo. El momento es ahora. Es decisivo trazar el mejor camino, con las mejores soluciones, que nos conduzcan a esa deseada descarbonización”.