Las aerolíneas han programado para la temporada de verano (que en España se extiende desde abril y hasta octubre) 219 millones de vuelos, un 3% más que en temporada estival de 2019, antes de la pandemia. Pese a que la cifra es mayor que entonces, se ha reducido respecto a la anunciada hace un mes por Aena, el gestor de los aeropuertos. La compañía reveló que la programación sería un 4,4% superior que la de antes del Covid y alcanzaría los 221,8 millones de asientos.
Esta caída, del 4,4% al 3% tiene que ver con la huelga de controladores aéreos en Francia. Según datos de Eurocontrol, España es el país más afectado después del país galo, donde se ha originado esta huelga. Las cancelaciones, retrasos y caídas en la puntualidad son una constante, recordaba este lunes el presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), Javier Gándara.
"La caída de oferta para este verano se produce por muchas cosas, pero sí, fundamentalmente por las cancelaciones de Francia", reconocía. El espacio aéreo francés es un lugar de paso casi obligado para las conexiones entre nuestro país y el resto de Europa, aunque el vuelo no tenga origen o destino Francia. La huelga, añadía, ha incrementado en un 60% las cancelaciones de vuelos en España frente a lo normal y en casi un 90% los retrasos.
En los primeros cuatro meses del año se cuentan hasta 94 días de paro en el control aéreo francés, lo que ha provocado una preocupante caída de la puntualidad, que Eurocontrol estima en un 9% de vuelos, aunque en aeropuertos más dependientes de los sobrevuelos en Francia, como el de Barcelona, pueden llegar hasta el 20% de caída.
En este sentido, el presidente de ALA recalcaba la necesidad de que la Comisión Europea exija a Francia que blinde los vuelos que cruzan el espacio aéreo francés para proteger a los pasajeros, que son los más perjudicados por las huelgas del control aéreo en Francia. Eurocontrol estima un coste de 8 millones de euros de media al día por cancelaciones y otros 6 millones por retrasos para todas las compañías aéreas europeas. En total, 476 millones de euros en sobrecostes por los 34 días de movilizaciones entre el 1 de marzo y el 9 de abril.
Respecto a los asientos programados para el verano, el presidente de ALA destacaba que hay diferencias entre regiones y ciudades. Así, en Canarias, Baleares y Andalucía se han programado un 7,8%, 7,4% y 8,2% más de vuelos que en 2019 respectivamente. Mientras que en Madrid y Barcelona las cifras aún están por debajo de las de ese ejercicio. En concreto, un 3% y un 8%. El hecho de que estas dos ciudades aún sigan por debajo se produce por la lenta recuperación del tráfico corporativo, el de los viajes de negocio. Tras la pandemia, muchas compañías siguen teletrabajando y otras han reducido las reuniones presenciales, aclaraba Gándara.
Con todo, la previsión de la Asociación de Líneas Aéreas es optimista para la temporada de verano, pues en el primer trimestre de 2023, el tráfico aéreo español ha estado por encima de los niveles prepandemia, con unos porcentajes de crecimiento del 2,1% en enero, 2,2% en febrero y en un 0,6% en el mes de marzo. "A pesar del momento de crisis económica que vivimos, los datos están demostrando las ganas de los pasajeros de viajar y esperamos que este verano se alcance ya la recuperación definitiva de un sector que se ha mantenido robusto y capaz de superar las dificultades ocasionadas por la pandemia”, concluía el presidente de ALA.