El presidente de Havas Group España, Alfonso Rodés Vilá, entra en el negocio de la iluminación decorativa, o sea, en la producción y comercialización de lámparas de diseño. En compañía de su futuro yerno, el emprendedor Carlos Pierre Trias de Bes –por cierto, primo del fundador de Glovo–, y de su amigo empresario Alfonso Vilá Recolons ha constituido la sociedad ParachilnaStudio, que recientemente se adjudicó la unidad de producción de Parachilna, un taller de lámparas de la Colonia Güell (Barcelona) que estaba al borde de la desaparición. Ahora se proponen relanzar esta marca.
La antigua Parachilna entró en concurso de acreedores y, posteriormente, en liquidación. Su último presidente antes de la quiebra fue Friedrich Eiber, empresario de origen austriaco dedicado al comercio de aparatos de iluminación. Un juzgado mercantil de Zaragoza, ciudad en la que tenía su sede social, adjudicó la unidad de producción a ParachilnaStudio, una sociedad constituida en junio pasado en la que aparecen como administradores Alfonso Vilá (presidente), Alfonso Rodés (consejero) y Carlos Pierre (consejero y secretario).
En este consejo coinciden empresarios de la vieja y de la nueva economía, pero todos con apellidos ilustres. Y, además, mantienen lazos familiares. Alfonso Rodés ha incorporado a Carlos Pierre, pareja de su hija Gloria, empresaria de la restauración que está al frente de la cadena Enlagloria; y a su amigo y, a la vez, pariente lejano Alfonso Vilá, especialista en reflotar empresas en crisis.
Carlos Pierre es el cofundador y presidente de Badi (Badiapp Technologies), una aplicación para alquilar habitaciones. En este consejo coincide con su primo Óscar Pierre, así como con los inversores Dídac Lee (Galdana Ventures) y Javier Rubió (Barlon Capital).
Alfonso Vilá empezó su trayectoria en el grupo familiar Vilá Marsans, fundado por su padre, José Vilá Marsans, y durante años ejerció de director general de Bic en España. Ahora está centrado en el sector inmobiliario y financiero.
Aún hay más lazos familiares en Parachilna que explican el aterrizaje de Alfonso Rodés en un negocio de lámparas. Uno de los fundadores de la marca y accionista en sus inicios, Román Riera, es su cuñado. Los Riera son una estirpe que se ha dedicado a la iluminación decorativa desde hace casi un siglo.
Fuentes de la empresa reconocen a ON ECONOMIA que los lazos familiares y la tradición pesaron mucho en la decisión de los nuevos administradores de implicarse en la salvación de la marca.
En 1932, Antonio Riera Clariana fundó un taller de metalistería en la calle Madrazo de Barcelona llamado Metal Artes. En la década de los cuarenta, se especializó en la fabricación de lámparas con el nombre de Metalarte, pero no fue hasta los setenta cuando esta firma se convirtió en un referente de la iluminación decorativa. Producía lámparas de autor. Diversos premios nacionales de diseño trabajaron en sus modelos. En 2013, Román Riera, descendiente del fundador, se separó de Metalarte para crear Parachilna junto a otros socios. Mantuvieron la apuesta por el diseño en la iluminación. No obstante, la pandemia y, posteriormente, la crisis de las materias primas condujo esta empresa al concurso de acreedores.
En esta nueva etapa, Parachilna mantendrá las instalaciones que ha ocupado hasta ahora en una antigua fábrica de la Colonia Güell, en el municipio de Santa Coloma de Cervelló, según precisan fuentes de la empresa. De los 13 empleados que tenía en el momento de la presentación del concurso, solo quedan cinco en la actualidad.
Continuarán produciendo y comercializando lámparas de diseño. Más adelante se plantean elaborar otros elementos decorativos para el hogar. Todo apunta a que también trabajarán para uno de los actuales socios, Carlos Pierre, en uno de sus nuevos negocios: después de la pandemia, se encarga de la gestión y reacondicionamiento de edificios propiedad de family office. Precisamente, para estos trabajos de reforma necesita soluciones de decoración e iluminación imaginativas.