El grupo Almirall, la farmacéutica catalana especializada en productos de dermatología bajo prescripción, prevé invertir unos 400 millones de euros en desarrollo e investigación de nuevos productos con alta base innovadora, en los próximos tres años. La compañía de la familia Gallardo, que cotiza en la Bolsa española, considera que en los próximos años las ventas de su portafolio de medicamentos se mantendrán al alza, “puesto que la dermatología de prescripción es una de las áreas terapéuticas que más crecimiento registra”, ha asegurado el consejero delegado y presidente del consejo de administración de la compañía, Carlos Gallardo, durante la celebración este viernes de la junta general de accionistas.
El consejero delegado ha asegurado que se mantendrá al frente de la compañía en los próximos años, después de que su nombramiento en noviembre de 2022, tras la salida repentina de Gianfranco Nazzi, que estuvo un año y medio en el cargo. “Confío en la capacidad de crecimiento de la compañía y espero acompañarlo con la confianza que ha depositado en mí el consejo de administración”, ha asegurado. “Como miembro de la familia fundadora, es un privilegio asumir el liderazgo de la compañía tras dos generaciones que la han dirigido con éxito”.
Gallardo ha expuesto que el posicionamiento de la compañía, especialmente en Europa, seguirá consolidándose con productos biológicos para el tratamiento de la psoriasis y la dermatitis atópica. En el primer caso, el tratamiento para la psoriasis Ilumetri, con el que obtuvo unos buenos resultados en 2022, con unas ventas netas superiores a 124,6 millones de euros y un aumento interanual de las ventas del 52,1%. En dermatitis atópica, la compañía lanzará en 2024, Lebrikizumab, un tratamiento biológico avanzado, de primera línea, para la dermatitis atópica de moderada a grave, en el que la marca ha depositado muchas esperanzas y que da por sentado que “será un acelerador del crecimiento”. Respecto al peso de la compañía en Estados Unidos, el consejero delegado ha apuntado que las perspectivas para 2024 son menores que las esperadas para los mercados europeos.
El grupo está obteniendo muy “buenos resultados” en los mercados europeos, con un negocio de 863,2 millones de euros, representan un crecimiento interanual del 6,6%, en 2022. Según Carlos Gallardo, el presente ejercicio será “un año de transición”, a la espera de los nuevos lanzamientos, “con un nivel estable de las ventas, con un crecimiento medio respecto al año anterior y con el pronóstico de alcanzar un resultado operativo (ebitda) de entre 165 y 180 millones de euros”.
Almirall cerró 2022 con “un balance saneado y una sólida posición de liquidez”, con una deuda neta de 0,8 veces el ebitda, por lo que “tenemos capacidad también para el crecimiento inorgánico”, ha insistido Carlos Gallardo. El máximo directivo del grupo ha asegurado que se mantendrán las operaciones de compra o venta de productos “en función del aporte de valor que tengan para la firma, en el caso de las compras, y de su madurez en el mercado, para las desinversiones”. “Pero no queremos distraernos con grandes operaciones de compra, ha asegurado, sino centrarnos en la investigación y la innovación de nuevos productos para un crecimiento sostenible y acelerado”, ha comentado. También ha puesto énfasis en el hecho de que las patentes actuales tienen vigencia más allá de 2030. El pasado año, la inversión en I+D fue de 103,2 millones de euros, hasta alcanzar el 12% de las ventas netas.
La junta de accionistas ha aprobado un dividendo de 0,19 euros por acción, con un montante de 34 millones de euros, con cargo al ejercicio 2022. A preguntas de los accionistas, la compañía ha informado de que el valor contable en libros es de 1.318 millones, mientras que la capitalización bursátil asciende a 1.607,32 millones de euros, con la acción cotizada a fecha de hoy en 8,8 euros. Carlos Gallardo ha argumentado que la caída de la cotización en el último año ha sido consecuencia de la evolución macroeconómica.