Catalunya ha vivido una avalancha de inversiones los últimos días, una semana después de que el Congreso pusiera punto final al impuesto extraordinario a las empresas energéticas. Repsol y Moeve anunciaron, el miércoles y el viernes respectivamente, varios proyectos en el país, mientras que también Endesa incrementará inversiones, según han confirmado a ON ECONOMIA fuentes del sector. En total, son 1.700 millones de euros que, si se hubiera alargado el gravamen, muy probablemente no verían la luz.

El Gobierno se emperró en hacer permanente el impuesto a las energéticas, tal como ha hecho con el de la banca, en parte por la presión de la parte de Sumar y también de Podemos, partido al cual Pedro Sánchez necesita para sacar adelante la legislatura, dentro de la compleja aritmética parlamentaria en la cual se mueve. De hecho, primero pactó con Junts no sacar adelante el impuesto y después acordó lo contrario con los morados.

Con Junts llegó a un acuerdo el octubre pasado, que incluía un paquete fiscal que ahorraba 2.500 millones a las pequeñas y medianas empresas y libraba a las mutuas de un nuevo impuesto, entre otras medidas. El paquete no incluía el impuesto a las energéticas, que era rechazado frontalmente por Junts. "No votaremos a favor de ninguna medida que ponga en riesgo inversiones en Catalunya", subrayó Míriam Nogueras, portavoz del partido en el Congreso de los Diputados. "Estamos haciendo aquello que nunca hará el señor Illa, priorizar Catalunya," añadió.

Junts ha sido uno de los opositores al impuesto: "No votaremos a favor de ninguna medida que ponga en riesgo inversiones en Catalunya"

Unas semanas más tarde, Sánchez pactó con Podemos aprobar el impuesto mediante un decreto ley, que entra en vigor después de la aprobación en Consejo de Ministros, y lo hizo a finales de diciembre. Eso sí, tenía que ser convalidado por las Cortes en el plazo de un mes, cosa que no pasó por la oposición de Junts y el PNV, y el 22 de enero, el impuesto decayó definitivamente.

Esta decisión daba respuesta a las reclamaciones del sector energético, que aunque siempre se han opuesto al impuesto, entendían que la situación que lo justificaba en 2022, la gran subida de los precios energéticos por la invasión de Ucrania por parte de Rusia, ya no existía. Así lo recogió también la Comisión Europea en un informe a finales de 2023. Sin embargo, el Gobierno no quería renunciar al impuesto, por el cual ha recaudado 2.800 millones de euros en los dos años de vigencia.

Los proyectos que reviven sin el impuesto

Repsol es la compañía que más ha pagado por el impuesto, y también la que más rápido ha reaccionado después de la derogación del decreto. Este miércoles, su consejo de administración aprobó la inversión de 800 millones para levantar una ecoplanta en Tarragona, que dará trabajo a 340 personas, que serán 2.800 durante la construcción. Lo que hará esta instalación es convertir residuos urbanos en metanol renovable, combustible que se destinará a la descarbonización del transporte, especialmente el marítimo. La previsión es que convierta 400.000 toneladas anuales de residuos en 240.000 toneladas de combustibles renovables.

La compañía que preside Antoni Brufau aprobará una segunda inversión, en este caso de 300 millones de euros, para construir un electrolizador que generará 150MW de hidrógeno verde en Tarragona. Repsol ejecutará este proyecto junto con Enagás Renovables y Messer, que forman parte del consorcio T-Hynet.

Moeve anunció este viernes la inversión de 200 millones en Catalunya en varios proyectos vinculados a la transición energética. El más importante, al cual destinará 120 millones, es el desarrollo de como mínimo 6 plantas de biometano, que utilizan purines para generar gas renovable. Se espera que sumen 0,4TWh al año de biometano, que podrá ser utilizado en las infraestructuras actuales de distribución.

El segundo proyecto de la empresa que dirige Maarten Wetselaar en Catalunya es la fabricación de electrolizadores en Tarragona: potenciará la actividad del centro industrial de ensamblaje que Thyssenkrupp Nucera tiene en la ciudad catalana, a través del ensamblaje de los electrolizadores que utilizará en su planta de Huelva, con una capacidad de electrólisis de 300 MW. Así, Moeve vincula la inversión en Tarragona con el Valle Andaluz del Hidrógeno, su proyecto estrella, al cual destina 3.000 millones de euros. Además, Moeve incrementará las inversiones en infraestructuras logísticas en el Port de Barcelona, para potenciar la producción de biocombustibles.

Endesa presentará al Govern 400 millones más de inversiones

Endesa no ha hecho un anuncio, pero este mismo febrero presentará al Govern sus planes de inversión para los dos próximos años, que recogerán un incremento de 400 millones sobre lo previsto. Como adelantó ON ECONOMIA, la compañía que dirige José Bogas mantenía congelado este incremento sobre los 884 millones previstos para el trienio 2025-2027 a causa del impuesto. Después de su derogación, fuentes del sector aseguran que los podrá hacer y los planteará al Govern.

Como empresa titular de parte de la red eléctrica de Catalunya, Endesa cada año hace unas inversiones para su mantenimiento y mejora, que presenta a la Generalitat y esta las aprueba. Las de mantenimiento nunca han estado en peligro, pero las de incremento de capacidad y modernización de la red sí que se estaban frenando por el impuesto. Ahora Endesa las vuelve a recuperar y prevé, entre los 884 millones iniciales y el incremento de 400 que impulsará ahora, destinar casi 1.300 millones a inversiones en Catalunya hasta 2027.