Tras meses de negociaciones, Telefónica anunció a principios de año que 3.640 trabajadores se habían apuntado de manera voluntaria a los expedientes de regulación de empleo que la compañía comunicó que aplicaría a sus tres principales filiales en España: Telefónica España, Móviles y Soluciones. El ERE se resolvió definitivamente unas semanas más tarde y se saldó con la salida de 3.420 trabajadores. Con esta reestructuración de la plantilla, la operadora asumía un coste total de 380.000 euros por empleado, una cifra inferior a la de los planes de salidas realizados por la compañía en los últimos tiempos, cuando los costes ascendían por encima de los 570.000 euros por trabajador.
La operadora española, con este ERE, se sumó a una lluvia de despidos en el sector de las telecomunicaciones en un contexto marcado por la caída de ingresos, la elevada competencia y las fusiones entre compañías. A mediados de año, Avatel acordó con los sindicatos el procedimiento de despido para 674 empleados de los 1.886 que tenía en España. La quinta empresa de telecomunicaciones española llegó a un acuerdo con los diferentes sindicatos para pactar un ERE que afectaría a un máximo de 674 trabajadores, prácticamente 200 menos de los inicialmente propuestos. Esta cifra suponía casi el 36% de la plantilla del negocio, que también contempló adhesiones voluntarias.
Una semana después de este ERE, Zegona confirmó que reestructuraría Vodafone Espanya. El movimiento realizado por el fondo británico, que compró Vodafone por 5.000 millones de euros, se saldó con el despido de prácticamente 900 trabajadores, un 27% total de la plantilla. Este ERE fue el quinto que Vodafone Espanya realizaba en 11 años, aunque Zegona se comprometió a no hacer más despidos hasta el 31 de diciembre de 2025.
MasOrange, fruto de la fusión de Orange y MásMóvil, puso sobre la mesa la salida voluntaria de 795 trabajadores, casi el 10% de la plantilla. El acuerdo final entre la compañía y los sindicatos se saldó con 650 personas afectadas. En su propuesta definitiva, MasOrange elevó la indemnización para las personas que se adhirieron de manera voluntaria al proceso de salida. En total, el ajuste de MasOrange afectó a las 6 nuevas entidades jurídicas que componen el grupo: Orange Espagne, OsFI, R-Telecable, Euskatel, Lorca y Xfera Móviles
Las telecomunicaciones en Europa: recortes y destrucción de empleo
Sumando los procedimientos de regulación de empleo confirmados este año, el mercado de las telecomunicaciones ha triturado más de 5.600 puestos de trabajo, una cifra que confirma la mala salud del sector. De hecho, Telefónica, Vodafone y Orange han eliminado más de 15.000 empleos en la última década en España a través de diferentes programas de ajustes de plantilla. Con la actualización de datos del 2024, la cifra superaría los 20.000 empleados afectados. Y estos recortes de puestos de trabajo en el sector no son un fenómeno aislado en España, sino que se enmarcan en un contexto más amplio que está afectando también a las empresas de telecomunicaciones europeas, las cuales prevén eliminar más de 90.000 puestos de trabajo en los próximos años.
Estas compañías lo harán a través de diferentes planes de reestructuración, algunos de ellos muy agresivos. Un ejemplo es la británica BT, que a mediados de año confirmó la intención de eliminar hasta 55.000 empleos hasta el 2030. Otro ejemplo sería Nokia, que tiene la intención de despedir a 14.000 personas, mientras que Ericsson prevé recortar más de 8.500 sitios de trabajo.
Elevada competencia y agresividad en los precios
Con respecto a los beneficios de estas compañías, todas o casi todas han visto su balance resentido. Telefónica registró un beneficio neto atribuido de 989 millones de euros en los tres primeros trimestres del ejercicio, un 21,7% menos en comparación con los 1.262 millones de euros del mismo periodo del año anterior. Sin embargo, en términos ajustados, el beneficio neto en el periodo alcanzó los 1.914 millones de euros, lo cual supone un 16,8% más en la comparativa interanual. Con respecto a los ingresos, la facturación acumulada entre enero y septiembre fue de 30.418 millones de euros, lo que representa una ligera caída del 0,26% en comparación con los 30.499 millones de euros del mismo periodo del curso previo.
Vodafone Espanya, por su parte, cerró su segundo trimestre fiscal (julio-septiembre) con unos ingresos de 903 millones de euros, un 1,5% menos que la cifra obtenida en los tres meses anteriores. Con respecto a los ingresos de Zegona, la firma de inversión británica registró pérdidas de 213 millones de euros en su primer semestre fiscal. El grupo, que solo cuenta con Vodafone España entre sus activos, registró un resultado operativo negativo de 59 millones de euros.
Con respecto a la teleco resultante de la fusión de Orange y MásMóvil en España, MasOrange facturó 5.465 millones de euros en el acumulado de los nueve primeros meses del año, cosa que supone un incremento del 0,5%. Solo en el tercer trimestre del año, la multinacional facturó 1.855 millones de euros, lo que supone un 1,1% más en comparación con la cifra obtenida entre julio y septiembre del curso anterior. Según la CNMC, el sector de las telecomunicaciones facturó en el tercer trimestre 5.525 millones de euros, de los cuales más del 82% se lo repartieron Movistar, Vodafone y MasOrange.
Con respecto al global, las telecomunicaciones españolas redujeron sus ingresos un 0,6% durante el tercer trimestre. Ni las grandes ofertas y descuentos de verano ni las promociones habituales sirvieron para impulsar el negocio, inmerso en un entorno de agresividad de precios y elevada competencia.