Antoni Pont, presidente de honor de Borges Group, el conglomerado agroalimentario que creó su abuelo, considera que el éxito de la compañía proviene de los valores empresariales que lo han sostenido a lo largo de los años y de "la reinvención permanente" que ha garantizado su continuidad y rentabilidad. Tanto es así que Borges Group facturó 850 millones de euros en el 2024, cumpliendo con la hoja de ruta que se ha marcado para incrementar el negocio dentro de los 1.000 millones en el 2028 y ha conseguido un resultado operativo (ebitda) de 40 millones.

Por el camino, en el 2024 también, el grupo decidió deshacerse de la división agrícola, hasta el punto de aprobar la exclusión de bolsa de la sociedad BAIN. Porque la decisión de que habían tomado para fomentar la integración vertical desde las plantaciones a la comercialización "concluimos que era un proceso que se volvía muy largo y con unas rentabilidades a largo plazo", según ha reconocido Pont este jueves en un encuentro con empresarios de la patronal Aijec. Por lo cual, ahora se ha tomado la decisión de aplicar otra estrategia que pide fomentar el área industrial y de comercialización a escala mundial, no en vano la exportación representa el 70% del negocio. Y dentro de este plan se incluye la diversificación, incorporando productos complementarios, ha reconocido Antoni Pont, advirtiendo que "ahora ya no estoy en la gestión directa de la compañía".

La compañía hace años que optó por la profesionalización de los órganos de dirección y dejó paso a la cuarta generación de la familia - "son 14 herederos de 4 ramas familiares", ha destacado Pont- que se han quedado en la categoría de accionistas y un representante de cada rama familiar tiene un puesto en el consejo de administración, junto con el consejero delegado del grupo, David Prats. Desde allí se asegura de que "la compañía siga creciendo por medio de la diversificación, la internacionalización y el espíritu de marca", ha dicho su presidente.

Antoni Pont ha dado un repaso de los valores que comparten a todos los accionistas de la compañía, que pertenecen "a una estirpe campesina y que son fieles a las raíces de la tierra". "Yo seguí los consejos de mi padre, que defendía que a la vida es importante definirte por lo que eres", y mantuve "en la ética y el trabajo".

El presidente de honor de Borges Group, Antonio Pont Amenós. Foto: Albert Canalejo / AIJEC

Voluntad de hierro y ducha fría

El heredero más mayor es uno de los cuatro miembros de la tercera generación, tiene 90 años, y hace gala de "tener una voluntad de hierro" y "ambición, pero con valores". Una voluntad de hierro que hace que "nunca haya conocido el agua caliente para ducharme", ha dicho delante de un amable auditorio que sonreía al escuchar cómo enfatizaba que otro de los consejos de su padre fue echar cada día la siesta, "y yo la hago de pijama y ducha fría".

También ha tenido palabras para resaltar los valores que imperan a la compañía familiar. El principal: el talento que tiene que tener la empresa y saber promocionarlo, "porque el factor humano es el que diferencia una empresa". De hecho, "empieza por uno mismo" y hace falta que "sabe de qué eres capaz. Su receta: si sabes qué eres y aspiras a trabajar en aquello que sirves, con actitud positiva para proyectar tus virtudes, tendrás éxito.

En la vertiente de empresario, Antoni Pont considera que es importante asumir riesgos; correr riesgos para alcanzar objetivos. También tomarse los fracasos como una nueva oportunidad y ha insistido en el hecho de que "no tener éxito no tiene que servir para descalificar a un empresario; si te caes y te levantas y sales adelante es notorio", ha concluido. Como ejemplo, Pont ha puesto la decisión de que tomó la familia en 1996, cuando un incendio desbastó la fábrica de Reus, y "decidimos construir una nueva y mejor".