Aperitivos y piscolabis, salsas, vermuts, conservas de pescado y marisco, conservas vegetales y muchos otros alimentos y bebidas se ven cuando se atraviesa la puerta de Bar Nave, el bar restaurante y tienda que el fabricante de conservas Espinaler tiene en Vilassar de Mar (Barcelona). Es todo un mundo de centenares de referencias de producto -más de 300- que comercializa esta empresa familiar reconocida internacionalmente por la salsa para los berberechos que inventó a la década de los 50 del siglo pasado Ventureta Roldós, esposa de Joan Tapias. Es una combinación de vinagre, pimentón, pimienta negra y especias, todo de primera calidad, explica a ON ECONOMIA, Miquel Tapias Roldós.
"Hace más de 125 años que desarrollamos el arte del aperitivo con nuestro conocimiento de las mejores materias primas y los procesos de elaboración", manifiesta el presidente del grupo, Miquel Tapias, quién sigue en el día a día de la empresa, aunque ya ha cedido la gestión a sus hijos David y Miki Tapias, tataranietos del fundador, son la quinta generación al frente de Espinaler. "Ofrecer un producto de altísima calidad, elaborado y envasado a su momento óptimo" con unos valores que "incorporó a mi padre", asegura Tapias. Mi padre siempre decía: si engañas a la gente, te engañarás a ti mismo", explica.
Espinaler tiene sus orígenes en 1896, cuando Miquel Riera i Prat se instala en Vilassar de Mar (Barcelona), procedente de una masía situada cerca del puente del Espinal (Argentona), e inaugura la taberna Espinaler, donde se ofrecía vino y vermú a la gente del pueblo. Más adelante, el 1907 abre el estanco a Vilassar, y el negocio se desarrolla.
Sentado en Bar Nave, conocido como la taberna Espinaler, Tapias recuerda como su padre, hacia mediados de los años 40 cogió las riendas del estanco que la familia tenía en Vilassar, donde se servía vino y se vendía tabaco, y hace un cambio radical: "deja el vino para servir un vermú de calidad, porque él tenía un paladar muy desarrollado y sabía lo que era bueno". Este ha sido uno de los valores que ha marcado las siguientes etapas de la empresa, además de "la formalidad y la seriedad", añade Tapias. "Tenemos que pensar que los productos Espinaler solo van al 5% de los consumidores de cada ciudad, porque tenemos un artículo Prémium", insiste.
El actual presidente del grupo se atribuye el siguiente estadio de desarrollo de la compañía, el de la creación de marca y la expansión dentro y fuera de España. Simbólicamente, se ejemplariza con el cambio del logotipo, que pasó de ser "una sardina que fumaba un puro a una sardina que se apoyaba en un bastón; y ahora ya es simplemente una sardina".
De Galicia en Portugal: el cambio climático
Y, más allá de los símbolos, empresarialmente, Miquel Tapias continuó y consolidó el esfuerzo de su padre por obtener en Galicia los mejores berberechos y almejas para hacer las conversaciones. "Las primeras empresas conserveras de Galicia las sacaron adelante los catalanes", recalca Tapias y hace memoria "de todo lo que hemos conseguido desde Vilassar, que es mucho".
Al mismo tiempo, no obvia que el sector de las conservas de marisco está amenazado por el cambio climático: "las rías gallegas eran espectaculares, y este año ya hemos tenido que comprar berberechos en Portugal". Se tiene que pensar que, por cada kilogramo de berberechos que se captura, se puede elaborar una lata y media de conserva y, en el 2023, no hubo captura de berberecho en Galicia y "la que se encontró no era un producto que diera el tamaño que buscamos como marca". Porque la marca Espinaler sabe que hay otros mercados, como la Bretaña francesa, Dinamarca, Holanda, Reino Unido... para ir a buscar la materia prima, "pero no el tamaño ni el sabor es lo mismo; el plancton es diferente, las aguas son frías, y el producto acaba siendo diferente".
La compra del marisco se cierra cada año hacia el mes de octubre y de allí se produce en la nave que la compañía tiene en Argentona. Allí se instalaron en el 2017, para afrontar la expansión. La plantilla total de la compañía es de unos 103 empleados. La marca quiere dar respuesta a la exportación -que aporta el 38% de las ventas- y a la demanda del resto de España. Sus mercados de exportación tradicionales son los Estados Unidos, Bélgica, Alemania, Francia, Reino Unido; y se va profundizando en otros lugares con potencial de crecimiento, como es el caso de Australia, por ejemplo.
Un negocio exportador, el 38%
Desde entonces, Espinaler es actualmente un grupo que facturó 25 millones en el 2023 y "obtendrá una cifra similar este año", con un incremento importante para la división comercial que compensará la bajada de facturación a la división de vinos por la contracción del mercado. Uno de los ejes es la diversificación y el lanzamiento año tras año de nuevas referencias de producto que se distribuye de las mejores marcas, principalmente de proximidad, o con la marca Espinaler y la producción hecha con terceros. Este año han incorporado el aceite picante, las olivas taberneres, las patatas fritas de bolsa con sal marina o la conserva de carne de centollo... El grupo también dispone de una segunda marca Pepus, que surgieron para vender las conservas de berberechos y almejas que no tenían el tamaño adecuada para ser Espinaler, pero que tienen la misma calidad.
La primera franquicia
Ha cerrado el año 2024 con nuevos hitos en el negocio ha entrado en cadenas de supermercados en los Estados Unidos; el crecimiento en el canal de grandes superficies en todo Catalunya y España; y la puesta en marcha del proyecto La Taverneta Espinaler en Sant Cugat del Vallès (Barcelona). Este último proyecto no lo saca adelante en solitario. Espinaler ha hecho a un modelo de franquicia en alianza con Stoneweg Places & Experiences, división de Stoneweg dedicada a la promoción de iniciativas culturales, educativas, gastronómicas y de entretenimiento. La compañía cede su marca y aporta el producto y Stoneweg explotará y gestionará un establecimiento en la plaza del Monasterio de Sant Cugat.
Miquel Tapias no quiere explicar demasiada cosa de este proyecto. "Ya se verá", se limita a comentar, porque es una iniciativa en "modus de prueba". Aunque admite que podría haber un segundo local en el 2025, "es un tema confidencial, en proceso de revisión". Y que no deja de ser un paso más en la diversificación de la marca.