La banca se comprometió en febrero de 2022 a mejorar la atención de las personas mayores después de la presión ejercida por el Gobierno español tras la fuerte repercusión que tuvo el movimiento ‘Soy mayor, no Idiota’ protagonizado por Carlos San Juan. Pero, casi dos años después, los mayores denuncian que la atención no ha mejorado lo suficiente y sobre todo critican las trabajas que ponen las entidades para hacer gestiones en ventanilla y usar la libreta de ahorro.
Según los datos recogidos por la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin) en su último ‘Estudio sobre digitalización y exclusión financiera’ uno de los efectos más claros de esta exclusión en los mayores está en no permitirles hacer operaciones en la ventanilla de las oficinas bancarias, por ejemplo, retiradas de efectivo o pagos de recibos. Los bancos suelen obligar a los clientes a hacer estas gestiones en los cajeros automáticos, penalizando con comisiones a quienes decidan acudir a la caja.
Esta realidad se mantiene pese al compromiso del sector financiero a no cobrar comisiones, al menos a los mayores, y a darles atención prioritaria en las sucursales. Y es que solo un 12% de los mayores señala que sí puede hacer operaciones en ventanilla, mientras que un 88% declara que no. La cifra ha mejorado ligeramente respecto al año pasado, cuando solo un 10% aseguraba poder hacer operaciones en ventanilla.
El estudio, sin embargo, muestra grandes diferencias entre las zonas rurales y las más pobladas. En las de menos de 25.000 habitantes el porcentaje es mayor, casi un 22% está satisfecho frente a un 18,40% del año pasado. Pero en las grandes ciudades, las que superan los 250.000 habitantes incluso se produce una ligera bajada, pasando del 5,90% del año 2022 al 5,80%, en estos momentos. Es decir, son menos las personas que pueden operar en caja.
En este sentido, casi el 89% de los mayores señala que su banco le sigue obligando a hacer operaciones en el cajero pese a la dificultad que encuentra este colectivo para entenderse con estas máquinas, que cada vez están más digitalizadas. Se trata de un porcentaje muy elevado, aunque mejora respecto al 91,20% del año pasado.
Los mayores tampoco ven una gran mejoría por parte de la banca respecto a la posibilidad de usar libreta de ahorro, un producto muy popular y de uso preferente entre los mayores para poder controlar su saldo y movimientos. Ante la pregunta de si puede seguir usando la libreta de ahorro en su banco, un 67% contesta que no, cuando hace un año era un 59%.
La cifra ha empeorado pese a que la banca se comprometió en marzo con el Gobierno a seguir permitiendo a los mayores de 65 años su uso. De hecho, fueron las propias patronales (AEB, CECA y Unacc) las que alertaron que los clientes estaban trasladando cierta preocupación por la posibilidad de que estas cartillas de ahorros se estuvieran cerrando en algunas entidades.
La encuesta de Asufin pone de relieve que es en las grandes ciudades donde se nota especialmente que cada vez se usa menos ante la negativa de la banca. El año pasado las usaba el 41% y este, el 31%. En las ciudades pequeñas de menos de 25.000 habitantes se mantiene en el 36,30% frente al 40,40% del año pasado.
Estos datos revelan que las entidades de mayor tamaño, presentes en las grandes ciudades de forma más intensa, están siendo más restrictivas con relación a las entidades más pequeñas, como las cajas rurales, que mantienen este recurso de forma mayoritaria, explica Asufin.
La banca defiende que sí ha hecho mejoras
En un encuentro organizado este jueves por Asufin, la asociación bancaria CECA, que representa a CaixaBank o Unicaja entre otras entidades, ha asegurado que sí se están haciendo mejoras para facilitar los servicios financieros a los mayores. Según ha desvelado, actualmente el 82% de las oficinas bancarias ya tienen horarios ampliados para poder atender a los mayores, una medida de la que se han beneficiado 5,6 millones de personas este último semestre.
Y también hay dos millones de "seniors" que han sido atendidos en call center, es decir, por personas que atienden por teléfono. Asimismo, la asociación ha asegurado que se han adaptado los cajeros automáticos para que los puedan utilizar los más mayores y se ha reducido el plazo de solución de las incidencias relacionadas con estas personas. Pero no se ha pronunciado sobre el servicio en ventanilla y las libretas de ahorro, lo más criticado.