La plantilla de Unicaja sigue sin respuesta de Rubiales y pide con urgencia una reunión para restablecer la paz laboral que se perdió hace ya dos años. Cuando hace un mes se conoció quien sustituiría a Manuel Menéndez como consejero delegado, los principales sindicatos del banco celebraron la noticia e hicieron saber al directivo malagueño que necesitaban un encuentro inminente donde poder exponer los principales problemas que afectan y preocupan a los empleados.
Pero 30 días después “seguimos sin respuesta”, revelan desde Comisiones Obreras, que da un segundo aviso al nuevo CEO. El sindicato recuerda que a principio de agosto enviaron una carta a Recursos Humanos junto a otros sindicatos (UGT y CSIF) transmitiendo su preocupación por el “empeoramiento” del clima laboral y pidiendo una reunión.
“Hasta ahora casi todo el mundo estaba de vacaciones y también por eso no se ha producido una respuesta, por eso vamos a reiterar la petición de esta reunión, porque ya es septiembre y urge retomar la negociación, ya que hay temas muy graves pendientes que desde luego se deben resolver para que traigan la paz laboral de cara a otoño”.
Una opinión que comparten desde CESICA, donde aseguran que la plantilla “necesita una solución que resuelva la gran cantidad de problemas que acumulan”. En este sentido recuerdan que “el día a día de los últimos dos años”, desde la fusión con Liberbank, “ha empeorado demasiado” y creen que ya es el momento “de hacer el viaje del retorno a la normalidad”.
CESICA también ha instado a RRHH a iniciar una negociación efectiva, incluso ha solicitado reuniones los martes y jueves para intentar encontrar soluciones de una manera “más rápida”, explican. A la vez han informado al resto de sindicatos de este requerimiento para que se puedan adherir a su petición.
Desde Suma+T manifiestan que también han solicitado al nuevo CEO, Isidro Rubiales, "que se reúna con ellos para transmitirle de viva voz cuáles son las inquietudes y problemas de Unicaja desde que se produjo la integración de Liberbank". Desde ese momento, aseguran, "todo lo que ha tocado el señor Menéndez ha funcionado según los criterios de Liberbank", lo que se traduce "en una mala gestión". el sindicato. "A la fecha seguimos pendiente de una respuesta, la esperamos con interés porque hay temas que preocupan a toda la plantilla, son muchos asuntos pendientes y no entendemos que se esté retrasando tanto".
UGT confía en que estas llamadas de atención servirán para que Recursos Humanos les cite en los “próximos días” porque la situación laboral es “compleja” después de las medidas aplicadas por el anterior consejero delegado. Entre sus reivindicaciones se encuentran la reclasificación de oficinas y la correspondiente subida salarial de los empleados, el teletrabajo o los préstamos hipotecarios de los trabajadores.
Hay que recordar que el nuevo modelo de oficinas implantado por Unicaja (que segmentado las sucursales en empresas, altos patrimonios, hipotecas…) ha hecho que algunos de los trabajadores tengan que cambiar de centro y cuando esto ha ocurrido, el banco les ha bajado de nivel pese a que se habían comprometido a no hacerlo, por lo que están ganando menos, según denuncian los sindicatos.
Unicaja es el banco que menos paga a sus trabajadores, tal y como ha quedado recogido en su informe financiero, y por ello, la representación laboral también lleva meses pidiendo a la entidad que se siente a negociar las condiciones de los nuevos puestos creados con este 'modelo de distribución objetivo', que ha supuesto la modificación de la red comercial, pero también una mejora salarial que les iguale a sus pares.
Además, denuncian la decisión tomada con el teletrabajo, ya que Unicaja decidió fulminarlo el pasado 1 de julio. Asimismo, los trabajadores del banco se muestran disconforme con sus préstamos hipotecarios, que siguen subiendo a la misma velocidad que lo hacen los tipos de interés. En este sentido, reclaman al banco que limite la subida porque están pagando más que los propios clientes.
Hay que recordar que centenares de trabajadores de Unicaja ya se concentraron a principio de año frente a la sede de la entidad en Málaga para exigir tanto una revisión de los tipos de los préstamos de los empleados como una mejora de las condiciones laborales. Recientemente, los empleados también han criticado la falta de personal en las oficinas. A consecuencia del ERE algunas sucursales sobreviven con muy poco personal para atender a los clientes, lo que sobrecarga de trabajo a los que se han quedado y les deja indefensos ante robos.