Los tripulantes de cabina de pasajeros (TCP) de Iberia tienen uno de los peores convenios del sector y en muchas ocasiones ni siquiera llegan al Salario Mínimo Interprofesional. Horas de vuelo a 3 euros, un sueldo base de 569 que hace que esa puede ser la remuneración en un mes de vacaciones o de baja y una compensación para llegar al Salario Mínimo Interprofesional que tan solo se cobra el año después son algunas de las condiciones que encienden a casi 1.200 azafatas y azafatos organizados en un grupo de Telegram para abordar una estrategia que les haga mejorar las condiciones.
Aunque hay quien habla de una huelga y se estudia también el contacto con abogados, los portavoces de Stavla, el sindicato mayoritario que ganó las elecciones sindicales en Iberia en 2023, se muestra confiado de que llegarán a un acuerdo con la empresa, que se ha convertido durante el segundo trimestre de este año en la aerolínea europea con más beneficios sobre ingresos con un margen del 15,3%. "Con los pilotos han llegado hace poco a un acuerdo. Esperamos que con nosotros también", comentan.
En 2022, los sindicatos por entonces mayoritarios firmaron un convenio que mejoraba los salarios, pero dejaba todavía la base muy por debajo del SMI, en 569 euros. Para que se garantizara que todos los meses se llega al Salario Mínimo Interprofesional, se pactó una cláusula de arrastre que, en el año posterior, compensaba las cuantías de aquellos meses en que entre el salario base y los complementos no se hubiera alcanzado el Salario Mínimo Interprofesional.
"Trabajamos todo el año a jornada completa y esperamos al año siguiente para llegar al SMI", lamentan las voces sindicales, que explican que "muchos tripulantes no pueden acceder a préstamos ni para comprarse un coche" por la baja base salarial que perciben. "Estamos bloqueados en nuestra vida personal. No podemos pedir una hipoteca", añaden. El sueldo base de 569 euros se complementa con un complemento fijo de 70 horas de vuelo mensuales, pero estas se pagan a 3,01 euros. Si sumamos el salario base al complemento por horas de vuelo, da como resultado que la hora se paga a unos 11 euros la hora.
La situación se agrava durante vacaciones, bajas laborales o durante el primer mes de trabajo, ya que los complementos se cobran durante el mes posterior. En esos supuestos, la nómina puede ser de poco más de 500 euros. "Si nos ponemos enfermos, no llegamos a cobrar el SMI ese mes, hasta el año siguiente nada. La gente viene a volar con fiebre porque no se puede permitir una baja. El absentismo laboral es casi inexistente", abundan fuentes sindicales.
En una nómina a las que ha tenido acceso ON ECONOMIA, el tripulante cobra 972 euros, correspondientes a 569 euros de sueldo base, de los que se deduce 225 para llegar a 364 netos, sumados a 608 euros por dietas, gastos de transporte y primas de viaje del mes anterior. Al contar con unos días de vacaciones y un curso, ni siquiera con las dietas alcanza al SMI.
Las cifras hasta ahora expuestas corresponden ala escala más baja de los diversos niveles de TCP en función de la antigüedad, el nivel 12, pero solo a partir del nivel 8 se empieza a sumar con las horas mínimas garantizadas y el sueldo base un total cercano o superior al Salario Mínimo. Y para llegar al nivel 8, es necesario sumar 16 años de antigüedad. O sea, que en muchas ocasiones para llegar al SMI con el sueldo base y los complementos fijos, es necesario estar 16 años en la empresa.
Si la nómina mensual muchas veces refleja sueldos por encima del Salario Mínimo es por las dietas, el plus de transporte y las comisiones de ventas a bordo, pero las dos primeras no son consideradas salario, puesto que son complementos que deben ser destinados a gastos indispensables y básicos, mientras que el último concepto, las comisiones, es variable y depende de las ventas que se completen.
Por todo ello, la principal reivindicación de los y las tripulantes organizados en el grupo de Telegram es que el salario base alcance el SMI, como de hecho sucede en compañías low cost, de forma que no sean necesarias compensaciones posteriores y que la cotización en vacaciones y durante las bajas no penalice al trabajador.
Existe también decepción entre el personal organizado en el grupo con los sindicatos que firmaron el convenio, si bien hay quien entiende "que creyeron que la cláusula de arrastre era un avance importante", apuntan voces sindicales de Stavla que sí que se opuso al nuevo convenio y después ganó las elecciones. Existe incluso una cuenta de Instagram que cuelga canciones de reggaeton y de pop críticas con los sindicatos mayoritarios y con las condiciones del sector.
Una vez consigan este sueldo por convenio sin necesidad de complementos, los tripulantes tienen otras asignaturas pendientes: los hoteles a los que van son peores que los de los pilotos, que pueden elegir, lo mal que se pagan las horas de vuelo o las horas de trabajo hasta llegar al vuelo (aún peor pagadas) y otra serie de condiciones. Pero, por ahora, la prioridad es el salario. "Prácticamente, la mitad de lo que cobramos son dietas", denuncia uno de los miembros del grupo, "y deberíamos poder permitirnos salir a cenar en nuestras pernoctas y no vivir como miserables de los desayunos", completa.