La transformación de la banca en los últimos años es evidente. Todos pagamos más con tarjeta que antes y utilizamos también más los canales digitales para operar, de manera que ya no vamos tanto a la oficina a hacer una transferencia o a sacar dinero, casi todo se hace por la app móvil o por la web. Y estos cambios se han traducido en un importante ajuste de personal, de sucursales, de cajeros, e incluso de bancos, dada la oleada de fusiones que se ha producido.

Según los datos de las asociaciones bancarias, entre 2007 -antes del estallido de la crisis financiera- y 2021, se ha cerrado un 60% de la red de oficinas en España, más de 26.000, y también se ha prescindido de unos 100.000 empleados, la mitad de los que había. Pero la pandemia fue un revulsivo para las fusiones bancarias y un paso más en su digitalización, lo que provocó nuevos recortes en 2022 a consecuencia de los ERE principalmente.

Solo el año pasado se cerraron otras 2.500 sucursales en nuestro país y se destruyeron unos 6.000 puestos de trabajo. Sin embargo, este año, se empieza a observar que una de estas dos tendencias cambia. La banca ha empezado a contratar, sobre todo perfiles digitales, para atender a la demanda de creciente de las operaciones en remoto. BBVA y Sabadell, son los que más han crecido en plantilla este año.

Pero por el mismo motivo, el sector sigue cerrando oficinas. Y pese a las críticas de la población y la masacre de la pandemia, entre enero y junio han vuelto a cerrar más de 200 oficinas. CaixaBank está a la cabeza, solo en España se ha deshecho de otras 169 en seis meses, aunque a pesar de ello cuenta con 3.649 sucursales, la mayor red del país.

El banco catalán sigue digiriendo el ERE que puso en marcha en 2021 tras la fusión con Bankia, el que le convirtió en el más grande. Pese a los recortes, CaixaBank siempre ha defendido que no han abandonado los municipios en riesgo de exclusión financiera y tienen oficina en 626 de ellos. Además, cuenta con 17 oficinas móviles que pasan cada semana por 12 provincias.

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Una oficina móvil de CaixaBank.

Santander es el siguiente banco que más oficinas ha cerrado en España. El banco cerró el mes de junio con una red de 1.884 sucursales, 29 menos que en diciembre, según se desprende de su memoria. El banco que preside Ana Botín ha hecho ajustes en todos los países donde opera, en Europa, Norteamérica y Sudamérica. Y a cierre de semestre cuenta por primera vez con una red de oficinas inferior a las 9.000.

Kutxabank, que solo opera aquí, dispone de 696 centros y esto son 13 menos que cuando acabó 2022. El banco vasco lanzó un plan a finales de 2021 para mejorar su eficiencia y anunció que cerraría sucursales, la mayoría de ellas en Andalucía donde tiene una fuerte presencia desde su fusión con la entidad cordobesa Cajasur.

Unicaja, por su parte, sigue cerrando oficinas en el contexto del ERE que puso en marcha tras la fusión con Liberbank. La entidad andaluza cerró el primer semestre con 958 oficinas, 10 menos que en 2022. Aunque el mayor ajuste lo realizó el año pasado, cuando clausuró más de 400; Sabadell y BBVA también siguen cerrando oficinas, aunque las cifras son muy pequeñas si se comparan con la de los últimos años. El primer banco cierra junio con 1.221 sucursales en España, 5 menos que en diciembre. Y el segundo, con una red de 1.883 oficinas, 3 menos.

Bankinter también sorprende este año al registrar por primera vez un cierre. El banco que dirige María Dolores Dancausa siempre se ha caracterizado por no hacer ningún ERE ni ajustar su estructura, pero en su informe semestral pone de relieve que tiene 445 oficinas, una menos. El cierre se produce en una oficina de banca privada.

Abanca e Ibercaja han sido las únicas que han mantenido intacta su red de oficinas este 2023. El banco gallego disponía a 30 de junio de una red integrada por 623 oficinas operativas en España, de las que 435 están ubicadas en Galicia y 188 en el resto de España, la misma cifra que a finales de 2022, el pasado ejercicio cerró 11.

Abanca, que está en proceso para cerrar la compra de Targobank, asegura que no cerrará oficinas cuando se integre, pues precisamente quiere ganar estructura en Madrid y el Mediterráneo; En cuanto a Ibercaja, su red totalizaba 894 sucursales en junio, de las que 285 son de carácter rural. En el marco del acuerdo del ERE suscrito en 2020, el banco con sede en Zaragoza ha cerrado 137 centros, pero este año ninguno.