Los bancos españoles que estos últimos días han presentado sus cuentas trimestrales han sido muy claros: de momento no tienen intención de pagar intereses a sus clientes por los depósitos que custodian, al menos de forma generalizada, debido a que no necesitan atraer más liquidez a sus balances.
Sin embargo, todos ellos se benefician ya del aumento del precio del dinero en la eurozona -actualmente en el 3,5 %- y no solo a través de las revisiones de las hipotecas variables, sino también del resto de los créditos y por las comisiones que cobran, lo que se ha traducido en sustanciosos incrementos de los ingresos.
La subida de los tipos de interés también hace que los clientes encuentren más dificultades para acceder a un crédito cada vez más caro, lo que contribuirá a aumentar la liquidez en el sistema, según los bancos, que ya están notando cómo se enfría la demanda, tanto de particulares como de empresas.
Menos beneficios por el "impuestazo"
Lo único que ha ensombrecido las cuentas trimestrales ha sido el impuesto extraordinario y temporal instaurado por el Gobierno para gravar los ingresos del sector, que ha reducido las ganancias y que casi todos han impugnado ya, en medio de alegaciones de injusticia y de acusaciones al Ejecutivo de tener una actitud "confiscatoria".
Bankinter fue el primer banco en desvelar sus cifras, el pasado 20 de abril, que arrojaron un beneficio neto de 185 millones de euros, el mejor resultado trimestral de su historia y un 20 % superior al de un año atrás, pese a los 77 millones que tuvo que destinar al impuesto.
La consejera delegada, María Dolores Dancausa, tan clara como siempre, dijo que en su opinión aún no ha llegado el momento de remunerar los depósitos de sus clientes y que, hasta entonces, lo harán, como vienen haciendo, en función de la vinculación que tenga cada uno con el banco.
A continuación, el Santander comunicó el pasado 25 de abril un beneficio trimestral de 2.571 millones de euros, un 1 % más, tras pagar 224 millones por el impuesto extraordinario, sin lo que habría ganado 2.795 millones, un 10 % más.
El siguiente fue el BBVA, el 27 de abril, que obtuvo un beneficio neto atribuido de 1.846 millones de euros, un 39,4 % más que un año antes, gracias a los mayores ingresos logrados y a pesar de los 225 millones que destinó al pago de la citada tasa.
El mismo día el Banco Sabadell anunció una ganancia neta trimestral de 205 millones de euros, un 4 % menos que en el mismo período de 2022, tras destinar 157 millones al pago del impuesto extraordinario a la banca.
La única de estas entidades que aún no ha publicado sus cuentas trimestrales es CaixaBank, que lo hará el próximo viernes, 5 de mayo, pero la previsión del consenso del mercado es que el beneficio podría reducirse en un 4,5 % respecto al logrado un año antes y quedar en 675 millones.
Pocas adhesiones al código de Buenas Prácticas
Los bancos no están recibiendo de momento muchas peticiones de los clientes con problemas para pagar sus créditos para acogerse al código de buenas prácticas recientemente mejorado y revisar o reestructurar su deuda.
Por ejemplo, el Santander ha recibido, hasta el momento, unas 1.400 peticiones, mientras que el Sabadell maneja unas 1.000; BBVA da cuenta de una cifra e importe "muy reducidos" y Bankinter dice haber recibido "muy pocas", dado el "elevado nivel socioeconómico de su clientela".