Ni los jugosos dividendos, ni las recompra de acciones, la gran banca no consigue frenar la estampida de accionistas que sufre en bolsa desde la pandemia. Santander, BBVA, CaixaBank y Sabadell, los cuatro más grandes del país, han vuelto a perder otros 260.000 minoritarios en el último año. Aunque la sangría es aún mayor si se echa la vista atrás, pues desde marzo de 2020, cuando el covid-19 desplomó los mercados bursátiles de todo el mundo, los mismos bancos han perdido más de 400.000.
En 2020 ningún banco pudo pagar dividendos tras el mandato expreso del Banco Central Europeo, lo que ya provocó una primera fuga de inversores en la banca. Sin embargo, esta no se ha frenado después. En el pódium se sitúa Santander, que es el banco que más accionistas pierde, pero también es el que más accionistas tiene dado su tamaño. Se trata de la tercera empresa con mayor capitalización del IBEX 35 por detrás de Inditex e Iberdrola.
Su valor en bolsa es de casi 61.000 millones y a cierre de junio, según destaca su informe financiero, contaba con 3,80 millones de accionistas. La cifra, por tanto, ha caído casi un 5% en doce meses, lo que se traduce en 183.477 accionistas menos en un año. En el inicio de 2020, antes de la pandemia, superaba los 4,08 millones, de manera que ha perdido unos 278.000 accionistas desde entonces.
El banco que preside Ana Botín ha intentado frenar esta caída seduciendo a los inversores, recomprado un 7% de su capital desde 2021, lo que ha proporcionado a sus accionistas un retorno aproximado del 21%, según comentó el consejero delegado de la entidad, Héctor Grisi, en la presentación de resultados de abril. También ha subido el dividendo del 40% al 50%, es decir, ahora distribuye entre sus accionistas la mitad de lo que gana. Pero ni con estas mejoras se ha librado de perder accionistas.
Tampoco BBVA, que acaba de anunciar una nueva recompra de acciones de 1.000 millones de euros, que está ahora pendiente del visto bueno del BCE. El banco que preside Carlos Torres ha repartido a sus accionistas 8.200 millones de euros entre dividendos y recompras de acciones entre 2021 y 2022. Pese a ello, ha perdido más de 95.000 accionistas desde la pandemia. Solo en el último año, casi 43.000. Lo que le lleva a bajar por primera vez en su historia de la barrera de 800.000, al cerrar junio con 778.810 accionistas.
Sabadell desvela en su informe financiero que ha perdido otros 3.300 inversores en el último año. El banco catalán ha puesto en marcha también un programa de recompra de acciones propias este verano en el que invertirá un máximo de 204 millones hasta febrero de 2024. Su acción ha sido de las más perjudicadas en los primeros dos años de pandemia, pero a su vez, la que mejor ha recuperado después. Hay que recordar que, en 2020, cerró como el valor más castigado del IBEX, al perder un 65%.
Pero en 2021 y 2022, la entidad ha vivido la situación contraria. Sus títulos recuperaron un 67% de su valor el primer año y otro 26% el segundo. También este año, sus acciones suben un 27% y su capitalización (6.300 millones) está por encima, incluso, del 2019. Pese a ello, el banco que dirige César González-Bueno cierra junio con 220.614 accionistas, por lo que la pérdida asciende a 23.600 desde la pandemia.
CaixaBank también sigue perdiendo accionistas. Según sus cuentas, 28.900 en el último año y unos 72.300 desde que cerró la fusión con Bankia en 2021. Con esta operación, la entidad que dirige Gonzalo Gortázar rozó los 680.000 inversores, pero ahora se sitúa en la barrera de los 600.000, un nivel cercano al que tenía antes de la fusión.
Bankinter salva la sangría
Bankinter vuelve a ser aquí una ‘rara avis’. Su consejera delegada, María Dolores Dancausa, ha cerrado la puerta varias veces a llevar a cabo una recompra de acciones, pese a ello, no solo no pierde, sino que gana accionistas. La entidad cierra junio con 63.252 inversores y estos son unos 8.000 más que en 2019.
La compañía, sin embargo, es la que peor se recupera en bolsa. Pues su capitalización (5.200 millones) sigue por debajo de los niveles prepandemia. El director financiero, Jacobo Díaz, aseguró en la última presentación de resultados que la cotización todavía tiene que recoger las inversiones y proyectos con crecimiento que están llevando a cabo en España, Portugal e Irlanda.