El Banco de España ha sancionado con dos multas al banco digital WiZink, con un importe agregado de 2,7 millones de euros, por incumplimientos en la comercialización de las tarjetas de pagos aplazados (revolving), entre 2018 y 2019. La autoridad monetaria imputa a la banca digital diversas actuaciones con mala praxis por la desinformación que tenían los clientes que usaban las tarjetas de pagos aplazados.
En concreto, el Banco de España ha determinado dos multas, cuya fecha de resolución es el 21 de diciembre de 2023, y que se imponen por infracciones graves. En el primer caso, el Banco de España resolvió imponer una multa de 1,8 millones de euros, tras aplicar un 40% de descuento, resultante del acogimiento a las reducciones que se incluyen en el artículo 85 de la Ley 39/2015.
La infracción grave de esta primera multa consistió en el haber ejercido, entre el 30 de junio de 2018 y el 30 de junio de 2019, actos u operaciones con incumplimiento de los deberes de información que le incumben respecto a sus clientes en relación con la oferta y comercialización de las tarjetas de crédito, el devengo de intereses (en concreto, en la modalidad de reembolso revolving) y la liquidación de intereses y comisiones, según informó Europa Press.
La segunda multa tiene un importe de 900.000 euros, tras ser aplicada también una reducción del 40%. En este caso, consiste en haber incumplido, en el mismo periodo, obligaciones que la normativa sobre contratos de crédito al consumo prevé en relación con la entrega de la documentación precontractual y contractual, así como con el contenido de la documentación contractual.
Según ha explicado WiZink, el importe agregado de ambas sanciones ya está pagado e incorporado a las cuentas de 2023. Además, ha señalado que los aspectos de mejora señalados por el Banco de España ya fueron remediados por la propia entidad en su momento. Resalta que siempre ha tenido una actitud proactiva y colaboradora con las recomendaciones del regulador y que ha querido, de hecho, ir más allá de las nuevas exigencias regulatorias y de las expectativas del mercado.
WiZink es una banca digital que tuvo sus orígenes en el Banco Popular, pero que desde 2018 pertenece íntegramente a la firma de capital riesgo norteamericana Värde Partners. Tiene actividad financiera básicamente en España y Portugal. En 2018 adquirió la start-up Aplazame, como parte de la estrategia de diversificación del negocio, especializada en financiación instantánea en punto de venta online y offline, ha incrementado exponencialmente su facturación desde su integración en WiZink.
Tres años más tarde incorporó la también plataforma digital Lendrock, diversificando el modelo de negocio a financiación de vehículos de ocasión. Lendrock permite encontrar coche y préstamo directamente desde el móvil.
Respeco a la situación financiera de WiZink, en 2023, la banca empezó a reducir sus pérdidas. En concreto, redujo un 50% sus pérdidas, hasta los 49,9 millones de euros, frente a los 'números rojos' de 97,9 millones registrados en 2022, según los estados financieros del Banco de España. Este resultado incluye el impacto de un ajuste fiscal contable de 41 millones de euros que el banco realizó para dar de baja activos fiscales diferidos, que no ha tenido impacto en caja.
De esta forma, el beneficio recurrente antes de impuestos fue de 12 millones de euros en 2023, frente a las pérdidas de dos millones de euros registradas en 2022. El margen bruto cayó un 11%, hasta los 354 millones de euros, por el mayor peso en el balance de los nuevos negocios (que tienen precios más bajos) y el incremento de los costes de financiación.
El banco digital, con la llegada de Iheb Nafaa como nuevo consejero delegado en septiembre de 2023, está ultimando un nuevo plan estratégico para el periodo 2024-2026.