La baronesa Carmen Thyssen tendrá un museo con su nombre en el Paseo de Gracia de Barcelona, la ciudad donde nació hace 81 años, que será donde se exhibirá una de sus colecciones privadas de arte, formada por obras de pintores catalanes de los tres últimos siglos. Ha cumplido el "deseo" de que esta colección se muestre en un museo barcelonés y, además, ingresará un alquiler anual –por un importe que no se ha revelado– de los promotores de este proyecto, la gestora de inversiones Stoneweg. Esta última firmó el pasado viernes la compra del edificio de los antiguos Cines Comedia, en pleno centro de Barcelona, para transformarlo en lo que se denominará Museo Carmen Thyssen Barcelona.

En conversaciones anteriores con la baronesa, esta detalló varias ofertas que ha recibido en el pasado por parte de presidentes de gobierno, ministros, grandes corporaciones o, incluso, de reyes para que les cediera obras para poder exhibirlas en sus respectivos países. Respecto a la colección de pintura catalana que se mostrará en Barcelona, rechazó una oferta millonaria de Dubái, para una cesión temporal en un museo del emirato. Y para otros de sus fondos pictóricos, hace años, recibió ofertas desde Alemania –con la mediación del difunto canciller Helmut Kohl-, de Gran Bretaña –con la participación de Margaret Thatcher y del actual rey Carlos, que viajó hasta Lugano (Suiza) para tratarlo personalmente con la baronesa– y, sorprendentemente, del mismo Vladimir Putin.

En 2015, cuando se encontraba en su residencia de La Moraleja (Madrid), recibió una delegación de enviados del Kremlim. La baronesa explica que le pasaron a Putin al teléfono, el cual, en inglés, le propuso alquilar su colección de arte: "Serás la reina de San Petersburgo", le dijo, porque tenía la intención de exhibirlas en esta ciudad.

En 2019, el gobierno de Putin lo volvió a intentar. Su ministro cultura, Valdimi Medinsky, y el embajador de Rusia en Madrid se pusieron en contacto con ella con la intención de alquilarle la colección. El encuentro tuvo lugar en el Hotel Mandarin, del Paseo de Gracia de Barcelona, pero tampoco lo consiguieron. En aquel momento, los mandatarios rusos planeaban exponerla en Moscú, en un recinto del Museo Pushkin.

Siempre ha dicho que, de haber aceptado ofertas como estas, habría sacado más dinero del que ha logrado cediendo sus colecciones a administraciones públicas españolas. En el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid hay una colección del difunto barón Heinrich Thyssen-Bornemisza –propiedad del Estado– y la Colección Carmen Thissen-Bornemisza –un fondo de arte propiedad de la baronesa, que ha cedido en alquiler al Estado–. En 2022, el entonces ministro de Cultura, Miquel Iceta, cerró un acuerdo con la baronesa por el que ésta recibe 97,5 millones de euros por 15 años por la cesión de 330 obras, valoradas en 1.400 millones de euros. Esta cesión incluye el Mata Mua, de Paul Gauguin, que fue motivo de una disputa entre las partes. Por cierto, el yate de la baronesa también lleva el nombre de Mata Mua.

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Miquel Iceta con Carmen Thyssen, en la inauguración de una exposición en 2022 / Europa Press

Además, la baronesa participa o cede obras a cuatro museos más: el de Andorra –su actual país de residencia–, Málaga, Sant Feliu de Guíxols (Giona) y, cuando abra, probablemente en 2027, el de Barcelona.

En Sant Feliu de Guíxols, donde posee la residencia Mas Mañanas, en la urbanización Punta Brava, abre los veranos el Espacio Thyssen, donde se exhibe una muestra de su colección, pero el Ayuntamiento también impulsa un museo que llevará su nombre y que, según las previsiones, también podría inaugurarse hacia 2027. Así, la baronesa tendrá dos museos en Catalunya, los dos centrados en pintura catalana.

Las colecciones de arte son herencia de su difunto esposo Heinrich Thyssen-Bornemisza (Scheveningen, Holanda 1921 – Sant Feliu de Guíxols, 2002), pero ella ha subastado algunas obras para mantener a su familia y, también, ha adquirido de nuevas.

La familia de Carmen

A la baronesa Carmen Thyssen se la conocía en otros tiempos por Carmen Cervera, Tita Cervera o, incluso, Tita Baker, nombre con el que apareció en los créditos de algunas películas en la etapa en que estuvo casada con el actor Lex Baker (1919 -1973), famoso por sus papeles de Tarzán, en Hollywood. Pero nació en Barcelona, el día de Sant Jordi de 1943, con el nombre de María del Carmen Cervera y Fernández de la Guerra o, según algunos cronistas, con el más simple de María del Carmen Cervera Fernández. Tenía dos hermanos, Gloria y Guillermo, ya difuntos. Su padre era propietario de un taller de reparación de motocicletas en la calle Balmes.

Sus progenitores se separaron cuando todavía iba a la escuela, pero eso no impidió que pasara por buenos colegios de Barcelona y Madrid, incluso del Reino Unido y Suiza. Es lista, pero sus primeros éxitos le vinieron por su belleza: en 1961, con 18 años, ganó el certamen de Miss Barcelona, ​​después el de Miss España y quedó en tercera posición en el de Miss Universo. Esto le abrió sus puertas al mundo de la farándula y la prensa rosa puso el objetivo sobre ella, que se hizo eco de sus parejas: Lex Baxter, Espartaco Santoni... pero no del empresario publicista Manolo Segura , al que, en épocas más recientes, estas publicaciones le han atribuido la paternidad de Borja, el primer hijo de la baronesa.

A principios de los ochenta conoció al barón Heinrich Thyssen en una cena cuando se encontraba de viaje por el Mediterráneo y, en 1985, se convirtió en la baronesa Thyssen, cuando tenía 38 años. Aquí empezó una nueva vida. El barón adoptó a Borja y, en 1991, vendió parte de su colección de arte al Estado español porque, otra parte, la dejó en herencia a Carmen cuando falleció en 2022. Esto enfureció a los hijos del barón, fruto de sus cuatro matrimonios anteriores.

Pero en la herencia también existían sociedades, radicadas en varios países, y propiedades inmobiliarias. La baronesa vendió hace unos años su residencia en Lugano (Suiza), llamada Villa Favorita, pero todavía utiliza la de Sant Feliu de Guíxols, Barcelona, ​​Madrid, Marbella y, claro, la de Andorra.

En el 2006, adoptó a dos gemelas, Carmen (en la imagen superior, aparece al lado de su mare) y Sabina, que el pasado julio cumplieron 18 años. En declaraciones al programa televisivo Salvados, la baronesa dejó claro que "los herederos son los tres por igual". O sea, Borja y las gemelas compartirán la herencia a partes iguales.

El origen de la fortuna está en el linaje de los Thyssen, sobre todo en August Thyssen (1842-1926), nacido en Renania, que levantó un imperio con el acero, que décadas después sería el actual ThyssenKrupp. Uno de sus hijos se casó con la baronesa húngara Margit Bornemisza, lo que le convirtió en barón. Éste tuvo dos hijos, Friz y Heinrich, quien fue el marido de la barcelonesa Carmen Cervera. De hecho, este último Heinrich, el segundo barón de la estirpe, fue el artífice de estas grandes colecciones de arte.