¿Por qué una marca de moda de vestir se tiene que centrar en diseñar colecciones para temporadas o para géneros? Esta fue una de las preguntas que Núria Basi y el equipo de dirección y de diseñadores de la marca Armand Basi pusieron sobre la mesa de debate en el 2020 cuando decidieron hacer un rebranding.

El resultado ha sido un cóctel que "adapta los valores empresariales fundacionales que han dado trayectoria a una compañía de 80 años, como la vanguardia, el diseño, la calidad, el atrevimiento, el riesgo...", pero que se adapta a los tiempos actuales con "la sostenibilidad y una pincelada de radicalidad", explican al unísono a la presidenta de Basi Group, Núria Basi, y el consejero delegado, Marco Palmero.

Basándose en esta filosofía han surgido las nuevas prendas y complementos de Armand Basi, creadas en colaboración con diferentes diseñadores de vanguardia, con talento joven, y que llegan al mercado en colecciones cápsula de moda genderless (sin género). "Son series cortas, como las que han adornado el último pop-up store presentado hace pocos días en Berlín, que muestran que seguimos siendo una marca diferente", observación Núria Basi.

Las cápsulas se distribuyen internacionalmente y se comercializan básicamente por el canal online y boutiques "que nos compran algunos de los modelos", explica Núria Basi y remarca que los clientes buscan una cierta exclusividad. "Estamos además de 50 países por todo el mundo con la marca textil y la línea de fragancias", concreta Marco Palmero, vinculado al grupo desde el 2002, cuando Basi Group quiso dar un impulso a la línea de calzado.

La tendencia a la uniformidad al vestir, que abanderan muchas marcas, no encajaba con el espíritu de la marca que creó el empresario Armand Basi en 1987. Aquel mismo año pusieron en marcha una importante factoría en Badalona, hoy ya inexistente. Era un final de década importante, "cuando se abrieron muchos horizontes para España, con la entrada en la Unión Europea,", y como recuerda su hija "llegaron muchas marcas extranjeras".

Pero esta circunstancia no asustaba a un empresario que con su hermano Josep agrandó a la compañía Creaciones Basi, que había levantado a su madre Mercedes Sabi. Origen fue un pequeño taller de confección de camisetas interiores, a la década de los 40 del siglo XX, en el barrio de Gracia de Barcelona, que la abuela Mercedes, viuda, creó para sobrevivir. Con los años, "el padre y mi tío empezaron a viajar a Francia, un poco de extranjis, porque para poder atravesar la frontera se apuntaban a excursiones de peregrinación, por ejemplo, y una vez en Francia se dedicaban a visitar lugares de moda y de vanguardia", relata Núria Basi. Eso los sirvió para ver qué se hacía a fuera y "fueron los primeros en poner color a las confecciones de género de punto, cuando todo el mundo en la posguerra española vestía de negro y gris".

La explosión con Lacoste, en los 60

Los vínculos con Francia también los condujeron, los años 60, a dar el gran salto en el sector del textil catalán y español, gracias a un acuerdo con la firma francesa Lacoste. Bajo licencia (1962), diseñaron, produjeron y vendieron los conocidos polos Lacoste, de punto piqué y con el logotipo del cocodrilo.

"La creatividad, innovación y calidad con que se trabajaba desde Barcelona para España nos posicionó como el principal partner de Lacoste en el extranjero e, incluso, acabamos produciendo colecciones exclusivas para la marca en Francia", comenta Basi. En aquella etapa, a partir de los años setenta, se incorporó a la compañía Lluís Juste de Nin, hijo de Mercè de Nin Sabi prima de la familia, quien acabó asumiendo la dirección creativa de la compañía y fue accionista.

Núria Basi, presidenta de Basi Group. Foto Miquel Muñoz
Núria Basi, presidenta de Basi Group. Foto Miquel Muñoz

"Voy trabajando muchos años con Juste de Nin; decíamos que éramos complementarios: yo el juicio y él el arrebato", escenifica Basión para explicar cómo ella, bióloga de formación dedicada a la investigación y en principio poco interesada en trabajar en la compañía, acabó "por circunstancias diversas" entrando en el equipo directivo. Con su padre al frente de la empresa, en 1998, Núria fue subdirectora general. "Que no quisiera trabajar en la empresa no quiere decir que no la valorara y mucho menos que no la conociera al detalle", observación. Sino al contrario, ya que "de bien jovencita el padre nos llevaba a mí y a mis dos hermanas en la fábrica, los sábados y durante las vacaciones, y trabajamos a prácticamente todas las secciones de la fábrica", relata.

Desde el 2005, Núria Basi es la presidenta de Basi Group, y se ha convertido en una ejecutiva en lo referente a muchas instituciones y entidades de Catalunya. En los últimos 26 años ha trabajado "para adaptar la compañía a las tendencias de la moda". Con episodios como el punto final a la relación con Lacoste, cabe en el 2018, que comportó también el cierre de la fábrica de Badalona y del centro logístico de Barberà del Vallès. "Veniem, en más, de una etapa anterior, la de la crisis de 2008, en los que cada vez era más difícil producir localmente; nuestros proveedores fueron cerrando fábricas y se nos rompió la cadena local de producción y acabados, por ejemplo".

A raíz de la crisis y la salida de Lacoste se afrontó un primer replanteamiento total del grupo. Se afinó la estructura y el negocio. De facturaciones de más de 100 millones de euros en los años previos a la crisis de 2008, el grupo ha cerrado 2024 con un negocio de 15 millones. Las previsiones... "No hagamos; la moda depende de tantos aspectos y el contexto es tan cambiante...". Por el camino, en el 2015, también se reordenó el accionariado, con la salida de los herederos de Josep Basi, los primos Marta, Margarida y Josep Basi Borrell que se desprendieron del 45% de las acciones.

El consejero|conseller delegado de Basi Group, marca Armand Basi, Marco Palomero. Foto Miquel Muñoz
El consejero delegado de Basi Group, marca Armand Basi, Marco Palmero. Foto Miquel Muñoz

Sin estructura pero aferrados al territorio

El resultado del reposicionamiento postcrisis -y después de superar la etapa de la pandemia de la Covid-19- es la actual compañía que prácticamente no tiene estructura fija, más allá de una veintena de personas. "Ahora tenemos una mínima estructura y todas las áreas externalizadas y trabajamos con los mejores partners para cada departamento y para cada proyecto", dice Basi y lo defiende argumentando que "si no se puede tener internamiento el mejor equipo para cada tarea, lo mejor es fomentar las colaboraciones".

No obstante, el patronaje de las prendas que diseñan creadores consagrados y jóvenes talentos se hace en Igualada y la confección se produce a Lleida. "Nuestra apuesta para la producción local ha sido una máxima a lo largo de la historia; nunca hemos ido a fuera a fabricar porque queríamos unos estándares de calidad muy exigentes", dice Basión. Por eso sonreír cuando manifiesta que "si una cosa no hemos sabido hacer nunca a lo largo de todos estos años es producir low cost".

Si saben de fomentar la sostenibilidad. Como se produce con series cortas, eso permite comprar tejidos que hayan quedado de tiradas más grandes. Es una tendencia que están adaptando a muchos creadores. "Es una forma más de contribuir a la sostenibilidad", explica Palmero e insiste en la apuesta por la proximidad y por apoyar a los jóvenes creadores locales. El resultado son piezas exclusivas "rompedoras" que han vestido, por ejemplo, a Rigoberta Bandini, o que se han visto en las galas de los premios Goya.

Prendas de la colección de la marca Armand Basi. Foto Miquel Muñoz
Prendas de la colección de la marca Armand Basi. Foto Miquel Muñoz

Otras marcas licenciadas

Unos estándares de calidad que también han buscado siempre en las marcas licenciadas. Primero fue Lacoste, pero después vinieron otros. Ahora tienen Nautica, Cole Haan, Schmoove, Yogi, y más recientemente, No Name y Nautica Footwear, icónicas, marcas internacionales que "han establecido su presencia en España gracias a nuestra tarea; porque sabemos cuidar en las marcas". La cartera de marcas se ampliará el próximo octubre con la francesa Caval, la primera marca de zapatillas francesas, asimétricas y responsables. "Aquí se ve nuestra filosofía: ropa o complementos innovadores, radicales, atrevidos..." y apuesta por el talento y la producción de proximidad. Caval es una marca fundada en el 2013 entre los jóvenes franceses Achille, Simon y Benoît, y su objetivo fue crear unas zapatillas elegantemente desaparejadas y producidas en Portugal.

Este nuevo proyecto es del conocimiento de los miembros de la cuarta generación de familia Basión, que "está repartida por el mundo, pero están informados de las decisiones que se toman en la compañía", para que puedan ejercer de accionistas responsables cuando les toque. "Pero no creemos que ninguno de ellos asuma cargos directivos", explica Núria Basi. De momento, para dirigir sigue Núria Basi i Marco Palmero, que también tiene un pequeño porcentaje de las acciones para acabar de configurar un accionariado formado por la mayoría del capital en manos de las tres hermanas Núria, Isabel y María José Basi Moré y el 10% que controla otra rama de la familia Sabi, y que representan a los herederos de Lluís Juste de Nin.