La multinacional alemana BASF ha elegido España para instalar un nuevo centro de ingeniería para desarrollar proyectos de alcance europeo, e incluso internacional, según ha avanzado hoy la compañía. El nuevo hub dispondrá de dos equipos trabajando en Tarragona y Madrid, para los que se contratará a “decenas” de ingenieros, ha expuesto Carles Navarro, director general de BASF Española y máximo responsable de las actividades del grupo en la península ibérica. “Se trata de un proyecto ambicioso que entrará en funcionamiento este mismo año y que consolida la aportación de España al conjunto de la multinacional, porque demuestra que el grupo confía en Tarragona y Madrid para desarrollar proyectos para toda la multinacional, más teniendo en cuenta que en otras muchas divisiones del mundo hay departamentos de ingeniería”, ha dicho Navarro.
El responsable de la química, sin mucha más concreción, ha explicado que la tipología de los proyectos la definirán las necesidades del grupo en Europa y en España, y que ha sido primordial para la decisión saber que en España hay “talento” suficiente para poder constituir un centro de estas características. Este será el segundo hub internacional que abre la compañía en los últimos cuatro años en España, junto al de digitalización, BASF Digital Solutions, que inició su andadura en Madrid en 2019, facilitando soluciones digitales dentro de la compañía a nivel mundial y en el que ya trabajan cerca de 500 personas.
La multinacional ha comunicado esta decisión durante la presentación de los resultados económicos de 2022. Un año “francamente desafiante”, según Navarro, porque “hemos resistido en un entorno complicado y, además, hemos mantenido la inversión en el país. Este es el principal indicador del compromiso con un territorio, pero no el único”, ha añadido en relación con la puesta en marcha del centro de ingeniería.
En 2022, BASF española registró una facturación de 1.562 millones de euros, un 16% más que en 2021, debido al "aumento significativo de los precios, prácticamente de forma explosiva", que se incrementaron un 19% interanual, mientras que los volúmenes descendieron un 2%. A lo largo del año se vieron dos comportamientos muy distintos. Por un lado, durante el primer semestre se sucedieron las alzas de la demanda, y un segundo semestre, especialmente los tres últimos meses del año, en el que la demanda se frenó y aumentó el producto llegado de Asia. Por otro lado, ha justificado el aumento de precios por los costes de energía y materias primas, especialmente en la primera mitad del año pasado, cuando la empresa pudo trasladar los costes al precio final, cosa que no pudo hacer en el segundo trimestre.
La compañía cree, en palabras de su directivo, que "esta tendencia podría tener continuidad en 2023", un año en el que “habrá dinamismo cuando China despierte totalmente de la Covid-19 y en función de cómo evolucione la guerra de Ucrania; pero en su conjunto será un año ‘medio’ en cuanto a resultados y ventas para todo el grupo”, ha avanzado Carles Navarro.
BASF española mantendrá el nivel de inversión
Para este año, la empresa contempla inversiones por valor de 43 millones de euros, destinados a la mejora de instalaciones y procesos, en el conjunto de sus intereses fabriles en España. Esta cifra “que puede aumentar en función de las necesidades”, se sumará a los 50 millones de inversiones que el grupo ha destinado a España el pasado año. Entre estos recursos, se encuentran los invertidos para un Centro de Aplicación para la industria de la automoción en la fábrica de pinturas para coches de Marchamalo (Guadalajara), que ha representado una inversión de 16 millones de euros, y que se pondrá en marcha en el segundo semestre de 2023. “Guadalajara es una apuesta de futuro para el grupo BASF y para su división de pinturas para carrocerías”, ha destacado la multinacional.
BASF pendiente del plan de ajuste mundial
Respecto al reciente anuncio sobre un plan de ajuste mundial que el grupo prepara y que afectará a 2.600 empleos, el directivo español ha asegurado que no se conoce aún qué efecto puede tener en las nueve instalaciones que hay en España. Ha advertido que, como ya se dijo, el peso más importante de los despidos se hará en la central de la multinacional en Ludwigshafen (Alemania) y que se está a la espera de conocer qué alcance tiene en cada una de las divisiones de negocio del grupo. “En función de ello, analizaremos la repercusión que pueda tener en España e intentaremos solventarla de la mejor manera posible”, ha concretado Carles Navarro. En España cuenta con una plantilla de unos 1.900 trabajadores, repartidos en nueve centros, la mayor parte de ellos en Catalunya.