Las tres divisiones de negocio que desarrolla Bayer en España, medicamentos de prescripción, productos de autocuidado personal y agricultura, han tenido un comportamiento favorable en 2022, según ha anunciado Bernardo Kanahuati, consejero delegado del grupo para España y Portugal. Con crecimientos desiguales en cada una de estas áreas, en su conjunto, la multinacional alemana ha registrado un avance de su facturación del 7% en el último ejercicio, hasta situar las ventas en unos 747 millones de euros. “Se trata de un “crecimiento acelerado”, ha destacado Kanahuati, dado que la mejora anual es superior al 4,7% de aumento que consiguió en 2021. “Hemos pasado por un año de gran complejidad, ha argumentado, debido a las tensiones geopolíticas y la inflación”, algo que espera que se prolongue en 2023, por lo que “se me hace difícil hacer previsiones”, ha concretado Kanahuati.
El consejero delegado de Bayer España ha incidido en “los esfuerzos” en I+D que mantiene el grupo en el territorio español, en el que posee actividad fabril, pero también “un importante peso en innovación que sitúan la filial española como referente europeo y mundial”. En este sentido, Bernardo Kanahuati se ha referido a los 72 millones de inversión realizada en 2022 para la mejora de todas sus áreas, con un aumento del 1% respecto de 2021. Del total, 29 millones corresponden a la mejora de las infraestructuras en todo el territorio y 43 millones para proyectos de I+D (un 8% más anual) poniendo el foco en los ensayos clínicos y en los avances en agricultura. En los últimos cinco años, el grupo ha invertido 300 millones en las infraestructuras que posee en España, y más de a mitad se han destinado a investigación y desarrollo de productos.
La facturación es el único dato financiero que la multinacional Bayer desglosa por filiales, de ahí que Kanahuati no se haya referido a los resultados netos en España, aunque sí ha concretado que, si bien el comportamiento de la filial española está en línea con todo el grupo, tiene más peso en el negocio de medicamentos de prescripción, cuando actualmente la división de agricultura es la más importante para la marca a nivel mundial. Cabe recordar que el negocio de agricultura se potenció a partir de 2019 mediante la fusión de Bayer y la norteamericana Monsanto. El grupo multinacional cerró 2022 con una facturación de 50.700 millones de euros (un crecimiento del 8,7% sobre 2021), 101.400 empleados y presencia en 83 países. La inversión global fue de 6.600 millones, lo que equivale al 13% de las ventas mundiales.
En España, por áreas de actividad, las ventas de medicamentos de prescripción se elevaron a 390 millones, lo que representa un aumento del 9%. En la positiva evolución contribuyeron sus tratamientos cardiovasculares y para la prevención de enfermedades oftalmológicas asociadas a la edad. También influyen positivamente los últimos lanzamientos de la compañía, como Nubeqa, para los pacientes con cáncer de próstata metastásico (uno de los más prevalentes en hombres) y Verquvo, para pacientes con Insuficiencia Cardiaca empeorada.
Con un 1,2% más en ingresos, se cerró el negocio de agricultura: 249 millones. Este crecimiento ha estado impulsado por su liderazgo en el ámbito de semillas de maíz y en el de protección de cultivos, con productos como Movento. La limitación en esta línea estuvo “muy condicionada por el impacto de las condiciones climatológicas extremas en la agricultura en el conjunto del territorio español, con episodios muy duros e intensos”.
La progresión más destacada ha sido para productos de autocuidado personal que se han disparado un 15,72% en ventas, hasta los 107 millones de euros, “revertiendo la tendencia registrada en 2021”, asegura la compañía. En esta línea de productos destacan GineCanesten, Redoxon, además del lanzamiento de nuevos productos de la gama Propal para gripe y resfriados.
El centro de testeo de cultivos de Bayer
Bayer ha presentado los resultados anuales en la finca de Brenes, en Sevilla, un centro de experimentación para cultivos y cambio climático vinculado con la agricultura, que es referente en innovación para la transformación hacia un modelo de agricultura más sostenible. Es un de los cinco centros que la multinacional tiene repartidos en los cinco continentes para testear nuevos productos sintéticos y biológicos para combatir las nuevas plagas y dar respuesta a los retos a los que tendrán que enfrentarse los agricultores en la próxima década.
En 2022, este centro ha concentrado una inversión de dos millones de euros para la ampliación y actualización de sus instalaciones. Su ubicación permie al centro participar en las primeras fases de desarrollo de la investigación de productos para la protección de cultivos, evaluando la eficacia y otras características fundamentales de estos productos en condiciones mediterráneas.